Tenemos un juicio acerca de nosotros mismos que nos aleja de la persona que queremos y podemos ser. Carol Dweck tiene propuestas que nos ayudan en lo personal y en la educación de los hijos.
Por Cecilia Palavecino – Lic. en Orientación familiar – Coach familiar – @ceciliazpalavecino
¿Te preguntaste alguna vez cuáles son tus creencias limitantes?
La Dra Carol Dweck es psicóloga e investigadora, reconocida por su trabajo en el mindset. Son conceptos que presenta como mentalidad fija atribuible a personas que creen que la inteligencia es innata e inmutable. Mientras otras entienden que sus habilidades pueden mejorar con esfuerzo y entrenamiento, ella define esta actitud como mentalidad de crecimiento.
De esta manera, contrapone a la definición del cerebro equiparado a una computadora con la información que aportan a los conocimientos actuales sobre neuroplasticidad que permiten considerarlo como un MÚSCULO, que se puede entrenar y mejorar. De ahí surgen los conceptos de MENTALIDAD DE CRECIMIENTO vs MENTALIDAD FIJA.
Asumir esta mentalidad de crecimiento conduce a mejorar en autoestima, porque ya que asume que el ser humano no está definido inexorablemente por sus acciones y anima a conocer el ser más allá del hacer.
Pensando en los hijos
Si aplicamos estas teorías a la educación de nuestros hijos, para quienes deseamos una buena autoestima, su propuesta consiste en el desarrollo de cinco habilidades: alentar, tolerar, disfrutar, capitalizar y respetar.
Veamos ejemplos prácticos en situaciones habituales:
- Alentar sus intentos: “¡Cómo te esforzaste en el entrenamiento!”.
- Tolerar la frustración: “Vos podés solucionarlo, ¿cómo?”
- Disfrutar del proceso: Vivimos en un todavía, es disfrutar el camino.
- Capitalizar los errores: “Ahora, ¿qué podés hacer distinto?”
- Desarrollar el respeto: “¿Cómo te puedo ayudar?” y “¿En qué podés ayudar?”
Al hacer FOCO en estas posibilidades que los chicos, son CAPACES DE DESARROLLAR, es ayudarlos a reflexionar acerca de aquello que ellos sí pueden resolver. De esta manera, ya no están sujetos a la aprobación de los demás, ni sus capacidades necesariamente los limitan. Pueden hacer frente a la adversidad porque están preparados. ¡Qué esperanzador!
Pensando en los padres
¿No te pasa que, sin darte cuenta, te estás hablando a vos mismo? Es un dato de la realidad, no dejamos de pensar, interpretar, emitir juicios, porque nuestra mente trabaja sin parar. Y en esa vorágine, la forma en que te hablás IMPORTA mucho más de lo que creemos.
Por eso, para educar esas mentes en crecimiento, primero repasamos nuestra actitud frente a cualquier desafío, desde lo más simple, como aprender a cocinar a esforzarte por ser mejor mamá o papá, también comenzar un emprendimiento personal o profesional, el abanico posibilidades es inmenso.
Pero, qué pasa si en ese monólogo permanente nos AUTOBOICOTEAMOS ANTES DE EMPEZAR porque aparecen como montañas nuestras “creencias limitantes”, etiquetas, prejuicios que hacen que nos detengamos frente a la primera dificultad.
Dicen que no hay peor consejero que uno mismo, podemos acompañar a otros y para nosotros necesitamos buscar ayuda y AUTOPROPULSARNOS hasta que cada uno alcance su mejor versión.