De cara a las próximas elecciones y comprometidos con el largo plazo, profesionales de distintas ramas “gente nueva” se comprometen en política, ¿qué se juegan?, ¿qué dejan?, ¿qué ganan?, ¿quién gana?
Entrevistó: María Amalia Caballero – Dra en Comunicación Pública
Editó: María Lescano – Periodista
En Sembrar Valores es una práctica habitual: cuando se acercan las elecciones, nosotros nos acercamos a quienes están en la cancha con distintas miradas. Esta vez, el foco está puesto en gente nueva. Profesionales jóvenes, y no tanto, que en este momento de sus vidas, deciden dar el paso a la política.
Somos conscientes de que estas elecciones intermedias tienen gran importancia aunque, a veces, parecen ignoradas para las mayorías. Acá se juegan las cámaras, esos espacios donde se elaboran las leyes, las que nos definen como sociedad.
Se juegan las cámaras, esos espacios donde se elaboran las leyes, las que nos definen como sociedad.
¿Te sentís representado? Ahora, ¿quién me representa?, ¿con qué valores me identifico?
No proponemos identificarse con los entrevistados, intentamos reflexionar junto a quienes intentan poner a la familia y los valores en las políticas públicas. Ellos serán candidatos, o no, pero en esta nota nos ayudan a pensar.
No elegimos presidente o gobernador, elegimos a quienes nos van a representar en el Congreso.
El viejo no te metas
Como a vos o como a mí, a muchos de ellos le dijeron que la política es sucia, que siempre terminás negociando los principios no negociables… qué prometen lo que saben que no van a cumplir… En definitiva: “no te metas” Con esta perspectiva, podemos llamarlos valientes. Aunque, ellos no lo sienten así.
Ninguno de estos entrevistados milita en los partidos mayoritarios de los que hoy ocupan las bancas y tienen espacio en los grandes medios. Hablamos con ciudadanos que dan sus primeros pasos en política. Son personas que han transitado su vida personal y profesional por otro lados, seguramente como vos y como yo, y la pregunta apunta a descubrir ¿qué los mueve a dar ese paso?, ¿vale la pena?
Desde Sembrar Valores
Nos guste o no, todos hacemos “política” y tenemos nuestra manera de encarar la realidad que, aun cuando no la llamemos así, es una postura política. Estoy marcando aquí la diferencia entre hacer política no partidaria o participar en un partido tradicional, nuevo o en formación.
Política no partidaria o participar en un partido
Las distintas asociaciones civiles, a su manera, hacen política alimentaria, de salud, de educación… Sin embargo, generalmente, decimos o escuchamos: yo en política no me meto.
Esta nota tiene tres partes, primero te presentamos a los entrevistados, después les hicimos algunas preguntas, sus respuestas te van a interesar, tal vez te harán pensar porque te identifican o por el contrario, no es lo tuyo, no es tu opinión.
Y, en la tercera te contamos cómo fue la charla que mantuvimos con todos ellos en un zoom, como es lo propio de esta época.
CONOZCAMOS a los entrevistados
María Alejandra Muchart (Alejandra) es abogada, Docente Universitaria y Magister en Derecho Civil. Miembro de Abogados por la Vida y del Consejo Académico de Ética en la Medicina. Tiene su domicilio en la zona de tribunales. Es Presidente del partido es la Democracia Cristiana distrito CABA, partido tradicional.
Martín Zeballos Ayerza (46) es abogado y Magister en Administración y Políticas Públicas, miembro fundador del partido político en formación NOS en la Ciudad de Buenos Aires (en formación).
Maximiliano López Acebo (49) es analista de sistemas y trabaja como Project Manager en el área corporativa de American Express. Vive en la zona de Congreso y participa en el partido Valores Para Mi País desde hace 10 años. Hoy es presidente del partido en Ciudad de Buenos Aires, miembro del Comité Estratégico Nacional.
Raquel Flores Barrantes (46), Lic. en Ciencias Políticas y Orientación Familiar. Vive en Salta, está casada y tiene una hija. Después de trabajar varios años en política (con “jefes” de distintas alineaciones), su actividad se ha centrado en el ámbito de la Sociedad Civil en Fundación Varkey.
Martha Roguin de Rodríguez (60) es pastora evangélica, Directora de un centro de entrenamiento misionero interdenominacional e internacional JUCUM (ywam.org, jucum.com.ar), Directora del movimiento de Mujeres de Fe para una Nación Diferente, Parte del equipo de Iniciativa Integridad, Equipo pastoral del Centro Nacional de Oración. Se define como militante y referente del movimiento provida, profamilia. Sin estar afiliada a ningún partido político, acompaña a candidatos de distintos partidos.
