Hugo, padre de familia, docente, educador, tuvo un cáncer que le afectó las cuerdas vocales y siguió avanzando… hoy es el impulsor del Proyecto Escalón.
Por María Amalia Caballero, periodista – direccion@sembrarvalores.org.ar
Hugo y su mujer Nori son mendocinos y padres de ocho hijos, tres varones y cinco mujeres, me aclara, y dos nietos
-. Cuando nació la más chiquita, entramos los dos juntos al Hospital Español de Mendoza, mi esposa a dar a luz y yo a mi sesión de quimioterapia. Un amigo me acompañó a conocer a mi hija María Catalina..
-Tu historia es muy rica ¿qué tal empezar por la parte profesional?
–Soy Profesor de Educación Física… mi tema preferido es siempre la educación, especialmente, trabajar con los jóvenes. Estar cerca la actividad al aire libre nos brinda al oportunidad de mirar con ellos y mirarlos… eso hacía en el colegio San Jorge de Mendoza. Poco a poco se dieron varios avances en este sentido. Se fue consiguiendo que el colegio dedicara un Departamento al aire libre. Allí, armaba un programa apoyando la educación formal. El exterior permitía a los alumnos palpar lo que veían en la parte teórica. El aire libre aporta muchos valores a la educación, tiene un feedback inmediato. Si estás frente a una montaña, te esforzás o no lográs los objetivos. A la vez, los alumnos me enseñaron a esquiar. Esto me permitía designar un alumno como líder, mientras yo quedaba como alumno. Continúa Hugo dando un giro inesperado a nuestra entrevista. Entre los aprendizajes al aire libre comenta que aprendieron historia en las tumbas del cementerio de Cacheuta y las lluvias frías en Talampaya, La Rioja. Aprendieron que en la zona de Trelew la flora debajo de la cual los pingüinos dejan sus huevos es parecida a la de la montaña mendocina.
-Entiendo que tu formación académica no terminó ahí. ¿Cómo sigue?
Hice la Licenciatura en Educación en la Universidad de San Martín, y un Programa de Dirección de Negocios en el IAE, escuela de negocios. Ahora estoy en el segundo año de una Diplomatura en Políticas Públicas en la Universidad Austral.
¿En qué momento llega la enfermedad?, ¿cómo se manifiesta?
Cursando la licenciatura me apareció el tema del cáncer de laringe/cuerdas vocales. Tuve varias operaciones, tratamiento de rayos y quimio terapia. Pero, finalmente, tuvieron que sacar laringe, hubo innumerables consultas e interconsultas…
Hugo describe todo con tanta naturalidad que parece quitar importancia a la gravedad y molestias de esta enfermedad y sus consecuencias que lo acompañan desde el año 2000, afecta también al pulmón
.Todo esto, ¿le habrá cambiado el panorama laboral?
–La formación que seguí recibiendo fue ampliando mi perspectiva. Comprendí que para educar se necesita independencia, tanto si la paga Estado como si es capital privado te ponen las condiciones y cómo educar personas libres sin el condicionante dinero.
-¿Cómo?
-Integrar a la comunidad de antiguos del IAE, me vincula con otros que llevan años estudiando este negocio, entre ellos el Profesor Juan Llach. “No es un tema de dinero sino de valor”. La educación es un valor intercambiable y que cotiza, cómo hacerlo cotizar en el mercado. El valor da la capacidad de Poder vivir, sostener una familia contribuir a la sociedad.
No es un tema de dinero, es un tema de valor
Prof. Juan Llach
-¿Cuál fue el proyecto?
-Mi primer paso fue reunirme con el Dr. Abel Albino, una eminencia que desde su fundación CONIN combate la amenaza de la desnutrición, y le dije:: estás salvando biológicamente las neuronas hasta los cinco años pero, ¿con qué vas a llenar esas neuronas que necesitan capacitarse? Lo vio en seguida. CONIN es una acción de emergencia que se continua con la educación.
-¡Bien!, tenés el aval, de un grande.
–Un amigo estaba abandonando la Fundación Nuestra Señora De Guadalupe así que me nombró Presidente con CONIN hicimos un contrato y nació ESCALÓN, trabajamos hoy con 26 familias en Mendoza y soñamos con tener un ESCALÓN al lado de cada centro CONIN. Consiste en darles la educación como un valor para mantener a la familia, la educación es un valor que vas a intercambiar, negociar para poder vivir, hay que educar a los chicos de las villas, los barrios más humildes, para que con ese valor puedan insertarse en el mercado laboral y desde ahí mantenerse y sustentar a su familia que es un capital social enorme.
La pandemia se convirtió en oportunidad, fue un catalizador para mejorar el programa.
-¿Cuál es el “valor agregado” del ESCALÓN?
-No es sólo el contenido de la escuela agregamos valores como la capacidad social para generar contactos, empatía para hablar con otras personas. Brindamos apoyo educativo y formativo para los chicos.
-Hablás se familia…
-Si porque desde los niños avanzamos en el plano familiar, cuando hablás de virtudes, involucras la vida familiar, se han implicado las madres y algunos padres.
-Hablás de negocio, de políticas públicas…
-Sí, con el Prof Juan Llach trabajo el proyecto de instalar la educación como política pública, no como algo partidario, y empezando por la educación básica, llegando a los más humildes. Los indicadores nos permiten aspirar al mayor bien posible.
-¿Cómo está formado tu equipo de trabajo
-El esquema está formado inicialmente por amigos y familia. Replicamos lo que es educar en una familia numerosa, en casa es un tema de conversación siempre motivándonos y cada uno suma sus habilidades y capacitación. A partir de ahí llega la primera tarea conseguir los recursos para seguir adelante y van llegando. Los primeros balances no demuestran que no ha sido deficitario. Se trata de sumar convenios con universidades que puedan proporcionarnos las destrezas apropiadas para el crecimiento del ESCALÓN.
-Esta movida empezó en 2014, ¿cuánto impactó la pandemia con su cuarentena
Afectó, sin duda, se convirtió en oportunidad para aplicar cantidad de herramientas. Fue un catalizador para mejorar el programa. La nueva etapa requiere más recursos.. Nuestro objetivo no es sumar niños o familias, consiste en formar centros ESCALÓN en cada CONIN. Actualmente estamos programando un par en la Provincia de Buenos Aires.