Graciela Naum y su hija
Se acerca el verano y quisimos adelantar algo de lo que se viene. Una charla a fondo sobre mucho más que moda y estilo.
MARIA AMALIA CABALLERO | DRA. EN COMUNICACIÓN PÚBLICA | DIRECCION@SEMBRARVALORES.ORG.AR
[dropcap]E[/dropcap] n las puertas de la nueva temporada primavera-verano, nos sentamos a charlar con la reconcida diseñadora Graciela Naum. Con la moda como tema disparador conversamos, sin embargo, sobre la mujer, la familia, el trabajo y la responsabilidad social.
SV| ¿Cómo surge tu vocación por la moda, cuál es tu formación previa?
GN| Bueno, yo había estudiado museología, nada que ver, y cuando me casé, muy joven, me fui a vivir al Cerro de las Rosas, cerca del centro de Córdoba. Allí nacieron mis tres hijos y yo me dedicaba a hacerles la ropa. Como los modelos siempre tenían algún detalle, algunas amigas o conocidas me pedían que les creara uno para su hijo o porque querían hacer algún regalo.
Como me gustaba seguí adelante. Después empecé a hacer los shorts de baño para los chicos y di un paso más al hacer ropa de hombre.
SV| La ropa de hombre es especialmente difícil, ¿cómo se te ocurrió?
GN| Desde chica iba al negocio de ropa de hombres que tenía mi hermano, así que allí había detectado qué es un buen corte, aprendí a distinguir los tipos de género. No sé, se fue dando así.
Vestir a una mujer
SV| ¿Cómo das el paso a la ropa femenina?
GN| De nuevo fue saliendo, pero aquí ya encontré mi gusto, mi camino. Encontré también un segmento femenino muy interesante.
SV| ¿A qué te referís cuando hablás de un segmento interesante?
GN| Hablo de la mujer lógica, la mujer a la que me dirijo con lo que hago; son mujeres de entre 38 y 60 años. Mujeres que se levantan cada mañana, llevan los chicos al colegio, practican algún deporte, tienen su vida profesional, compromisos sociales.
SV| Me gusta esa expresión “mujer lógica”. ¿Cuál es, según tu visión, el impacto de esa mujer en la sociedad?
GN| Para mí la presencia de la mujer es definitoria. Si la mujer sabe estar, se viste de acuerdo a su edad, sin estridencias, tiene un vocabulario lógico, todo el ambiente a su alrededor mejora. Sin violencias, sin destemplanzas… marca un tono. Cualquier mujer lo puede hacer.
Entonces, Graciela toma una cartulina donde hay un collage de fotos de revistas. Se nota que es más bien antigua y que está muy usada.
Allí nos va señalando:
GN| En el centro está la mujer a la que me dirijo, es moderna, activa y tiene un interés por el medio ambiente; alrededor, las cosas que a ella le importan: la familia, cocinar algo rico para sus seres queridos, le gusta el arte, es inquieta, es profesional, le importa que su entorno sea grato, un lindo paisaje, el contacto con la naturaleza y sigo enumerando…
SV| A través de la moda, de tu trabajo, vestís a la mujer, ¿cuáles son las tendencias para este verano?
GN| Más que hablar de moda, me gusta hablar de estilo, el estilo es algo que se cultiva, que permanece, en cambio a la moda la veo como algo cambiante. Me imagino una pirámide en cuya base están los básicos, y las tendencias son como la frutilla de la torta, algo que pasa.
SV| Es curioso hablar de lo que permanece en un momento en el que todo parece que es «para ya» y en que a los jóvenes les cuesta pensar con esa proyección.
GN| Sí, en realidad mi público son mujeres un poco más grandes quienes, si han madurado, ya entienden el valor del compromiso, de lo que dura. Ahora mi hija está sacando la colección “B35”, con la cual alcanzamos a mamás jóvenes.
En este punto me doy cuenta de que Graciela dice que lo ha hecho de modo intuitivo pero que tiene un bagaje y una formación muy profunda.
SV| ¿Cómo se fue dando la creatividad, la permanencia, el estilo?
GN| Nosotros seguimos viajando todos los años un par de veces a Europa y allí encontramos la calidad en los tejidos, podemos seguir a algunos diseñadores. No las marcas, que cambian de directores y hacen, a veces, giros violentos. Seguimos a diseñadores o directores que nos gustan, que van con el estilo que queremos lograr en las mujeres para quienes trabajamos.
Familia y trabajo
SV| Para nuestro público es muy importante conocer cómo se logra ese equilibrio entre familia y trabajo.
GN| En nuestro caso, no hay separación entre familia y trabajo. En GN trabajamos mi marido, mi hija y yo. En casa siempre estuvo todo muy unido, no se sabe dónde empieza uno y termina el otro, lo cual no es menor porque un día tenés un problema con tu marido y lo tenés con tu socio y al revés. O van juntos a una reunión de trabajo, están todos ahí y vos disentís no sólo con tu socio sino también con tu marido. A nosotros se nos dio así y está bien. Mucha gente que conozco del rubro me cuenta que para ellos es igual. Ahora, si me lo preguntás, no es lo que recomendaría.
Los dos hijos varones están en un emprendimiento lácteo. Estaba bueno que ellos trajeran y tomaran otros aires.
Los talleres
SV| Sé que toco un tema sensible, pero tu marca se vio afectada por denuncias relacionadas con las condiciones de trabajo en los talleres.
GN| Gracias por preguntar, pocos lo hacen y necesito que se conozca cómo fue.
Vestí a Máxima Zorreguieta durante muchísimos años. Ahora, Máxima es la reina y se viste, como es lógico, con diseñadores holandeses o belgas. En ese momento Máxima estaba en Buenos Aires con la Reina de Holanda. En esas circunstancias surge una pelea de un empleado de un taller con su jefe. Era un momento para alcanzar notoriedad con el tema de los talleres esclavos, no era nuestro caso pero ese asunto fue el disparador.
Nos asesoraron desde Holanda, hicimos controlar cada uno de nuestros talleres y también fueron revisados por el Gobierno de la Ciudad quienes encontraron todo en orden. Sólo en un taller hicieron algunas recomendaciones técnicas. Sufrí muchísimo con todo eso y aprendí qué es Responsabilidad Social Empresaria.