Por Dra. María Amalia Caballero – periodista – @mariaamalia.caballero.9
Construcción con materiales traídos de Europa, mármoles y arañas, todo de primera calidad para un hogar de niñas huérfanas…
Eran otros tiempos, es verdad, pero estar ahí y escuchar a las “exalumnas”, niñas que pasaron allí su infancia y adolescencia, recordar esos años con inmenso amor y agradecimiento… moviliza.
-Buenos días, ¿fuiste feliz acá?
-¡Sí!, por eso estoy acá, vengo siempre que me invitan. Primero sufrimos, como todos.
-¿Sufrías por separarte de tus padres?
-Sufría por la separación de mi abuelitos, vivía con ellos. Mi papá nos dejó y fuimos a vivir con mis abuelos, cuando falleció la abuelita, como mamá trabajaba y el abuelo no se podía hacer cargo de todo, me trajeron. Aquí hice la escuela primaria.
-¿Cómo te fue a la salida del colegio?
-Cuando salí del colegio viví poco tiempo con mi mamá y después me fui con mi tía, hasta que me casé.
-¿Tenés hijos?
-Sí cuatro, dos están viviendo en España así que hay que ir a visitarlos.
¡Felicitaciones!
Angelita de Matei
-Vivi desde los 6 a los 14, mi papá vivía, mi mamá nos dejó, éramos dos hermanas. Aquí tuvimos una infancia muy feliz. Tengo mis mejores amigas, una que no pudo venir porque vive en Luján pero siempre nos hablamos y nos vemos. Nos seguimos viendo. Vinimos con mi hermana Irma, somos inseparables.
-¿Quién estaba a cargo cuando ustedes vinieron?
– Estaban las religiosas, eran muy buenas, nos cuidaban, las queríamos mucho, lo más triste cuando las sacaron.
-¿Cómo?, ¿las sacaron?
– Sí, cuando pasó a ser del Estado.
Las hermanas Concepción Unzué de Casares y María de los Remedios Unzué de Alvear, en1910, ordenaron la construcción de un edificio a la memoria de su padre Saturnino Unzué. La obra que estuvo a cargo del arquitecto francés Louis Faure-Dujarric y su constructor fue Mauricio Cremonte.
El destino del edificio fue un hogar para niñas huérfanas o abandonadas por su familia, tal vez por eso resulta especialmente grato recibir estos testimonios de años felices, de amistades arraigadas.
Hoy el edificio se llama Espacio Unzué, pertenece al Estado Nacional en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social. Su destino siguen siendo los niños, espacios de juego y también de aprendizaje.
Desde 1997 es Monumento Histórico Nacional, su belleza impacta a penas entrás en la ciudad de Mar del Plata, por eso es también un espacio turístico.
En 1989, el Oratorio de la Inmaculada Concepción que está adentro del edificio (construcción 1912) fue declarado Monumento Histórico Nacional.
La belleza de la construcción y su maravilloso órgano fueron reinaugurados el 8 de diciembre con toda la solemnidad del caso. Entre las asistentes estaban las exalumnas y descendientes de las familias donantes, junto a tantos marplatenses para quienes el Instituto es un punto de referencia, de arte y cultura.