Por Dra. Bibiana Nieto, abogada y profesora universitaria – Ed. María Lescano, periodista
Padres, abuelos, tíos disfrutamos compartiendo en redes recuerdos de familia de familia, especialmente, aquellos en que los niños son los protagonistas.
Las redes nos dan la posibilidad de que familiares y amigos se enteren al mismo tiempo de las noticias que tenemos para compartir. Están los que eligen mostrarse en un viaje o tomando algo en un lugar sofisticado o pasando unas buenas vacaciones.
A veces compartimos desde la primera ecografía hasta la llegada del bebé y recibimos los saludos y felicitaciones de tantas personas que amamos y nos quieren.
Avanzamos con el primer baño, soplando la vela en el primer cumpleaños, después rodeado de sus amiguitos de 3, 4, 5 años. Desde el primer día que va a colegio hasta cuando termina la primaria, pasando por el deporte y todas las gracias que haga. Después ya se ocupan ellos.
Muchas veces nos preocupamos acerca de qué ven y qué publican los hijos, pero los padres, ¿qué comparten?
Derechos personalísimos
La Dra Bibiana Nieto nos advierte acerca de los derechos de los niños respecto de este tipo de publicaciones que hacen los adultos, movidos, sin duda, por el cariño.
Es frecuente el debate sobre la necesidad y las formas de protegerlos. Se advierte a los padres que es preciso estar atentos y vigilantes para que sus hijos al interactuar en ellas no se dañen a sí mismos, ni menoscaben los derechos de otros niños.
Y, sobre todo, se pone el acento en preservarlos de lo que se considera la mayor amenaza: los adultos anónimos, que acechan a sus hijos con el fin de aprovecharse de su situación de vulnerabilidad.
Por ejemplo, a través del acoso virtual con fines sexuales denominado “grooming”.
Si bien es cierto que concientizar sobre estos riesgos es imprescindible, consideramos imperioso, también, por lo vigente y extendido, el tratamiento y el debate acerca del “sharenting”
Qué es el Sharenting
“Sharenting” es un anglisismo utilizado para aludir a la conducta de los padres de difundir fotos y datos de sus hijos en redes sociales “on line”. ¿Cuáles son los riesgos y beneficios de esta conducta?
En principio es un acto lícito de ejercicio de la libertad de expresión por parte de los padres y de disposición de la intimidad personal y familiar. Sin embargo, hay que estar atentos a la tutela de los derechos personalísimos del menor que está reforzada por su situación de persona en proceso de crecimiento.
¿Cómo armonizar la responsabilidad parental con la autonomía progresiva del menor? ¿Cuáles son las consecuencias de la armonización de la responsabilidad parental y la autonomía progresiva del menor?, ¿cómo está en este tema el ordenamiento jurídico argentino?
Sin embargo, más allá de que a partir de los 13 años se exige contar con su consentimiento, interpreto que para compartir información del hijo en redes sociales on line, es necesario conocer y tener en cuenta la opinión del hijo menor de edad con madurez suficiente.
La propuesta está en conversar con el niño qué compartimos, qué no, por qué.
Qué motiva esta participación
Una encuesta realizada en Nueva York en 2015 podría sintetizar las motivaciones en esta línea:
La mayoría de los padres difunde fotos, videos y ciertos datos de sus hijos en redes sociales online, como una forma de comunicarse e interactuar con sus familiares y amigos. También, muchos participan en blogs de padres, para compartir experiencias dando y recibiendo recomendaciones sobre crianza y educación. En definitiva, los progenitores comparten información de sus hijos con la finalidad de obtener beneficios para la familia.
En principio, los padres son los primeros interesados en el bienestar de sus hijos y los que están en la mejor posición para decidir lo que conviene o no compartir en las redes sociales. Pero, en ocasiones, lo hacen sin estar suficientemente informados de las consecuencias de sus revelaciones en línea, y desconocen los efectos a largo plazo de sus publicaciones. Además, si bien, algunos configuran la privacidad para controlar quién puede ver su información personal, muchos usuarios, por desconocimiento, la conforman de manera inadecuada, dejando la información al alcance de cualquier desconocido. Los resultados de una investigación llevada a cabo por un grupo de profesionales de la Universidad de Nueva York corroboró esta situación. Realizaron un trabajo de campo con adultos usuarios de Facebook e Instagram, en el que exploraron cómo la difusión de datos de identificación personal compartida por ellos podía representar un riesgo para los hijos.
Mediante diferentes métodos, entre los que estuvo el rastreo de los datos publicados en las redes sociales de los padres y su vinculación con registros públicos de votantes, lograron inferir la identidad de los niños, incluidos el nombre, la ubicación, la edad, la fecha de nacimiento y la religión.
Por estas razones y muchas más, es urgente concientizar a los padres sobre los potenciales efectos no buscados y gravemente lesivos de los derechos de los menores.
La Dra. Bibiana Nieto estará presentando su libro el lunes a las 17 en la Feria del libro. NO te la pierdas. Más allá de lo jurídico, nos abre los ojos…