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Los libros nos enriquecen y también crean vínculos. Te ofrecemos uno de Sara Shaw de Critto y otro de Nicolás Moro.
A Nicolás Moro lo conociste en la entrevista que hicimos hace un par de días. Es ante todo un hombre feliz y así lo dice: Siempre voy a ser feliz, en lo que puedo hacer en mi vida me siento súper contento.
Su libro “Síndrome de Down ¿y qué?” (188 pág.) Edición privada, nos habla de eso, de cómo ser feliz en la vida cotidiana, la vida sencilla, el trabajo, la familia, los amigos.
En las últimas páginas están todas sus experiencias e instrucciones para ser un excelente DJ.
Te recomendamos su lectura, hay mucho para aprender en la vida de Nico.
A Sara Shaw de Critto, tampoco necesito presentarla como fundadora, presidente e impulsora de FundTV la hemos tenido en nuestras páginas papel, todos los años.
Ahora, es ella quien nos acerca el papel con su libro “Consistencia: en el pensar, en el querer y en el actuar” (125 pág.) de ediciones CICCUS.
https://www.youtube.com/watch?v=B6YIgYQd0I4
Compartimos nuestra conversación acerca del contenido del libro.
-¿En quiénes pensás al escribir y publicar este libro?
–En los diálogos con mis nietos adolescentes y alguno ya profesional, veo que tienen planteos en cosas esenciales. Son cuestiones que yo a su edad no me hacía. Están metidos en una cultura que es como una nebulosa, lo que leen, lo que hablan, lo que ven son “cosas disolventes”. No digo que no lean, ni pienso en ser dogmática, solo en distinguir, no es cuestión de reglas sino de tener criterio.
–¿A qué te referís al decir cosas disolventes?
-Me molesta que la ficción, la fantasía se mezclan por igual con la tradición o la Biblia. Es como una gran nebulosa. Leen y miran todo, aceptan todo, y eso los hace inseguros, sin una referencia, y la inseguridad muchas veces genera angustia.
–Este concepto disolvente contrasta con el título de tu libro: Consistencia.
-Cuando mi marido, sociólogo, fue a Nueva York para hacer su Máster en Columbia, trabajó esta idea de la consistencia. Comprobar la validez de las estadísticas, como hace mi hija Male o en un análisis de los valores de nuestra cultura latina frente a la cultura anglosajona. Este estudio se convirtió en su tesis doctoral. Yo pretendo hacer divulgación de esta teoría científica aplicada a los valores de la vida cotidiana.
–El pensar, querer, actuar, es algo que sugiere una lectura de autoayuda, ¿es así?
–Sin duda espero que sea una ayuda para quienes lo leen pero la consistencia ya te conecta con la filosofía, los fundamentos, y muy especialmente quiero ayudar a formar: el pensamiento crítico.
–En tu libro, hay muy buenas referencias filosóficas. ¿Cuál es el significado que le das a estos contenidos?
-Me interesa transmitir que la verdad es posible aunque tenga movimiento. No es estática. No es que yo la tenga, nadie la tiene toda. Nos llega a través de nuestros sentidos, muchas veces limitados.
–Las referencias filosóficas dan profundidad al planteo con relación a la verdad.
-Sí, en una sociedad relativista, vale la pena llegar hasta Sócrates a quien los sofistas –los relativistas de su época, los estrategas, los expertos- lo envenenaron por reconocer que la verdad requiere esfuerzo, hay que salir a buscarla.
–Tal vez puedas contarnos los beneficios que ofrece esta búsqueda.
–Yo lo planteo en la propia vida, la de cada uno. No somos un perrito al que le ponen la comida y se queda contento, nosotros tenemos otras “inquietudes”. Nos preguntamos, tarde o temprano: ¿para qué vivo? Y aquí surge el enorme valor de la autoestima. Es la única vida que tenés, valorala, conócete. Es muy más que un conocimiento técnico… no funcionamos como un celular, ni como un robot. ¿Cómo va a ser mi camino a lo largo del tiempo?
-La autoestima es un tema muy recurrente en nuestros días. Y no siempre terminamos de aclarar en qué consiste. ¿Cómo es tu aproximación?
-La autoestima nos lleva a buscar lo mejor pero, cómo lo voy a buscar si en todos lados me dicen que no existe. Y, se van de un extremo al otro, hoy una meta tan alta que no la voy a alcanzar y mañana soy incapaz de nada… Como todo no podía, me quedo con nada.
-Vamos llegando a un quién soy y quién quiero ser. ¿Hay algo de esto?
-A la pregunta quién quiero ser, respondo: no te lo puedo decir, vos lo tenés adentro. Ahora si la pregunta es cómo actuar o qué hacer, ahí sí: primero pensá y después actuá. Entonces entra en juego la voluntad, mi padre nos hablaba de la fascinación de la bagatela.
Yo no tengo la bola de cristal, no puedo predecir el futuro de nadie. Pero tengo una seguridad interior más allá de mis limitaciones, tengo una brújula interior.
-¿De qué manera te parece que influyó la pandemia en todo esto?
-Veo muchas cosas positivas, la fragilidad de la vida no hace tomar conciencia del valor de cada día. Reconocemos la valía de cosas que antes no veíamos. También comprendemos que el bien de cada uno depende en parte del bien de todos, que el bien y la verdad se contagian.
-Entonces, ¿cómo sigue tu libro?
-Tengo muchas más preguntas escritas y voy a seguir recogiendo porque me encanta. Mis nietos generalmente introducen sus preguntas con un: me dijeron o tengo un amigo que… y así podemos conversar abiertamente.
Síndrome de Down, ¿y qué? Por Nicolas Moro, 190 páginas $500
Consistencia. Por Sara Shaw de Critto. 125 páginas. $500
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