Adrián Dall’Asta
Ante Estados ausentes, las ONG actúan en causas de derechos humanos como vivienda, salud, educación, familia, niñez… Adrián dio un paso audaz.
MARÍA AMALIA CABALLERO | DRA. EN COMUNICACIÓN PÚBLICA | DIRECCION@SEMBRARVALORES.ORG.AR
[dropcap]C[/dropcap] on Adrián Dall’Asta nos conocemos hace
casi 15 años y nos gusta recordarlo. Esa vez nos encontramos en un café. Cada uno llegó con su “carpetita proyecto”. 
Queríamos trabajar por la familia y hacerlo en forma sinérgica. Teníamos tantas coincidencias que era importante aclarar cómo lo soñábamos cada uno, cómo queríamos hacerlo.
Arrancamos… Adrián recorrió el país de norte a sur organizando congresos, talleres, conferencias, con un objetivo: “Mejores padres, mejores hijos, mejores argentinos”, como se definía la Fundación Proyecto Padres que creó con un grupo de amigos. Escribió libros, movilizó a los medios. Generó responsabilidad en colegios, clubes, municipios. Tuvo muchos logros de impacto inmediato y otros que se irán viendo con el tiempo.
¿Se acuerdan?
Cómo no reconocer a Adrián en la Maratón de Cierre de Temporada en Pinamar y otras playas. O en aquellos inolvidables “Me divierto sin alcohol” en Palermo antes de que el gobierno interviniera definiendo esta pauta para las celebraciones del Día del Estudiante.
Los multitudinarios congresos en La Rural que llevaron a los mejores estudiosos y “prácticos” en estos temas tanto para conferencias como para el desarrollo de talleres.
Pasan los años
Fundación Proyecto Padres pasó a llamarse Fundación Padres por decisión del nuevo Consejo de Administración. La nueva fundación sigue contando con Adrián entre sus impulsores y como su figura estrella. Sin embargo, él vio la necesidad de despegar, de volar más alto, de buscar nuevos desafíos profesionales.
Hace un par de años despliega su actividad, similar a la que desarrolló en nuestro país, en Miami. Sí, al igual que tantas empresas y profesionales argentinos, necesitó y quiso ampliar sus horizontes.
Busca generar un cambio
cultural que lleve a
reconocer a la familia como
agente activo en la sociedad.
Todo con un solo límite. Su límite se llama Pía Castillo
y sus cuatro varones… Adrián siempre dijo que los límites nos definen; bien, él se define por su familia. Su trabajo estará acá o
allá siempre que la familia acompañe, siempre que sea un bien para todos.
Con las valijas hechas
Cuando tenía sus valijas hechas o casi… por sus idas y vueltas a Miami y a Montevideo, y con muchas ganas de desembarcar en
Estados Unidos, recibe un llamado de la Vicejefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
¡Cuántas veces Adrián había hablado de su convicción de que los temas de familia son y deben ser políticas públicas, que no
pueden limitarse a una tarea hecha a conciencia pero “a pulmón” por ciudadanos comprometidos! ¡Cuántas veces lo charló con funcionarios públicos de distintos ámbitos, local, provincial, nacional!
Esta vez, parecía que venía en serio… ¿sería así? De nuevo con su “carpetita”, ahora avalada por tanto trabajo, experiencia y
profesionalidad, se presentó ante el equipo que comenzaría
a gobernar la ciudad autónoma.
“No perdimos tiempo. En pocos minutos estaba la idea clara”, asevera. Lo llamaban para desempeñar el cargo de Director General de Desarrollo Familiar, compromiso que aceptó en
pos del bien común.
Sede Parque Patricios
Hace un par de semanas Adrián se instaló a trabajar en el edificio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires junto a un equipo muy entusiasta.
SV| ¿Cómo es el trabajo en la nueva Dirección de Desarrollo Familiar?
AD| Trabajamos para que las familias encuentren un espacio de orientación para su mejor desarrollo, con canales
de encuentro y programas de participación para todos y cada uno de los miembros de las familias de la Ciudad de Buenos Aires.
SV| ¿Cuáles son los principios que guían este nuevo servicio?
AD| Respetar los principios de solidaridad y de subsidiariedad: brindar ayuda a aquellas familias que tienen más necesidad, sin asumir las tareas y responsabilidades que son propias de cada familia, ya que cada una debe decidir por sí misma.
SV| ¿Nos adelantás algo respecto de los modos de acción?
AD| Interactuando con eventos e iniciativas que hagan de tu ciudad un lugar donde cuidamos lo que más querés: tu familia.
Un estilo propio
Tal como lo hizo desde la esfera privada, hoy busca generar un cambio cultural que lleve a reconocer a la familia como agente activo en la sociedad. La familia educa, la familia vela por la salud de cada uno de sus miembros. Si cuenta con las herramientas adecuadas, la familia puede ser un agente preventivo colosal.
Mucho trabajo por delante
Adrián no es ingenuo, sabe que esto lleva tiempo, aspira a que esta perspectiva de familia recorra transversalmente la sociedad como aliada estratégica del Estado. Y sabe que desde lo público podrá servir con mayor eficacia en eso de brindar a
las personas que tienen responsabilidades familiares la capacitación y demás medios necesarios para desempeñar mejor las tareas del cuidado de los hijos menores y de todos los miembros dependientes del núcleo familiar.
“Desde un organismo público, las acciones dejan de ser individuales y pasan a convertirse en un auténtico cuidado de la ecología humana”, grafica. Fiel a su modo de trabajo, buscará
sumar a todos los que están metidos en esta “arena” porque sabe que, si cada uno aporta lo mejor de sí mismo, personal e institucionalmente, sólo pueden salir cosas buenas.
SV| Bien, Adrián, te conocemos. Soñás en grande, pero ¿qué esperás que descubra en el corto plazo la gente de Buenos Aires?
AD| Principalmente, que se perciba algo que se ha convertido en realidad. Que el Estado se preocupa por el desarrollo familiar de sus ciudadanos, y para esto, pone en marcha estrategias de cercanía y contención sobre los problemas cotidianos con el objetivo de lograr una mejor calidad de vida
para todos.