El programa de Orbe21.com en que Luli Huvelle y Sebastián Barrutia nos cuentan sus vacaciones en casa rodante por el sur ya dio que hablar.
Por María Lescano – Periodista
Nos escribe una familia que tradicionalmente viajan a la Patagonia en auto, elijen el lugar, arman allí la carpa y después de disfrutarlo continúan su recorrido. Algunos veranos fueron en “combi” y eso marcó una diferencia, comentan.
Ya vi a la mañana el programa de Sembrar Valores en familia y me trajo muchos recuerdos de situaciones vividas en nuestras vacaciones de camping en el Sur, horas y horas en el auto con los chicos.
Compartimos muchas de estas experiencias:
-Lograr acuerdos entre hijos y padres para armonizar el gusto por ir ahí donde solo está el lago y la montaña o estar “en sociedad”, algo tan típico de las edades en que los chicos comparten estos planes familiares.
Inolvidable el comentario de una de mis hijas en un camping:
- «Mamá, allá, veo una chica como nosotras, ¿puedo ir a jugar con ella?”
En algunos lugares coincidíamos con familiares y amigos. Una vez la invitación era muy tentadora, “hacer esquí en el lago”, el mismo día que teníamos programada la escalada familiar al cerro López (tres horas de caminata).
Cuando arrancamos la “expedición” se escuchaban quejas…
- Queremos ir al lago, ufa…
Entonces les dijimos que a la vuelta nos reuniríamos con los amigos, así el humor cambió sensiblemente.
Por la tarde, esquiaron todo lo que quisieron y disfrutaron del lago, la lancha y los amigos.
La negociación funcionó, pensé en ese momento. Sin embargo, la experiencia fue mucho más allá.
Cuando al volver a las clases les indicaron la típica redacción sobre lo que más les había gustado en sus vacaciones, uno de nuestros hijos escribió: “La escalada al cerro López”.
Tal vez estas experiencias sean útiles para Luli y Seba dentro de unos años. Por ejemplo, comenta nuestra seguidora:
Este tipo de vacaciones presentan una gran oportunidad para la educación de los hijos, se los puede orientar, vamos descubriendo potenciales líderes y las características que los definen.
Otro dato, no menor, que fuimos aprendiendo años tras año fue el armado de los bolsos: ropa para la carpa y para la ciudad. Lo que no podía faltar era un “equipo elegante” para un cafecito en el LlaoLlao.
¡Lindísimos recuerdos!, termina.
Muchas gracias por compartir, recuerdos, aprendizajes y la foto.