Rosario Sylvester (35), se define como docente de alma y de profesión. Da clases en un colegio. No milita en ningún partido político. Busca participar desde un espacio de acción y toma de decisiones. Vive en Salta.
Si bien están en partidos diferentes y tienen actitudes distintas respecto de la política, los une un hilo invisible: los valores.
Vamos a las preguntas
¿Qué valores privilegiás en la actividad política?
Al llegar a esta pregunta, pensamos que las respuestas serían más o menos las mismas, y miren cómo se dispararon:
MARTÍN: El AMOR a nuestra Argentina tan golpeada, que es un ser vivo y necesita que lo amen. El amor es la energía vital que me impulsa. El AMOR nos hace cometer locuras, por ejemplo: resignar tiempo personal para meterle actitud de servicio y profesionalismo a la política.
MAXIMILIANO: Honestidad, lealtad, compasión, perseverancia, responsabilidad, confianza, respeto, coherencia.
ALEJANDRA: Honestidad, justicia, libertad, respeto, la responsabilidad, empatía y solidaridad.
El amor auténtico es el verdadero motor de transformación
RAQUEL: Creo que el amor auténtico es el verdadero motor de transformación: de realidades que duelen, a realidades que sanan y el fundamento de las demás virtudes que necesita un político para servir, como la prudencia, la fortaleza, la justicia y la templanza. Sin un corazón compasivo, convertimos a la política en tierra infértil y tenemos experiencia de sobra en ello. Si no hay un trabajo de mejora personal, resulta imposible que la política esté al servicio de la persona humana.
ROSARIO: La integridad y la coherencia es el valor que anhelo en un político. El respeto a la vida humana y una sana antropología para que tenga una visión amplia que ponga al ser humano y su dignidad en el centro del quehacer político. La austeridad, el compromiso, la organización y un liderazgo conciliador que sea capaz de unir a los argentinos.
MARTHA: Honestidad, Capacidad de Gestión, Trabajo en Cooperación, con un fuerte sentido de la realidad social (pies sobre la tierra).
En la diversidad, sigue presente el “hilo invisible”.
¿Qué te movió dar un paso a la política? ¿Dejaste la actividad profesional?
ALEJANDRA: El considerar que había que involucrarse, porque no es suficiente la crítica o ser observador desde afuera. Al contar con apoyo, por ahora, puedo seguir sosteniendo mi actividad profesional, que es mi fuente de ingresos.
MAXIMILIANO: Me motivó la vocación de ayudar de una manera práctica a la gente estando en los lugares en donde se deciden las políticas públicas. Todavía no dejé la actividad profesional.
Me formé, trabajé en el Estado, hice investigación.
MARTÍN: En 2007 Argentina y yo fuimos testigos de la pelea entre un gobierno y el sector agropecuario. Sentí que tenía que hacer algo por nuestro país. Desde entonces me formé, trabajé en el Estado, hice investigación. Sigo en la actividad profesional: en el derecho y en la política (cada vez más).
RAQUEL: Mi actividad profesional estuvo atravesada por la política. Trabajé 15 años como asesora en el poder ejecutivo y legislativo nacional, provincial y municipal. Conocí las luces y sombras de un sistema conformado por políticos de los que aprendí mucho. Me alegré con aquéllos generosos y dispuestos a brindarse, pero también, me dolieron la ingratitud y las miserias propias de la mezquindad humana.
Hace unos siete años, me metí de lleno en el mundo de las Fundaciones y lo que más valoro, es la común unión de personas movidas por una misma misión y la agilidad para ponerse manos a la obra. En ese mundo, aprendí que lo fundamental es la confianza y el valor inmensurable del trabajo en equipo. También, reconocí la solidez de las redes que se tejen a nivel global para buscar soluciones a problemas comunes.
Actualmente trabajo en Fundación Varkey, una organización que reúne miradas muy diversas, pero donde prevalece la convicción de que la solución a muchos problemas, personales y sociales, es la educación.
ROSARIO: El ataque a los valores más fundamentales es algo que me mueve, que me quema, que me hace salir de mi misma para buscar creativamente propuestas que permitan defender lo que consideramos más sagrado.
