EL FUTURO EXISTE

novios

Me pongo a escribir pensando en los que están de novios y los que planean estarlo algún día. En los padres y docentes que son referentes para ellos.

Maria Cornu Labat | Abogada | Magister en Matrimonio y Familia | mcornulabat@gmail.com

[dropcap]L[/dropcap] os novios o los que quieren serlo son los que después de leer esta nota van a seguir pensando… y también padres y docentes. Para eso estamos.

A los chicos, que tienen que tomar una decisión para toda la vida, les toca transitar un tiempo difícil, por eso, mientras escribo, pienso en ellos.

Son los destinatarios naturales de lo que quiero comunicar, hablamos de su noviazgo. Es clave. Volvemos a mirar esta etapa de la vida, del crecimiento personal, de su necesidad e importancia para ser felices.

Tiempos difíciles

Decía que comienzan tiempos difíciles y, como escuchamos a diario, hablar de los tiempos difíciles, pareciera que los tiempos son difíciles para todas las cosas.

– Tiempo que no tiene tiempo, vaya contradicción.
– Tiempo que no da lugar a la reflexión, que la rechaza.
– Tiempo que invita a apurarse, a atraparlo, a no dejar que se escape.
– Tiempo que no da tregua, que no quiere esperar.
– Tiempo que no nos deja pensar.
– Tiempo que nos obliga a actuar ya.

Este tiempo, sin dudas, no contempla el compromiso, no abraza el largo plazo, no conoce de proyecto, de futuro, de toda la vida.

El noviazgo es un camino
hacia el sí definitivo en el
Matrimonio.

Tiempo de crecimiento

El noviazgo es un camino hacia el sí definitivo en el matrimonio. Es un camino para conocerse más y llegar un día a decir que sí para toda la vida.

En un mundo en el que el compromiso es casi mala palabra, en que los tiempos se escapan, todo es hoy, todo es corto, todo requiere una solución rápida, decirle a alguien que tiene que tomar una decisión para toda la vida es casi surrealista.

En ese contexto el amor para toda la vida existe, la familia existe, el futuro existe, las personas siguen necesitando respuestas. Los jóvenes siguen teniendo ideales, los hijos siguen llegando como fruto misterioso y enorme de una realidad mucho más poderosa que aquella incluso que podamos comprender.

Primer tiempo

En su primer momento, en ése del que hablamos como enamoramiento, el amor es egoísta. ¿Egoísta? ¿Por qué egoísta? Como el amor es aquel movimiento que lleva a buscar el bien para sí mismo, el amante se acerca al amado porque le produce un bien a él mismo, le agrada, le satisface, le hace bien. Podría decirse que lo quiere para sí.

No hay en esta etapa un interés en lo que le hace bien al otro o en hacerle bien al otro, sino que el foco está puesto en lo bien que le hace al amante estar con el otro.

El bien que le proporciona la otra persona. Le hace bien verla, le hace bien tocarla, le hace bien estar cerca. Hay una enorme conciencia del poder que el otro tiene de transformar al amante.

En la relación de noviazgo, los dos avanzan en forma paralela, es decir, están pasando por la misma etapa del amor, creciendo juntos, en el mismo camino.

El tiempo y sus etapas

Es que el amor tiene sus etapas, cuando los novios que se enamoran, se conocen y se siguen amando, crecen en ese camino. Me gusta mucho ir a las fuentes y definir el amor como una inclinación del alma hacia lo bueno.

 

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