En esta cuarentena muchos dejaron de lado la buena alimentación y se acercaron al sedentarismo. Es necesario saber equilibrar una alimentación saludable con actividad física.
La principal arma preventiva contra las enfermedades es llevar una buena alimentación. Comemos, bebemos y respiramos sin caer en la cuenta de que la calidad de todo lo que entra en nuestro organismo va a tener un impacto bioquímico.
Gloria Cavanagh, licenciada en Nutrición y nutricionista del Hospital Británico, afirma que una dieta sana y equilibrada se debe adquirir como hábito y no como algo temporal únicamente para el logro de un objetivo a corto plazo.
Año tras año vemos cómo aumentan las cifras de personas con obesidad y el consecuente aumento de enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión arterial, diabetes, síndrome metabólico, hipercolesterolemia. Todo esto agravado por el sedentarismo y sus graves consecuencias.
Según Gloria, la cuarentena ha exacerbado la mala y excesiva alimentación y el sedentarismo; ambos en forma exponencial, sin mencionar el abuso de psicofármacos y alcohol.
Recomendaciones
Las medidas que recomienda tomar son sobre todo una alimentación sana y actividad física. Además brinda una lista de conceptos básicos y sencillos.
- Disminuir la ingesta de carnes de todo tipo y sus subproductos , todos estos cargados de antibióticos, aminas heterocíclicas (cancerígenas) y hormonas.
- Disminuir la ingesta de lácteos, derribando el mito de los mismos como fuente principal de calcio. Los veganos y vegetarianos no lácteos no hacen déficit de calcio. Hay excelentes fuentes de calcio vegetal.
- Incorporar el consumo de legumbres, cargadas de proteínas vegetales de muy buen valor biológico, de minerales, vitaminas y fibras tan beneficiosas. Recordemos que las fibras son el alimento de nuestras bacterias intestinales responsables del 80% de las defensas de nuestro organismo.
- Comer frutas y verduras por doquier, repletos de fitoquímicos, antioxidantes, vitaminas, minerales y fibras.
- Elegir cereales integrales, semillas y frutas secas.
- Evitar los ultra procesados a toda costa, ya que son nuestros peores enemigos.
- Beber abundantes líquidos, si es agua mejor. Recordar que el 70% de nuestro cuerpo es agua.
- Disminuir marcadamente el consumo de sal.
- Limitar el consumo de alcohol y dejarlo para ocasiones especiales.
- Comer despacio y masticar bien el estómago no tiene dientes para triturar lo que
viene mal masticado de la boca.
Una vez que nos hayamos habituado a seguir una dieta sana y equilibrada y hayamos incorporado actividad física, lo notaremos en nuestro día a día con un mejor aspecto, estado físico y una mejora en la salud mental y emocional.
«Haz del alimento tu medicina y de la medicina tu alimento»- Hipócrates, filósofo y médico griego
Gloria Cavanagh, licenciada en Nutrición y nutricionista del Hospital Británico. Egresada de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires
Docente de Unidad Docencia Hospitalaria – Posgrado anual Nutrición Deportiva
Información adicional
Las aminas heterocíclicas (AHC) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) son sustancias químicas que se forman al cocinar carne de músculo, ya sea carne de res, de cerdo, de pescado o de aves, y al usar métodos de cocción a altas temperaturas, como freír en sartén o asar a la parrilla a fuego directo.
Las sustancias fitoquímicas son compuestos producidos por las plantas («fito» significa «planta»). Se encuentran en las frutas, las verduras, los granos, los frijoles y otras plantas. Se cree que algunas de estas sustancias fitoquímicas protegen las células del daño que podría terminar en cáncer.
Los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales principalmente a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos, además de aditivos y cosméticos que dan color, sabor o textura para intentar imitar a los alimentos. Estos productos están nutricionalmente desequilibrados.