Manuel habla de revolución de conciencia

Jóvenes

Hablé con Manuel, es uno de los protagonistas de esta revolución de conciencia que nos lleva de la solidaridad a la empatía, a desarrollar lo más humano, a mirar al ser humano que tenemos al lado.

Manuel, mi celu: 1134697079

[dropcap]M[/dropcap]anuel tiene 21 años, estudia medicina China y vive en Palermo. Manuel con otros cinco amigos, antes de que llegara el encierro total, la vieron venir.

Y, pensaron ¿qué podemos hacer? se viene un momento en el que la gente va a quedarse en sus casas y hay muchas personas que van a tener necesidades sin nadie cercano para cubrírselas.

El no habla de voluntarios porque ve este momento como algo que va mucho más allá, un momento de revolución, un momento en que cada uno tendremos que cambiar nuestro estilo de vida para pensar más en el otro.

[button link=»» color=»blue1″ icon=»» size=»small»]Surgió la idea [/button]

Surgió una idea muy simple, nuestros nombres, nuestros celulares a disposición del que llame para lo que él o ella necesite.

Claro que pensábamos en ir a la farmacia, hacer una compra en el súper… Y la realidad fue muy distinta.

¿Y cuál fue el primer llamado que recibí ?

Una señora mayor que necesitaba ayuda porque su  empleada estaba con fuertes hemorragias vaginales…

[button link=»» color=»blue1″ icon=»» size=»small»]¿Rosca o cadena?[/button]

Mirá lo que me pasó, yo lo llamo una rosca… tengo mis roscas pero esta…

Llama una señora que vive con su hija, el único ingreso que tenían era el de la hija que se quedó sin trabajo, no tenían ni para comer.

Unos minutos antes, por casualidad -no creo en las casualidades- me había llamado una vecina contando que hace tortas y las regala, es su forma de solidaridad.  Le devuelvo la llamada y le digo:

  • Si hacés tortas, sabrás cocinar.
  • si, claro, ¿por?

Y le cuento lo de esta necesidad, hace varios días cocina para ellas y les lleva comida.

Entra otro llamado:

Esta vez es la acompañante de una médica psiquiatra de 94 años que no puede moverse sola. La acompañante necesita alguien que la ayuda a movilizarla para la higiene personal y otros momentos.

Bueno, ahí la puse en contacto con la persona que se había quedado sin trabajo.

Veo que soy como un puente.

 

[button link=»» color=»blue1″ icon=»» size=»small»]¿Algo sobre mí?[/button]

Mi nombre completo es Manuel Carrizo Rueda (es un solo apellido, no dos) tengo 21 años. Vivo en el barrio de Palermo. Vivo con mi madre, mi perro y tres gatos.

Estudio medicina china. No se avanza año a año si no que la enseñanza es maestro – alumno. Y, yo tengo tanta suerte que tengo maestros mellizos. Es una oportunidad doble, lo que no aprendo de uno lo aprendo del otro. Es una sabiduría milenaria.

Lo del Instituto lo estamos haciendo a distancia.

 

[button link=»» color=»blue1″ icon=»» size=»small»]Revolución de conciencia[/button]

Para nosotros esto no es una misión que empieza, termina y después viene otra,  o no. Lo vemos como una revolución de conciencia.

Lo veo como el principio de algo, revolución de conciencia, le pondría ese nombre, porque lo que ahora está pasando es tristísimo, se está muriendo gente.

En este momento, cuando las papas queman vemos quién se ocupa y quién no. Quien prefiere quedarse en su casa cuidando lo suyo y quien decide, tal vez desde su lugar, desde lo que tiene a su alcance, su empatía, su humanidad, su ser natural, darle una mano a la otra persona, a su vecino, a la que tiene al lado, a dos cuadras, a diez.

En este momento, cuando las papas queman vemos quien prefiere quedarse cuidando lo suyo y quien decide, tal vez desde su lugar, su empatía, su humanidad darle una mano a su vecino.

Esta es mi visión personal de todo este proyecto que hicimos.

Dejar de preocuparte por lo tuyo para ocuparte en los demás.

Y cuando las papas queman, ya están fritas, por lo menos salir y hacer algo desde nuestro lugar. Desde lo que puede hacer cada uno.

 

[button link=»» color=»blue1″ icon=»» size=»small»]IMPACTO[/button]

Pasó algo que nos sorprendió mucho, a los pocos días, nos llamaron desde el gobierno de la ciudad, quería nuestra base, querían hacer lo mismo que nosotros.

Ellos desde su estructura reunieron 16.000 voluntarios en pocos días -tal vez horas-, su objetivo es que en cada manzana haya personas que tengan a cargo dos o tres de los más necesitados.

Reconozco que estoy un poco desbordado. Anoche habían pasado de las 12, estábamos hablando con Guadalupe, que es como la coordinadora de todo esto, y seguían entrando mensajes.

Nos encanta que el gobierno tome nuestra iniciativa, pero nosotros seguimos porque siempre hay gente alrededor que necesita algo.

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