El cuidado del medio ambiente está en manos de los jóvenes que piensan el hoy y el mañana para todos.
Por María Amalia Caballero – Periodista – direccion@sembrarvalores.org.ar
Hay revuelo en el stand de la Legislatura Porteña de la Feria del Libro. Una nube de gente joven, muy joven. Algunos dan vueltas nerviosos ultimando los detalles, mientras otros están pululan por ahí y poniéndose al día de sus temas de interés. Todos sonríen y saludan. El compromiso les “sale por los poros”.
Entre ellos circula también Máximo, uno más con la remera que llevan los demás voluntarios saluda con cariño a unos y a otros y no tiene problema en acercar algo que falte o acomodar el banner. Máximo es uno más.
Saluda a los amigos que van llegando, compañeros del colegio y de la vida, como se autodefinen muchos, y se brinda con especial cuidado en la atención a las amigas de su madre, María Inés Deambroggi, quienes se van sentando para no perderse nada.
Llega también la Senadora Gladys González, ella tiene un especial compromiso con la cuestión ecológica y la sustentabilidad. Conoce a Máximo y lo apoya desde su lugar.
Máximo Mazzocco
Máximo es una persona inteligente, estudiosa y reflexiva. Y también es capaz de pasar por una revolución de emociones en menos de 24 horas, ¿por qué? Porque vive conectado con el mundo y un temblor en Perú, los incendios en Corrientes, o inundaciones de Filipinas, lo sacuden, lo acercan desánimo. Y se mueve de la bronca al agradecimiento de un momento a otro, cuando lo reconocen en Movimiento, un país u otro. También, cuando se inspira por Martin Luther King o por Ana Frank y descubre una nueva oportunidad para comenzar.
Su capacidad de análisis le permite relacionar los ácidos que arroja por las cañerías un pintor cuyo mensaje ecologista es auténtico pero jamás hizo esa relación y pensar en cómo cambiaría la ciudad de Buenos Aires si los 6000 peluqueros encontraran otro conducto para eliminar los productos que utilizan en la cabeza de los ciudadanos.
Así es, va de lo grande a lo chico, delibera acerca de la sostenibilidad en un mundo insostenible, que está en cambio permanente, cuestiona la economía que desconoce lo principal: el hombre, la vida, el planeta y discute eso que se llama desarrollo, ¿hasta dónde somos capaces de mirar los humanos?
También maneja muy bien su discurso por ejemplo cuando reconoce el crecimiento de la conciencia responsable lo atribuye a tres razones: nos dimos cuenta de que esto así no va, los medios de comunicación democratizados desde los emisores y al alcance de todos, las herramientas que nos dejaron los mayores y el último empujoncito es la llegada de los jóvenes.
En formación
El interés y la preocupación de Máximo por la ecología y un mundo sostenible vienen de lejos, todavía estaba en el colegio y ya sentía la necesidad de dar esos “pequeños pasos”. Además de hacer la carrera de Administración de Empresas, estudio su tema favorito para buscar respuestas responsables.
En seguida puso en práctica la educación para un estilo de vida ecológicamente responsable dando clases en los colegios y, con mucha visión, formando a voluntarios que se enamoraran de la causa para que ellos siguieran transmitiendo el mensaje a su paso.
Además de los colegios, iba también a las casas de familia enseñando a separar, a reciclar, a cuidar el agua. Fue instalando en muchas familias esta cultura. Este estilo de vida.
La mayor aventura
Máximo pasó un 2020 muy complicado. Todos estábamos mal, estábamos encerrados. Muchos con miedo, el COVID 19 hacía estragos.
Sin embargo, en su vida pasó algo completamente inesperado. El cáncer lo llevó a un encierro mayor y un tratamiento intenso tratamiento con todas sus consecuencias. Hubo una gran movilización, jóvenes de todo el mundo tomando la posta, “tías reales y postizas” acercando comida preparada con todo el amor y respetando sus reglas y claro, también abundancia de oraciones. Agradeció todo a todos y define este momento como “la aventura más enriquecedora de su vida”.
Ya está de vuelta con toda su energía en acción.
El libro Apuntes de un ambientalista. Hacia una filosofía de la sostenibilidad es ágil y de fácil lectura, además el dinero de la venta se destina para sustentar la red de escuelas sostenibles:
ECOHOUSE
Algo que arrancó muy simple, es hoy la Organización de la Sociedad Civil con más voluntarios de América Latina y los que tienen el promedio de edad más bajo. ECOHOUSEGLOBAL es una organización social que busca una sociedad mejor, una sociedad sostenible en el tiempo.www.ecohouse.org.ar
Para fundar una Eco House en tu ciudad: ecohouse.org.ar/global
Para sumarte como voluntario: ecohouse.org.ar/agentes