«MARCOS SE APODERÓ DE MÍ»

Gonzalo es un chico muy normal, pero ahora va por la calle y lo saludan, le preguntan cosas, le cuestionan que esté con otra pareja. Es el precio de la fama; siempre quiso ser actor.

MARÍA AMALIA CABALLERO | DRA. EN COMUNICACIÓN PÚBLICA | DIRECCION@SEMBRARVALORES.ORG.AR

[dropcap]D[/dropcap] e veras, todo en mi vida es re-normal; solo que a veces mi hijo me mira y, cuando te pasa eso, te das cuenta del cambio por la mirada del otro. Ahora vengo de grabar en radio un programa deportivo… Yo no sé nada, soy futbolero, juego, me divierte, pero nada más. Ahí la zafo por el humor. Y vine con mis chicos; para ellos es todo un mundo diferente.”

Una catarata de palabras

entrevisGS| El primer día en la facu, un profe que era un loco nos dijo que, si queríamos dedicarnos a esto, teníamos que ver una película por día, y yo durante tres o cuatro años le hice caso. Ahora, no. A la tele en casa la manejan mis hijos, no voy al cine nunca. Y si voy alguna vez es para llevarlos a ellos.

Soy fan de Alex de la Iglesia, en general del cine negro español, soy amigo de Berta Muñiz, un productor bastante bizarro, también. Un día voy a verlo y me cuenta que tenía desde hace tres años una obra de Alex en el cajón. Me la da a leer, está buenísima. A la primera productora que se la ofrezco, me dice que sí. En marzo, junto a Iván Esquerre, estrenamos «Dos hombres sin destino» en el Chacarerean.
Como yo estudié imagen y sonido, me gusta mucho meterme en los proyectos: ver qué hace el director, no es solo interpretar un papel. Con algunos directores está muy piola trabajar así, otros dirán: «¿Qué se mete este pesado?»

Mi mujer también es actriz, tenemos mucho humor en la pareja y en los comerciales del Galicia. Con Paola (Barrientos, que interpreta a Claudia) sintonizamos enseguida por esa misma línea, nos enganchamos por la pelea que creo que es lo que más pegó.

Con mi mujer tenemos muy buena onda,
discutimos porque somos distintos.

Hasta aquí, Gonzalo se largó solo a hablar y lo escuchamos, también cuando se define como un “atropellado de la vida”. Entonces, logramos colocar:

SV| Trabajar con Juan Taratuto y con un guión como el de la “serie Galicia” debe ser un placer.

GS| Laburar con Juan es muy fácil, un tipo muy tranquilo. Eso de que al hacer publicidad cada segundo es plata genera mucha presión que él canaliza de otra manera. Nosotros podemos charlar todo, improvisar otro final. A veces, en medio de la grabación, le digo a Paola algo sin que él nos escuche para hacer algo diferente, inventar nosotros un final… y Paola, igual.

Es un gran profesional del cine, que ha trabajado mucho la temática (Un novio para mi mujer; No sos vos, soy yo) y que se mete a hacer publicidad, eso está bueno, no desprestigiar lo que estás haciendo. Hacer publicidad no es menos. Claro que a todo el mundo le gustaría hacer cine, vivir de eso, pero no es así; él sabe que para seguir haciendo ‘pelis’ depende mucho de esto.

Vamos por partes

SV| Buenísimo, Gonzalo, qué tal si vamos por partes y te presentamos. ¿Sos de zona norte o vivís allí?

GS| Soy de zona norte. Con mis viejos vivíamos en Vicente López y con mi mujer elegimos vivir en San Isidro. El ‘Bajo’ tiene ese encanto de las casas viejas con jardines grandes, me enamora la historia de esas casas.

Tu historia de amor

SV| ¿Cómo es la historia de amor real?

GS| Fuimos compañeros de colegio en Nuestra Señora de la Paz desde 2º año. A mí me gustó desde el primer día pero ella no me daba bolilla hasta que al final de 5º año salimos durante algún tiempo. Pero nos peleamos y ella se fue a vivir a El Bolsón con una de sus hermanas. Por fin en 2003 tuvimos oportunidad de irnos a España ya que tenemos familia allí. Realizamos algunos trabajos como para estirar la estadía, fui camarero pero también hice algo de publicidad, de tele, un papel chico en una película.

En general elegimos movernos con la familia,
hacer los planes juntos.
Como nuestros amigos tienen hijos de la misma edad,
nos sale fácil hacer programas familiares.

Tenemos un gran proyecto juntos. Cuando llega el primer hijo, se te acomoda un poco todo. Ahora tengo 36 años y dos hijos: Pedro de siete y Romeo de uno.

Mi mujer, actriz, con la maternidad tuvo que bajar un poco esa actividad, principalmente, por la falta de disponibilidad de horario. Yo me cruzo la ciudad para un casting con 200 chicos y no pasa nada, ese es el camino que yo hice. También es maestra jardinera y tiene un
enorme poder de atracción con los chicos. Y le gusta hacer comedia musical. Te diría que lo que no hace es cine comercial.

Toca la guitarra, pero no es   la típica maestra a quien le gusta eso de recortar papeles. Tiene un imán… nos vamos a la playa y los pibes se le vienen. Y ella disfruta jugando, a veces ni sabemos quiénes son o por dónde andan los padres. Otras veces los chicos me rodean también a mí y yo les aclaro: «Ella es la copada, acá no».

