Las ideas se han vuelto un poco locas… G.K. Chesterton

Gabriel Zanotti, como invitado en nuestro programa del Canal Orbe 21, nos dejó varios mensajes de esos que él entrega con un toque de humor.

Edición María Lescano – periodista

El mes de la primavera siempre trae aires de libertad, no siempre bien entendida. Entonces recurrimos a Gabriel Zanotti y escuchamos:

-Cuando hablamos de libertad hay temas que son así por naturaleza, por ejemplo, está “prohibido” hacer el mal a otro.

-El ser humano es atraído por el bien. Incluso cuando se hace un mal, es en busca de un bien. Hay, entonces, un error en la percepción de donde están el bien o el mal.

-Se llama el libre albedrío que, contrariamente a lo que muchos piensan, no consiste en elegir el bien o el mal sino, elegir entre varios bienes.

La libertad no consiste en elegir el bien o el mal sino, elegir entre varios bienes.

-La legislación cívica, política, social puede, o no, coincidir en la elección de lo que se percibe como bien.

Los seres humanos somos administradores de la naturaleza, por eso podemos usar de ella pero no “abusar”.

-Si tuviéramos unas gallinas, yo puedo comer el huevo que pone mi gallina, nadie me lo puede prohibir. Ahora si hay “explotación de gallinas” para que pongan más huevos, se puede discutir y legislar.

-Los animales no reclamaron nada. No es porque tengan derechos sino por el cambio en la sensibilidad humana.

-El cuidado del agua, es un bien para el hombre, no es el agua la que tiene derecho.

Para tener derechos, hay que tener inteligencia y voluntad.

-Para tener derechos, hay que tener inteligencia y voluntad para elegir y decidir entonces, habrá también deberes.

Las normas son necesarias para la convivencia. Pero no los totalitarismos ideológicos que se están imponiendo en muchos países.

-Se está quebrantando la libertad de las personas cuando no se acepta la objeción de conciencia. Nadie puede ser obligado a actuar en contra de su conciencia.

-La cultura es una expresión de la naturaleza humana y es de por sí diversa. Un buen ejemplo es la música, el baile que producimos y surgen entre los seres humanos de distintas culturas en distintos tiempos.

No es cultural ir contra la propia naturaleza.

-No es cultural ir contra la propia naturaleza y si alguien quiere hacerlo o decirlo que lo haga pero no puede imponerlo. Estaríamos cayendo ese totalitarismo ideológico que piensa un perturbado mental y logra imponerlo.

-¿Sabías que los padres de Hitler lo llevaron a Freud porque estaba con serios desequilibrios? Lástima que no continuó el tratamiento.

-Podría decir lo mismo de los Castro, de Maduro y de tantos otros.

GK. Chesterton

Foto de entrada: gracias @zulmaury

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