IronMan, Martín Kremenchuzky, del podio a las conferencias

Martín Kremenchuzky es el primer triatlonista sordociego del mundo en conquistar la competencia IronMan.

Por Juan Manuel Arienti – Periodista Deportivo – @juancho_a98

IronMan, Martín Kremenchuzky es triatlonista, padre, esposo, ingeniero en Sistemas, conferencista motivacional, tiene gran sentido del humor y también una enfermedad genética denominada síndrome de Usher que le provocó sordoceguera. Es el primer triatlonista sordociego del mundo en conquistar la difícil competencia IronMan .

Pero, la verdad es que ninguna de esas características mencionadas lo definen por sí solas: son sus valores que entretejen todas esas facetas los que lo hacen ser una inspiración para tantos que escuchan sus conferencias, lo siguen en sus competencias y conocen su historia.

Mano a mano con Martín

Martín recibió a Sembrar Valores en su casa y en la vitrina pudimos ver los trofeos de los full IronMan: Florianopolis, Brasil 2015; Puerto Elizabeth, Sudáfrica 2017; Taupo, Nueva Zelanda 2018, Barcelona, España 2019 y Cozumel México 2020.  Tambien participo de 18 Half Ironman.

Su gran objetivo es realizar una competición de esta magnitud en cada continente, y ese sueño se puede cumplir en noviembre de este año, con el IronMan de Tel Aviv, Israel.

Su sueño es ser IronMan de los cinco continentes

En la conversación con Martín se destacó su buen humor, su sonrisa permanente y la apertura al hablar de su vida siempre con optimismo y con la intención de inspirar a alguien.

¿Cómo surgió tu enfermedad? ¿fue repentino?

Cuando tenía 5 años empecé a usar audífonos. A los 7 u 8 dejé de ver de noche y luego se achicó el campo visual. A eso de los 15 años se detuvo el progreso de la enfermedad: veía de frente, escuchaba un poco. A los 30 años, la enfermedad empezó de nuevo a avanzar y a los 34 me quedé completamente ciego.

¿Cómo fue tu desarrollo en la escuela y el vínculo con tus compañeros?

Causalmente, yo era el mejor amigo de los tragas (se ríe tras lanzar la graciosa anécdota). Me perdía mucho de lo que se hablaba en clase, pero siempre logré empatía de mis compañeros, me compartían sus apuntes, me explicaban.

¿Cuáles fueron tus motivaciones para salir adelante?

Hasta los 34 años, cuando me quedé ciego, no practicaba ninguno de los deportes que hoy hago. Ahí entré en depresión. No sabía qué hacer, perdí completamente las ganas de vivir. Pero, por Toto, mi hijo decidí salir adelante. Un amigo me propuso salir a correr: no quería estar en casa, me llevo mal con el tiempo ocioso y me largué a correr con él. Corrimos dos kilómetros y terminé fundido. Poco a poco empecé a sentirme mejor física y mentalmente, a sociabilizar más. Y comencé a anotarme en carreras, siempre “hacía podio” y mi hijo festejaba esos triunfos. Eso fue un gran estímulo. Arranqué a entrenar más, me convertí en maratonista y cada día traté de mejorar mis marcas. Di otros pasos y luego largué con el triatlón.

Toto mi principal motivación

Hoy, ¿qué te motiva?

Hoy ya disfruto lo que hago, disfruto mi camino. Al principio fue por mi hijo, pero luego me di cuenta de que, sin proponérmelo, inspiro a muchos. Eso me impulsa. Muchos ven ciertas cosas como imposibles hasta que otros lo hacen. Me tocó ser pionero. Animar a otros es muy gratificante para mí.

Disfruto lo que hago, disfruto mi camino.

Durante la charla, Martín nos cuenta que al quedarse ciego tuvo que reinventarse.  Esa vuelta de rosca a la vida no solo se relacionó con sus actividades: también involucró las cosas que valora y la actitud de cada día.  En su página web, https://martinkremen.com.ar/, leemos:

“Cuando veía, era una persona quejosa, que no disfrutaba de lo que hacía y no valoraba lo que tenía. Ahora, siendo ciego, soy mucho más feliz que antes ¡No es que prefería ser ciego!, pero la discapacidad me dio la posibilidad de vivenciar y aprender muchas cosas que me permiten valorar y disfrutar la vida de una manera diferente.

¡Ahora veo cosas que antes no podía ver!

¿Qué te impulsó a dedicarte a dar conferencias?

