PREPARANDO LA NAVIDAD

 

Decoración

 

María Inés C. de Bayá Casal | Docente | minescaballero@gmail.com

 

[dropcap]U[/dropcap]  na de las cosas más lindas que tiene esta parte del año es preparar y vivir la Navidad en familia.

 

[button link=»» color=»red» icon=»» size=»large»]Arrancando[/button]
En nuestro país es costumbre armar el 8 de diciembre el pesebre, esa representación del lugar donde nació Jesús. A muchos les gusta hacerlo lo más parecido posible a una gruta mientras que otros elegimos poner imaginación y creatividad para prepararle ese espacio de distintas maneras. Tal vez como, según nuestra capacidad, hubiéramos deseado que fueran.

En casa nos gusta tener todo listo, ir agregando detalles a lo largo del mes y poner el Niñito recién en la Nochebuena. Así, casi todo el mes de diciembre el pesebre está incompleto.

 

Como en estas fechas las hortensias están en flor, ¿por qué no rodearlo de estas flores? (ver última página) O ponerle más luces, gasas y otros géneros que nos parezcan buenos, por su suavidad o su color.

Las piñas y las ramas de pino son también un clásico en las decoraciones navideñas. Tal vez porque es típico de los lugares de procedencia y tampoco son difíciles de conseguir.

Otra idea, en la línea de ir preparando con tiempo, consiste en juntar por el jardín, o si tenemos la suerte de ir al campo o a la playa, material para fabricar en casa los adornos.

[button link=»» color=»red» icon=»» size=»small»]Durante el mes…[/button]
Pequeños detalles navideños irán apareciendo por la casa, en el edificio y en el barrio. La clásica corona puede tener también diversas versiones. A ver si te gusta la que sugerimos aquí, tiene algo de originalidad.

 

Las botas y los Papá Noel también empiezan a proliferar en estos días. En muchos lugares se ha convertido en el rey de la Navidad y en vez de festejar a Jesús, esperamos los regalos que trae ese simpático que ríe con un “Jo jo jo”.

 

Nuestra sugerencia es que los regalos no sean el centro de la fiesta.

 

Es tan lindo tener detalles, pequeñas atenciones de unos con otros. Especialmente, sorprender a los niños con algún “sueño” que nos hayan contado o estemos adivinando. En definitiva, que grandes y chicos comprendamos que es un día diferente.

 

Un día para acercar un regalo a quien no pueda recibirlo… y esto también lo podemos ir preparando durante el mes. Pensar juntos a quién o a quiénes vamos a sorprender, y cómo.

 

 

[button link=»» color=»red» icon=»» size=»large»]Aparece el arbolito[/button]

El árbol de Navidad, el pino que nos habla de la perennidad, de una vida que es eterna y nos sirve recordarlo con un adorno, será el más lindo que encontremos.

 

Acá te proponemos algunos que son chiquitos pero que rebosan de creatividad y te dan la oportunidad de hacerlo con chicos y grandes.

 

 

 

Mirá estos pinos, los hicimos apilando corteza de árbol de distintos tamaños, no te imaginás el tiempo que le dedicamos en familia a la búsqueda de los materiales y la fabricación de estos arbolitos. Es ese tiempo que los chicos ya tienen libre en estas fechas y muchas veces no sabemos cómo pueden aprovechar pasándola muy bien.

Tenemos otros pinitos como este que viene recargado de angelitos; vos o el más grande arma la estructura, el más chiquito pone los ángeles como él quiera, los que más le gusten, agregamos la iluminación y ¡ya está!

Te proponemos este árbol formado directamente sobre la pared, una superficie plana que tenemos en casa pero que también vos podés fabricar de alguna manera.

 

 

[button link=»» color=»red» icon=»» size=»small»]Y llega el gran día…[/button]
¡Qué fácil puede ser decorar la mesa!

 

 

Con unas copas antiguas y los típicos jazmines de época, armás el florerito.

Pero eso no es todo, las das vuelta y tenés un excelente candelero… las ponés alternadas en la mesa sobre algún camino que te guste.

 

 

Con los chicos hicimos este muy moderno, un poco cibernético, fijate que además de las ramas tradicionales tiene alambres y cables descartados de distintos dispositivos.

Increíble: la base es un espejo…

 

 

 

 

 

Con flores y velas blancas, no te equivocás nunca.

Si tenés jardín, no tengas miedo a mezclar, a combinar todas las flores que encuentres y quieras.

 

Pero también las podés tirar al rojo que con el verde del pino o las ramas que elijas, siempre va a quedar muy bien.

 

 

Los manteles blancos te dan la libertad de crear el centro que más te guste.

 

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