El tema del aborto me interpeló en lo más profundo. Después de un largo camino de generar iniciativas de todo tipo: movilizaciones, participación mediática, redacción de artículos, charlas y muchos etc., llegué a la conclusión de que no alcanza con estar en el frente de batalla solamente para responder ataques.
Es urgente una participación propositiva, desde los lugares de toma de decisiones. Es urgente una alternativa al liderazgo destructivo, carente de valores innegociables.
No abandoné mi trabajo como docente. Creo que la educación es una gran vocación y un lugar para aportar, sembrar, construir, algo tan necesario como urgente.
¿Sabés que la actividad política es muy demandante y puede afectar a la vida familiar?
MARTÍN: Uff. Así es. Trabajar para mejorar la vida de nuestros compatriotas puede traernos grandes satisfacciones. Sin embargo, hacer un aporte al bien común perderá sentido si, al final del día, no tenemos una familia con la cual compartir nuestros afanes, nuestras desilusiones y nuestros éxitos. En nuestro hogar están los destinatarios últimos del amor con el cual afrontamos, cada día, nuestras ganas de trabajar para tener un país mejor. Cada momento político y familiar tiene su propio afán y es algo que se va conversando paso a paso.
ALEJANDRA: Sí, sé que la actividad política es muy demandante y se sacrifica la familia. Hemos conversado y apoyan porque saben que hay que involucrarse y hacer sacrificios por el bien común.
MAXIMILIANO: Desde antes de involucrarme en la actividad política, ya era un tema consensuado con mi esposa y mi hijo. Sabemos que, especialmente en tiempos de campaña, demanda la mayoría de mi tiempo y atención, de hecho muchas de las actividades políticas las hacemos en familia.
Muchas de las actividades políticas las hacemos en familia.
MARTHA: Sí, por eso es tan importante el acompañamiento de la sociedad civil, para que aquellos que se involucran en este frente de batalla se sientan respaldados ante las distintas situaciones y cuenten con un consejo adecuado y estratégico en el momento oportuno.
Qué le dirías a alguien que piensa que la política es perder el tiempo, que es ensuciarse o al menos desgastarse.
RAQUEL: Le diría que implica una gran “inversión” de tiempo. Que uno tiene el riesgo de ensuciarse las manos en cualquier tipo de trabajo si no permanece fiel a sus convicciones. Y, que hacer política es sinónimo de darse; algo que no siempre es placentero porque implica renuncias.
MARTÍN: Si amar a alguien es perder el tiempo, si cree que no hay que ensuciarse por amor a alguien, si amar puede desgastarlo con el correr del tiempo, le diría que sí, que tiene razón. Pero, le diría, también, que lo que da sentido a la vida es el amor y que la política es una herramienta que puede y debe ser usada con amor. A nuestros hermanos, a nuestra ciudad y a nuestro país.
MAXIMILIANO: Nada que hagamos con convicción, pasión y honestidad será tiempo perdido. Como en cualquier ámbito en donde se maneja poder, habrá oportunidades de ensuciarse, pero será nuestra convicción y valores los que nos mantendrán a salvo de eso.
Si realmente nos comprometemos de lleno, será una actividad desafiante y por momentos agotadora, por eso es importante tener la clara convicción de nuestra vocación, para permanecer firmes durante ese proceso.
ALEJANDRA: Que si quiere realmente ayudar al ciudadano debe involucrase. No es ensuciarse, sino es conocer la situación y avanzar sacando a los corruptos. No voy a mentir, es cansador, pero todo lo bueno tiene un sacrificio.
MARTHA: Por ese pensamiento la Argentina está como está. Necesitamos gente con la idoneidad y la valentía para trabajar en ese terreno.
El desafío es hacer de la participación política una causa noble.
ROSARIO: Que pensé lo mismo mucho tiempo. Sin duda es un terreno barroso, difícil, incomprensible por momentos. Pero, alguien tiene que hacerlo. Ensuciarse y desgastarse por causas nobles, vale la pena. El desafío es hacer de la participación política una causa noble.
Y, ¿qué dirías a alguien que está dudando si meterse o no en política?
ALEJANDRA: Que es muy linda, si se hace con respeto, que hay mucho para hacer y todos somos necesarios.
Carlos Polo y Carlos Beltramo: “La peor forma de participar en política es NO participar. Porque de ese modo son otros los que deciden por vos.”
MARTÍN: Citaría a Carlos Polo y Carlos Beltramo: “La peor forma de participar en política es NO participar. Porque de ese modo son otros los que deciden por vos.” Es una tarea altamente desafiante y la política no es solamente la política partidaria. En las ONGs, en las cooperadoras de las escuelas, en los clubes, en grupos de vecinos, en las parroquias, en fundaciones… hacer una contribución al bien común desde cada uno de esos lugares es hacer política también.
MAXIMILIANO: La duda esconde una vocación incipiente, le recomendaría que busque el espacio que mejor represente sus valores y metas, y haga la prueba de participar. Es bueno plantear desde el principio cuánto tiempo podré dedicar a la militancia, para no generar ni generarse falsas expectativas y frustrarse.
ROSARIO: La política es desde donde más se puede cambiar las realidades. Y, el lugar que no ocupemos, lo va a ocupar otro.
RAQUEL: Las cosas que me digo a mí misma. Por ejemplo, que se pregunte si le duele la pobreza. No me refiero sólo a la pobreza económica, sino también, a la pobreza más dolorosa, que es el no saberse amado por alguien. Me parece que la raíz de muchas heridas, es esa especie de orfandad personal y social en un mundo hiper – conectado. También, le aconsejaría que piense si está dispuesto a servir “hasta que duela”. Principalmente, si es creyente, que discierna con Dios si meterse en política es lo que Él quiere.
MARTHA: Que lo consulte con su familia, que se capacite y que no se involucre sin tener un equipo que lo acompañe.
Cara a cara
Y llegó el momento del cara a cara, que como casi todo en esta “temporada” es un zoom.
Si militan por los mismos valores, ¿por qué no se presentan juntos?, ¿será una cuestión de egos?, ¿cómo debería ser la relación entre ellos en campaña? Estos y muchos otros temas fueron aflorando en la conversación.
Coinciden en que las relaciones personales son primordiales, el disenso en el discurso, en la propuesta no es algo que refiera a lo personal. Se habla de construir puentes, crear espacios y evitar el fuego amigo. Las discusiones que podemos tener son para un café entre nosotros, no para los medios.
Ocupar diferentes espacios en la campaña no nos hace enemigos
Ocupar diferentes espacios en la campaña no nos hace enemigos y, si hay algo incorrecto y es necesaria la denuncia, no significa descartar a las personas.
También, conviene pensar en el largo plazo, cuando lleguemos a la posición a la cual aspiramos vamos a necesitar trabajar juntos.
Cuando lleguemos vamos a necesitar trabajar juntos.
Entre los valores que compartimos está el de privilegiar la defensa de la vida porque sin vida no hay ningún derecho, el lugar de la familia en la sociedad.
No es fácil porque se necesita marcar las diferencias pero sin ataques a la persona.
Además, sabemos que en cada acto estamos haciendo política entonces en la relación se privilegia el respeto. No es fácil porque se necesita marcar las diferencias pero sin ataques a la persona, evitando lo que lesiona, lo que corrompe la confianza. Es como ese papel arrugado que quedará siempre así.
Tampoco el hacer frentes o alianzas, significa resignar ideales de un partido. La alianza es una cuestión técnica que se hace entre partidos no entre personas.
Esto no es un River Boca, este es como el mundial donde todos somos del mismo equipo, vamos por una Argentina Próspera, Feliz y Federal… pero en el partido que militás te tenés que sentir cómodo, y siempre hay matices que los diferencian.
Si fuéramos un solo partido, estaríamos resignando algo: la diferencia. Sería nefasto como bajaría la iniciativa… no somos lo mismo pero trabajamos como aliados.
Y vuelve la idea de respetar:
– respetar los valores,
– no traicionar al votante,
– marcas las diferencias porque todos los ciudadanos debemos estar representados en las cámaras,
– cuando hay una sola voz, cuando el congreso se convierte en un “canon”, no sirve.
– necesitamos explicar por qué no nos unimos, porque le reconocemos el poder al que vota.
– La campaña se ve como una actividad de docencia, no con peleas que solo entienden los que están peleando.
Esta elección intermedia es muy importante, por algo siguen intentando modificar las fechas aunque sea un acto que va contra la constitución.
En las cámaras ¿qué está en juego?
-la expropiación de las escuelas confesionales
-la ley de eutanasia, hay consenso entre los que integran hoy el Congreso. Se votó el aborto, ahora la eutanasia y ¿lo vamos a dejar así?
Y hay un cierre, el poder es de los ciudadanos y tiene cuotas, está en los partidos, en la justicia, en los sindicatos, en las empresas, en las organizaciones de la sociedad civil. Es tarea de todos.
En la próxima entrega, Caras nuevas en los partidos mayoritarios.