El juego del calamar
Recomendación: adultos y jóvenes
Personas súper endeudadas aceptan una extraña invitación a un juego que parece infantil pero acaba siendo extremadamente violente y mortífero.. Es una especie de «reality» de personas que roban mucho dinero pero el error se paga con la vida. En el esplendor del cine coreano es la primera serie.
Ficha técnica
Dirección y música: Huang Dong Hyuk
Violencia: medida y controlada
Comentario
Citamos a José María Arité de decine21.com: En la trama pueden reconocerse algunas influencias y semejanzas con títulos recientes, por ejemplo la saga juvenil Los juegos del hambre. Desde luego, la idea de personas encerradas y la estética de captores enmascarados con monos rojos hace pensar enseguida en La casa de papel. La catarsis de la obligada convivencia también nos puede hacer pensar en Perdidos.
No sería nada si todo quedara en la pantalla y quienes lo vieran fueran adultos emocionalmente. El elenco es increíble y los efectos espectaculares, tiene todo para ser una serie altamente adictiva. En este caso podemos advertir doble riesgo, una vez vista, cuesta dejarla y es muy sugerente adoptar ese tipo de conductas en la vida real. No estamos inventando nada ya hay muchos ejemplos.
En Argentina, al igual que en tantos lugares del mundo, juego del Calamar muestra realidades muy dolorosas en las cuales, la “tentación está”: arriesgar la vida a cambio de dinero «fácil».
No pasa nada, ya sabemos que los medios son un negocio… pero ¿no pasa nada?
Si la fuente de su negocio son menores… en las series que mencionamos son adolescentes. Se muestra el uno contra otro, incluso a sacrificarse por el otro.
La idea de los juegos infantiles, moviliza a todos, nuestra nostalgia por la infancia, los castillos, las bolitas…
Hay riesgos entre chicos y grandes. Cuando preguntas ¿público adecuado? dan ganas de decir es inadecuado… Sin embargo el éxito por su calidad de producción es merecido.
Para conocer más sobre series adictivas te invitamos a entrar en: https://sembrarvalores.org.ar/web/netflix-y-su-gran-negocio-las-series-adictivas-ii/