Cuando empecé a salir con Diana, ella me decía que tenía que escribir un libro o dar conferencias.  Yo pensaba: ¡está tan enamorada que no tiene idea de lo que dice! Yo estaba con la autoestima baja, y con ella todo empezó a cambiar. Me llamaban para hablar a niños, para contar mi experiencia, pero luego surgió ser conferencista profesional. Hice cursos de oratoria para aprender a adaptarme a los auditorios, a estructurar el discurso, usar las palabras adecuadas, todas cosas para tener todo bajo control. Cuando doy una conferencia no veo mi público, pero gracias a mi formación, al humor y a las ganas, pude dar más de 230 conferencias en el interior y en el exterior. La gente se ríe, llora, pero lo más importante es que se va movilizada, con ganas de hacer muchas cosas. Y eso me encanta.

El libro «Confianza Ciega» fue un éxito de ventas y hoy nos dice que desde entonces, han pasado muchas cosas más.

¿Cuáles son los objetivos de tus conferencias?

Me contratan muchas empresas con diferentes objetivos. Dependiendo de la necesidad de la empresa me adapto, como ingeniero, como empresario, con mi experiencia de vida para armar mi mensaje. También hago conferencias para fundaciones o personas con discapacidad, y trato de motivarlos para que se den cuenta de que todos podemos un poco más. Yo tuve que tocar fondo para reaccionar: antes de quedarme ciego no valoraba las cosas importantes de la vida. Hoy trato de transmitir que hay que valorarlas en todo momento, sin esperar que te pase algo grave.

Tuve que tocar fondo para valorar las cosas importantes. Hay que valorarlas, sin esperar que pase algo grave.

¿Cuál es tu mayor confianza; en qué te apoyas?

Solo o individualmente me siento un poco limitado, pero en equipo no me para nadie. Uno de mis grandes fortalezas o virtudes es armar equipos: en casa con mi familia, en el deporte, en el trabajo, en la vida, con amigos.  Siempre me apoyo en otras personas que me complementan y así puedo cumplir objetivos. No me siento menos por pedir ayuda y pido mucha ayuda. Cuando ya sé que están las condiciones dadas para ir a paso firme, no me para nadie. Dependo mucho de quienes me acompañan para lograr seguridad.

El guía de bicicleta tiene una misión tan difícil como necesaria.

No me siento menos por pedir ayuda y pido mucha ayuda.

Veo que en las competencias siempre vas con un guía, ¿qué características necesita esa persona guía?

Dependiendo quién te acompaña tiene que ver tu seguridad. Cree una asociación de guías voluntarios para el día de la carrera todos quieren porque hay foto, hoy somos cientos de ciegos que corremos. Ser guía es fácil es un atleta dispuesto a colaborar. Tiene que tener mínimo la aptitud del guiado. Ser guía es muy fácil. Yo capacito a quién quiera ser guía. Simplemente hay que tener ganas, ser atentos y paciencia. Atletas de buen corazón.

Para ser guías se necesitan atletas de buen corazón: ganas, paciencia y ser atentos.

Siempre es con guía, solos no vas a ninguna parte.

Evidentemente, no lo para nadie.  Y esa actitud, además de los trofeos por las competencias que ganó, le mereció muchos reconocimientos.

¿Cómo fue tu entrenamiento durante la cuarentena?

Diana, mi mujer, es profe de educación física.  Mientras no salía del departamento, ella me entrenaba a la mañana. A la tarde hacía bici fija o cinta, logré mantenerme en movimiento. -Y con una amplia sonrisa agrega:- Por lo menos no engordé mucho… 

Diana acota: ¡no engordó nada!

¿Cómo es tu entrenamiento diario?

Por lo general, tres veces por semana corro y nado y dos veces por semana hago bici. Esa es mi rutina general, pero se adapta a los objetivos de competencia que tenga en ese momento.

¿Qué enseñanzas les dejás a los jóvenes?

Me gusta hablar de valores, creo hoy se perdieron un poco. A mi hijo le hablo de valores y principios. A los jóvenes también, pero no tengo un mensaje puntual, depende de las circunstancias, de la gente que me escucha, lo que creo que es necesario decir.

Además de ser un atleta perseverante, Martín continúa dando lecciones de vida como conferencista. Es un hombre exitoso en la vida gracias a su inmensa fuerza de voluntad.

Algunas distinciones:

“Personalidad Destacada del Deporte de la Ciudad de Bs As” otorgado por la Legislatura Porteña, 2017.

“Diploma de Honor”, otorgado por el Honorable Senado de la Nacion Argentina, en reconocimiento a la dedicacion y amor al deporte, 2017.

«Atleta Bind 2017»

«Embajador para el Allianz World Run Argentina», 2017.

«Embajador del Campeonato de Ciegos y Disminuidos visuales», Rosario 2017.

» Abanderado de la Delegación Argentina» que representó a nuestro país en las Macabeadas Mundiales en Israel, Julio 2017.

José Puiggari con Martín Kremenchuzky

Gracias, José Puiggari, por este contacto que nos permitió conocer y difundir este mensaje que es ni más ni menos que el testimonio de la vida de Martín…

 

 

 

Foto destacada: Martín junto a Ninja uno de sus guías.

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