Tu vida familiar

SV| ¿Cómo se organizan con los chicos? ¿Hay red familiar?

GS| Los dejamos poco, no soy muy fan de la niñera. Mi mujer se toma licencia el primer año del bebe y después lo lleva al jardín en el cual trabaja.

No recurrimos demasiado a la red, me es difícil, otros lo hacen y todo bien. Desde que están los chicos, en general, elegimos movernos con la familia, hacer los planes juntos.

Como nuestros amigos tienen hijos más o menos de las mismas edades, nos sale fácil hacer programas familiares.

Antes yo me iba a jugar al fútbol con mis amigos, ella con las suyas a una pizzería que les gustaba para charlarse todo, pero ahora… todo es en familia.

SV| ¿Cómo soñás a tus hijos?

GS| Nos toca hacer el esfuerzo de aceptar que es su vida, son sus gustos. Por ejemplo, yo toco batería, el mayor quiere un piano. Él dibuja muy bien. Es copado con el colegio. A mí me gusta el fútbol, lo llevo a la escuelita, él se queda hablando con un profe mirando al arco.

Tu formación

SV| ¿Cuál es tu preparación profesional, hay estudios o es más bien práctica?

GS| Bueno, hago teatro desde chico, mis viejos siempre me apoyaron. Estudié en la UBA, hago radio y doblajes. Pero nunca quise encasillarme en locución. Hablo solo, y me psicoanalizo todo el tiempo.

Para mí todo es urgente, siempre tengo que hacer algo, desde chico era así, soy el que repartía pizza en moto, trabajé también en Unicenter, en Blockbuster.… En realidad, me echaban  de todos lados. No encajaba.

En un momento me dije: «Tengo que vivir de ‘esto’ pero rápido». Porque después vas encontrando gente que tenía el talento pero está haciendo otra cosa.

Al toque me cobijó la publicidad.

Avisos famosos

SV| ¿Lo de tu éxito en publicidad será cuestión de suerte?

GS| Por un lado está lo de Galicia, ya es una serie, una novela, para algunos ‘episodios’ hacíamos varios finales… es casi como tener un trabajo fijo.

Tanto, que teníamos miedo de no poder salir del personaje, pero en realidad, nos abrió nuevas posibilidades. Hasta que no estás en esto, no te das cuenta de la repercusión que tiene la tele.

Otro aviso que me dio mucha visibilidad fue el de la pareja del Mundial. Allí soy un tipo de clase media baja, ganarte el viaje por el  trabajo, saber que sos parte de un evento importante y que no podés  viajar porque tu mujer está embarazada. Hay papeles con los que me  identifico mucho.

Cine

SV| ¿Soñás con el cine?

entrev 1GS| Bueno, ya hice personajes chiquitos. Trabajé con Antonio  Birabent en 555, algo bien apocalíptico y yo era coprotagonista.  También en Welcome con Mariano Martínez y Eugenia Tobal.  Trabajé hasta fin de año con Pablo Echarri como San Martín y  Anderson Ballesteros como Bolívar en la película El Encuentro de  Guayaquil. Fue apasionante, el vestuario, la historia… Yo soy un  escriba que acompaña a San Martín a todos lados.

También pude dedicar tiempo a escribir el guión de una película mía  que espero presentar a fin de año. En esa quiero actuar pero también  dirigir o codirigir.

SV| ¿Te gusta identificarte con algún actor?

GS| Noooo, identificar no, pero algún ídolo, sí. Como la mayoría: Al  Pacino, Marlon Brando, Robert de Niro.

El mundo femenino

SV| Sos un experto en el género femenino.

Con mi hermana, cuando 
volvíamos los dos de bailar, y
estábamos en la cocina tomando
agua antes de irnos a dormir,
hablábamos de todo.

GS| Sabés que sí, soy un gran observador del mundo femenino. Desde  chico. Con mi hermana, cuando volvíamos los dos de bailar, y  estábamos en la cocina tomando agua antes de irnos a dormir, me  costaba verla llorar… entonces hablábamos de por qué el chico que le  gustaba se había enganchado con otra. Y la escuchaba, con lo pesada  que es mi hermana (jaja, no saben lo pesada que es).

entrevistaPor eso yo era muy cuidadoso con las chicas, no quería hacerlas sufrir  como le pasaba a mi hermana. Con mi mujer tenemos muy buena  onda, discutimos porque somos distintos. Por ejemplo, me va  diciendo cómo llegar a un lugar y me va mencionando los locales que  hay en el recorrido. Yo le digo: «¿Pero qué calle, a la derecha, a la  izquierda, cuántas cuadras..?»

Con Paola, los chistes que se les ocurren a los guionistas nos divierten, entendés el otro mundo. Es que es un modo de razonar distinto. El click está en descubrir en qué le gusta gastar la plata al hombre o a la mujer. Ella quiere cositas como un secador de pelo; yo le digo: «Si ya tenés», y me explica las diferencias. Yo quiero que ahorremos y compremos algo más grande, más importante. Yo soy muy metódico, Marcos se apoderó de mí (jaja).

 

[notification type=»information» title=»»]GONZALO SUÁREZ
Nació en Buenos Aires el 21-09-78
Mujer: Candela
Hijos: Pedro y Romeo
Estudios: -Teatro (desde 1995) -Diseño de imagen y sonido en la UBA
Carrera profesional: -Teatro, cine, televisión, doblajes, conducción radial.[/notification]

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