Hablan de nosotros

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[ Cervantes y Shakespeare ]

Un acto en el Congreso de la Nación convocó a cientos de personas. Allí estuvimos y seleccionamos un texto para disfrutar y por qué no, para sacar tus propias conclusiones

Prof. María Elena Vigliani de La Rosa

 

[dropcap]C[/dropcap] ientos de homenajes para los grandes de la literatura universal – Cervantes y Shakespeare, en el IV centenario de su muerte- y el Congreso de la Nación organizó un evento en el que desfilaron académicos, investigadores, trovadores, músicos…

Nosotros nos encontramos con la profesora María Elena Vigliani de La Rosa, quien nos regala sus palabras que inevitablemente tuvimos que recortar.

“Me resulta muy grato hablar del diálogo y nada menos que en la obra dialógica por antonomasia, Don Quijote de la Mancha, concebida en las penurias de la prisión. Creo que el concepto de lo dialógico cobra sentido, en tanto pensemos a Cervantes como interlocutor de su época, la España decadente, como interlocutor de las obras literarias que lo nutrieron a él y a Quijote y de los pensamientos filosóficos y éticos que vuelca en la novela.

[button link=»» color=»bordeaux» icon=»» size=»large»]El diálogo[/button]

El lingüista ruso Mijail Bajtín entiende por diálogo “no sólo la comunicación verbal directa y en voz alta entre una persona y otra, sino también toda comunicación verbal, sea cual sea la forma”.

Podríamos decir que la misma vida desdichada de Cervantes dialoga con la de Quijote. La piedad de Cervantes, que tres veces se ofrece como culpable en sus huídas del cautiverio en Argel para que no sancionen a su hermano o a sus compañeros de prisión, coincide con la piedad de Quijote que a todos reviste con su mirada embellecedora y dignificante que transforma a las prostitutas en damas y a los campesinos en caballeros. Cervantes hace dialogar unos textos con otros textos; unos personajes con otros personajes; sus dos protagonistas con los hombres de toda época; el ideal con la realidad; lo sublime con lo abyecto; el espíritu con la materia, lo sobrenatural con lo profano.

EMPATÍA, COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN
PARA QUE FRUCTIFIQUE EL DIÁLOGO

Cervantes había recorrido los caminos de España a pie, en sus distintos desplazamientos desde la niñez, y en el Camino Real se había encontrado con personas de toda condición social y moral.

De ahí que presente y contraste las perspectivas y verdades que los variados personajes aportan con la vivacidad con que lo hace. Y que promueva:

[button link=»» color=»bordeaux» icon=»» size=»large»]La tolerancia[/button]

Las conversaciones cervantinas hacen reflexionar a los lectores sobre las miradas distintas de la vida en común y la aceptación de las diversas maneras de existir, de pensar y de comunicarse.

Claudio Guillén, refiriéndose a la novela, explica que: la variedad de valores a los que la obra misma da vida pide la inteligencia de la diversidad, para la cual es precisa, antes que nada, la aceptación de dicha variedad de valores: la aceptación de la tolerancia.

¡Qué mensaje para nuestro presente de migrantes en el mundo, de exiliados, y de frágiles fronteras identitarias en las naciones!hablan de nosotros 4

El diálogo asegura eso. No podemos dudar de que la naturaleza humana es antes dialógica que lógica. Es más, como ocurre con Quijote y Sancho, nuestra gradual configuración humana depende de la mirada y de las palabras de aceptación del otro. Cuando termina la obra, Quijote y Sancho saben bien quiénes son.

La verdadera etimología de la palabra diálogo (dialogos) impone el sentido de “a través de la palabra” La preposición de genitivo dia significa “a través”, pero además, logos significa “palabra” y “razón”; por ende, dialogar es atravesar con la palabra y con la razón el mundo, la realidad ajena, las interrelaciones, los interrogantes cotidianos o metafísicos.

El diálogo no es sólo asunto de buenos habladores, sino, sobre todo, de buenos escuchadores, de seres dispuestos a la empatía que es una actitud casi permanente de comprensión del prójimo.

Así procede Quijote en toda ocasión: Al escuchar las confidencias del loco de Sierra Morena, El Caballero del Bosque, Quijote lo abraza y le dice que está a su disposición, “remediando (su) desgracia, si tiene remedio, o ayudándolo a llorarla”.

Insisto en los términos “empatía”, “comprensión” e “interpretación” para que fructifique el diálogo; compenetración con la entera realidad ajena, sus condicionamientos históricos y sociales, su carácter, sus emociones; la química que produce en sus relaciones con otros, sus gestos, su mirada. En ese esfuerzo interpretativo mutuo de Sancho y Quijote y el de los demás confluyen todas las revelaciones de la novela.

[button link=»» color=»bordeaux» icon=»» size=»large»]La vida como proyecto y futuro[/button]

Don Quijote es el primer héroe de la novela moderna en tanto héroe perdedor. Cuando es derrotado siempre sale hacia la epopeya de una nueva derrota, con la convicción de que su proyecto salvador de los desvalidos lo espera… ¡Otro mensaje para nuestro presente! Si algo tiene claro Quijote, es que la vida es proyecto, que tiene un derrotero y que anclar en el pasado es pérdida de tiempo.

Como bálsamo usa cualquier recurso. Cuando lo muelen a palos, se consuela pensando que los enemigos no habían usado armas de caballeros sino palos.

LA VIDA ES UN PROYECTO; TIENE UN DERROTERO
Y ANCLARSE EN EL PASADO ES PÉRDIDA DE TIEMPO

Y le dice a Sancho: “Siempre deja la ventura una puerta abierta en las desdichas para dar remedio” .

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la actriz Lucia Ballefín Benites

Sancho describe entonces a Quijote como “caballero aventurero”, y agrega “en dos palabras se ve apaleado y emperador”. Y esto ocurre porque el proyecto de vida de Quijote es servir, cueste lo que cueste. Por eso Sancho dice que tiene “un alma como cántaro, no sabe hacer el mal a nadie, sino bien a todos… y por esa sencillez le quiero como a las telas de mi corazón”.

[button link=»» color=»bordeaux» icon=»» size=»large»]Con esperanza[/button]

Poco a poco, va Quijote impregnando el alma de Sancho en esta doctrina de la recuperación, de la resiliencia. Junto con la esperanza, la fuerza le llega a Quijote de la falta de autocompasión; no hay queja ante el fracaso. El hablan de nosotros 2olvido de lo malo, de las afrentas, le trae alegría a Quijote, que se pregunta: “¿Quién es más loco: el que lo es por no poder menos o el que lo es por propia voluntad?

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No sólo vive la esperanza, la fomenta en cada uno. Cuando Dorotea finge ser la princesa Micomicona, acosada por un gigante, Quijote le aconseja: “Podeis… desechar la melancolía que os fatiga y hacer que cobre nuevos bríos y fuerzas vuestra desmayada esperanza, que con el ayuda de Dios y la de mi brazo, vos os veréis restituida en vuestro reino…”

Quijote nos dice que la autocompasión nos debilita y también que los otros nos salvan”. El mensaje es enorme, todo un año para recordarlo”.

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