[dropcap]R[/dropcap]ecuerdo las idas al centro comercial con papá, un paseo en bicicleta muy largo con mamá. Recuerdo tantos grandes momentos familiares que me llevan lejos de esta prisión. Los sueños de la familia y amigos me llevan lejos y la felicidad llena mi corazón”.
No sé si todos pudieron leer la carta oral que envió James Foley (la tenemos en Facebook) a su familia poco antes de ser asesinado brutalmente por representantes del Estado Islámico.
Es el mensaje más fuerte que he leído en mi vida, él no sabía que eran sus últimas palabras, tampoco la familia creyó que el cruel final estaba tan cerca.
Muchas veces comprobamos que en momentos críticos el recuerdo, el anhelo de tener cerca a los afectos más fuertes se hace imperioso. La pregunta es por qué en el día a día los dejamos pasar…z
No hay dos hijos iguales, no hay dos familias iguales; sin embargo, una y otra vez estamos acercándote propuestas, modos de salir adelante, de superar cada situación. ¿Para qué? Para criar chicos sanos y felices, sin confundir felicidad con facilidad.
Los momentos que describe son los más simples de todos, los que, si queremos, podemos vivir con la pareja, con los hijos. Mamás primerizas, ahí van ideas para calmar a tu bebe, también para educar a los más chiquitos. Y llega el perenne reproche adolescente y el que nosotros mismos nos hacemos. Confianza, transparencia, reconocer mutuamente los errores, propone la licenciada Silvana Torrijos.
Y la revista sigue, hay mucho más, lo resumiría en: llenemos nuestro corazón y nuestra mente de buenos recuerdos para ser felices, cerca o lejos de todo.