Una estrella para Celso y Fede. El TERCER RIEL fue fatal

Por Dra. María Amalia Caballero – Periodista – direccion@sembrarvalores.org.ar

Una noche de verano, jóvenes que salen y tropiezan con el fatal tercer riel. Pasaron 10 años, familiares y vecinos los recuerdan y nos recuerdan algo.

El tercer riel es el que transporta la energía con que conectan los trenes para funcionar, está a la derecha de los rieles, es una carga eléctrica continua de 830 voltios. Por eso, existe una prohibición de caminar por las vías y la advertencia de que, si se te cae algo, busques al personal capacitado para recogerlo. Debe estar siempre cubierto con un material aislante amarillo y la leyenda: ALTO VOLTAJE PELIGRO DE ELECTROCUCIÓN.

Nada de esto conocían Celso y sus amigos, esa noche de verano planeaban encontrarse en la Plaza Florida de Vicente López. A la altura de la calle Melo eligieron acortar camino por las vías.

Celso iba por delante, en los primeros pasos tropezó con una piedra y se cayó en una zanja. Su brazo tocó el desprotegido tercer riel. Fede, compañero desde la infancia, al verlo caer, quiso ayudarlo a levantarse pero, al instante, se desplomó al lado de su amigo.

Los otros chicos comprendieron lo que pasaba y, muy asustados y dolidos, llamaron a la policía, quienes en seguida precisaron la causa de la muerte de los chicos.

Alicia del Valle Losa y Cesar Zarini convocan a familiares y amigos a compartir el compromiso

Celso y Fede una causa

Los padres de Celso y Fede comprendieron que en la desidia y la corrupción se encuentra en el origen de estas omisiones, tanto en el cuidado y mantenimiento, como en la información a los ciudadanos. Desde entonces tomaron en sus manos la causa del TERCER RIEL para peticionar a las autoridades y para informar a la población acerca del “deber ser”, la necesidad de información y precaución.

atnes y ayra

En todos los ámbitos en los que les abren las puertas están brindando esta información.

Este año en su décimo aniversario se reunieron familiares y amigos a recordar a los chicos, tenían 18 años y una vida casi por estrenar. Y con esta ocasión re pintaron la estrella amarilla y nos advirtieron acerca de los riesgos y los cuidados necesarios.

A la vez exigen a las autoridades competentes que cumplan y hagan cumplir las leyes.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *