Ya vienen los reyes magos…

Por María Lescano – Periodista

La fiesta de reyes es algo más que una linda tradición o una oportunidad para hacer regalos a los niños… cuenta San Mateo en su Evangelio que unos magos llegaron para Belén a adorar a un niño que había nacido en un pesebre y que sería el rey de los judíos.

Ellos seguían una estrella, no había, Instagram, ni WhatsApp, todo llevaba otros tiempos. Otro ritmo…

Parece que lo de «reyes» no tiene demasiado asidero histórico… dicen que se refiere más bien a la vestimenta oriental de la época… en la visión europea, esos trajes daban la impresión de una posición de realeza.

El apego a estos personajes, su vigencia en la cultura cristiana intenta completar los baches que deja el relato… ¿eran tres?, ¿qué significan sus regalos?, ¿representan las diferentes razas?, ¿cómo se llamaban?

Desde Europa se extendió la costumbre al resto del mundo y resultaría casi cruel sacar sus imágenes o quitar a los niños la ilusión de recibir sus regalos. La creatividad, la imaginación de los chicos va mucho más allá… le escriben cartas, dejan sus zapatos, les dejan agua por si están con sed, en las zonas rurales también ponen algo de pasto para los camellos. ¿Cómo vuelan de un continente a otro sin que los veamos?

¿Qué sentido tendría intentar explicar todo esto?

Algunos “detractores” también critican esta fiesta como una movida manejada por el consumismo. Sin embargo, está en la libertad de cada familia decidir, cómo serán esos regalos, si son para la familia o para cada niño… al final la misión de educar sigue en manos de los padres.

En muchas ciudades de España, Polonia y otros países la «cabalgata de reyes» que avanza en caminones por las calles principales es muy esperada por padres de hijos. LLevan sus bolsas para recoger las golosinas y otros pequeños regalos que los Reyes tiran desde sus plataformas móviles vistosamente vestidos y acompañados por músicas muy alegres.

En esto, como en ¡tantas cosas! Los valores se educan en familia. Sostener la ilusión, detectar los deseos, los sueños de los hijos, mantener vivas las costumbres navideñas en torno a Jesús que nacd… todo eso está en manos de los padres.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *