Para lograr la città ideale: Participar

Al ver tanta gente descontenta, opté por buscar referencias de ¨la ciudad ideal¨, recopilando ejemplos comprobé que “lo mío”: participar, no era original.

Por María de los Ángeles Mainardi, Licenciada en Gestión Educativa, Máster en Bioética, Periodista Profesional.  mariadelosangelesmainardi@gmail.com

Como, ya desde la antigüedad se ocuparon de diseñar la ciudad ideal para el bienestar físico del hombre y para que cubriera sus necesidades sociales y espirituales, me remonté a Platón, Aristóteles, a la ciudad celeste o nueva Jerusalén, a las dos ciudades de San Agustín, a la Utopía de Tomas Moro, por no mencionar las más Antiguas ni civilizaciones no occidentales, en todas encontré que hay una búsqueda de lo bello y lo bueno como propio y natural del hombre.

La cittá ideale

Mientras que la La città ideale en el Renacimiento la buscaba por medio de la belleza reflejada en la arquitectura y al arte hoy ¿Dónde asentamos el ideal de nuestra ciudadanía?

Desde la segunda mitad del siglo pasado hasta nuestros días en innumerables Encuentros, Congresos y hasta Cátedras que trataron el tema de la búsqueda de la Ciudad Ideal. Compartiré sólo algunos puntos elegidos.

Identidad

Recomiendan que, más allá de donde se haya nacido, se busque definir la propia identidad. ¿Cómo? A través de la historia local, de buscar las raíces auténticas.

Litto Nebbia, cantor y compositor argentino, en su canción “Quien quiera oir oiga” repite, Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia; la verdadera historia. Habla de no quedarse con una historia sesgada: Conocer ambas versiones nos permite saber las fortalezas y debilidades de nuestro municipio, provincia y país.

Para diferenciar el sesgo de la información que recibimos, nos advierte acerca de la necesidad de conocer la postura del medio / de la fuente que nos la brinda.

En la Escuela como en la vida

Necesitamos información ordenada, veraz y útil, aunque el sentido puede cambiar donde la veracidad se encuentra direccionada, por lo que debemos buscar un punto o sentido específico, ya que, por ejemplo, cuando se habla o se escribe refiriendo datos médicos, jurídicos, políticos o religiosos, etc. se direccionan en un sentido específico según los intereses de la Empresa de Comunicación.

También es necesario saber quién creó la bandera y que San Martín cruzó los Andes, pero no es suficiente. Precisamos conocer, también, nuestra Constitución, saber que al modificarla en 1994 obtuvieron Rango Constitucional las Convenciones Internacionales de Derechos Humanos y que fueron ratificadas por nuestro Congreso Nacional, interiorizarnos de las leyes que están en tratamiento, etc.

En los años ‘90 se reconocen como procedimientos de participación:

  • Las audiencias públicas,
  • iniciativa popular,
  • referéndum,
  • consulta,
  • concertación asociada a la planificación del desarrollo,
  • participación en programas y campos específicos,
  • La consulta en la planificación y el desarrollo regional, participación de usuarios en la dirección y administración de empresas municipales, presupuesto participativo, etc.

Y, como siempre, en lo cotidiano, las cartas a lectores (mails, wtsp y otras redes), participación en encuestas. para hacer visible cada postura.

De adentro hacia afuera

Por añadidura, si queremos afinar en la búsqueda necesitamos hacer, al menos, un paneo de lo que pasa en el mundo a través de canales extranjeros. La mirada global nos ayuda también a estar más y mejor actualizados. A sabiendas de que: cuando ves a tu vecino afeitar pon tus barbas a remojar. Y ante los éxitos de aquellos, tomar ejemplo para imitarlos con las indispensables adecuaciones a la realidad local.

Entonces, vemos que se trata de no escapar de las deliberaciones, sino, por el contrario ir examinando atentamente, analizando y, sin ninguna vergüenza, pidiendo explicaciones, siempre que las necesitemos o queramos contrastar opiniones y percepciones de una misma realidad.

Ahora sí, ¡a participar!

Y una vez que estamos informados, la palabra clave es ¨participar¨, porque la participación, junto con la libertad, es parte de la Dignidad de la persona. Hay cuatro principios que seguramente los has oído mencionar como los “no negociables» y son exigibles para aplicarse a la participación en el orden civil:

1* La defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

2* La defensa del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer abierta a los hijos y a la educación de los mismos.

3* El derecho de los padres sobre la educación de sus hijos.

4* El Bien Común.

Por eso, en la línea de la participación es conveniente interiorizarnos de los mecanismos que ya rigen en el consorcio del edificio o barrio en que vivimos, del colegio de los hijos, de la empresa, el municipio, etc.

Participar es como andar en bicicleta, a participar se aprende participando. Y, sugiero estar muy atentos para que las diferencias partidarias no nos hagan perder de vista lo principal.

Y, ¿si se trata de los no negociables?

Una vez que tenemos la información, si hay alguna actitud que va contra los principios no negociable o contra la convivencia es la obligación del buen ciudadano no consentir y actuar en consecuencia. Sabiendo que contamos con las vías del derecho para ordenar las acciones hacia el bien común.

La ética, los valores, la moral y la religión son cuestiones complejas pero es altamente apasionante introducirse en su estudio para velar por el bien público sobre el particular y, a la vez, escuchar el clamor de Francisco que nos impele a velar por los más débiles.

En esto de la participación cívica, no hay teorías que valgan. No alcanza con cátedras, conferencias o clases de ciudadanía. Así como, ¨la práctica hace al maestro¨, para llegar a los niños con estas pautas es necesario hacérselas vivir deliberadamente en casa, en el aula y realizando proyectos que impacten en la comunidad es como  niños y jóvenes aprenden a vivirlos. Muchos colegios tienen estas prácticas hace años, y se puede hacer todavía mucho más.

Seguramente, los meses de encierro que tantos dolores de cabeza han traído a padres y docentes por la aplicación “de urgencia” y, me atrevo a decir “improvisada”, dejará enormes enseñanzas en transmisión de valores y trabajo en conjunto.

El cuidado del medio ambiente

Hoy que están más en boga los proyectos que buscan cuidar el medio ambiente, habría que sumarles la protección de los más débiles, niños, ancianos, huérfanos e indigentes, etc.

Será, justamente nuestra participación la que convertirá a nuestra ciudad en la città ideale para la felicidad de nuestra familia.

En la foto de entrada la Lic. María de los Angeles Mainardi recibe la distinción Juana Azurduy de manos de la Senadora Cristina Fiore.

 

[notification type=»information» title=»Fuentes»]Leoluca, Orlando, ex alcalde de Palermo (Italia); Manuel José Cepeda, magistrado de la Corte Constitucional; Antanas Mockus, filósofo y ex alcalde de Bogotá, y Bernardo Toro, decano de la Facultad de Educación de la Universidad Javeriana. https://www.ejemplode.com/13-ciencia/3476-caracteristicas_de_la_informacion.html#ixzz6SbG716Dl (Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles, nos. 44-56) (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, no. 160).[/notification]

Acerca de la autora

Presidente de Estilo de Mujer Asociación Civil y miembro de la Comisión Directiva de Sembrar Valores. Miembro del Comité de Bioética del Hospital Rivadavia. Reconocida en el Senado de la Nación con la Mención de Honor Juana Azurduy.

https://www.estilodemujer.org.ar/

https://www.redfederaldefamilias.org/

https://www.facebook.com/pages/Cultura-de-la-Vida/420294631387708
https://www.sembrarvalores.com.ar/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *