Giles, ¿Somos todos? Los Darín, ¡no! charlando en la vereda.

Por María Amalia Caballero – Periodista – dirección@sembrarvalores.org.ar

Testimonio de Ricardo Darín y foto Diario Clarín

Los 34 años de casados de Florencia Bas y Ricardo Darín tienen muchas experiencias que comparten y nos hacen pensar, hay caminos distintos para atravesar las crisis. lanacion.com.ar/espectaculos/personajes/ricardo-darin-y-florencia-bas-un-comienzo-explosivo-crisis-separaciones-y-una-historia-de-amor-a-nid30032022/

Una charla con Ricardo Darín en el Lanzamiento de la Odisea de Los Giles.

Por primera vez los Darín, padre e hijo, comparten el protagonismo en una película de la cual son, además, coproductores… Los encontramos en la vereda y ahí nomás comenzamos a conversar.

En tono confidencial, Ricardo cuenta que su hijo, el “Chino”, hace años le había propuesto producir juntos: así hacemos películas que reflejen lo que sentimos, películas en las cuales podamos orientar el rumbo que siguen. La idea quedó ahí, porque estábamos los dos con bastante trabajo, lo dejé pasar.

Pero, cuando leímos el libro de Eduardo Sacheri, La noche de la Usina, fue increíble; a los dos nos cayó la ficha, nos dijimos: “este es el momento”.

Nos cayó la ficha, nos dijimos: “este es el momento”.

El “Chino” ya había trabajado con la productora KyS, donde se entusiasmaron al instante con el guión… y así fueron transmitiendo esta emoción a cada uno de los convocados.

Cuando el rol es la vida real

En esta película los Darín representan la relación que tienen en la vida real, son un padre y un hijo que comparten una química increíble, con los cuestionamientos propios de las visiones  correspondientes a cada generación, con las diferentes actitudes frente a distintas situaciones.

Entonces me nace preguntarles, ¿Cómo vivieron el ser padre e hijo en la ficción?
Cuenta el “Chino”: Para mí fue una experiencia inolvidable trabajar con mi viejo, fue una oportunidad de muchísimo aprendizaje, vivíamos un voltear paredes adentro y afuera de cámara. No me voy a olvidar nunca.

Al concluir cualquier experiencia, me pregunto: ¿qué aprendiste?

Ricardo Darín

Ricardo agrega: Al concluir cualquier experiencia, me pregunto: ¿qué aprendiste? Aprendí mucho del “Chino”, porque los jóvenes tienen en sus cabezas procesos más acelerados que las nuestras, no en todo (risas). Y, ahora, los dos teníamos que pensar de qué forma nos parábamos en este compromiso. Aunque es una película coral en la cual cada actor, cada personaje importa mucho, nosotros teníamos que compartir esa relación.

Ricardo Darín, Luis Brandoni y Daniel Aráoz.

Además, estábamos parados ante la globalidad del desafío; reconozco que las primeras semanas buscamos nuestras dinámicas, pero lo logramos en seguida. Aprendí mucho de él porque, con esto de que soy “perro viejo”, estoy acostumbrado, a veces, a estar en donde no debo. Él -consciente o inconscientemente- me fue mostrando que hay cosas que hay que soltar, que no es necesario estar en todo. Salí de esta experiencia muy beneficiado. Fue una emoción muy grande estar codo a codo con mi hijo.

Además, en la película, su esposa muere y a él le toca llevar un período de duelo muy duro, largo.

Ese dolor es impensable -nos dice- una situación muy dura, muy dura y sacude la cabeza.

DE ALSINA SALIÓ ESTA PELÍCULA. SU MENSAJE
LLEGARÁ A TORONTO, SAN SEBASTIAN Y QUIEN SABE
A CUÁNTOS LUGARES MÁS. SOLO EN BUENOS AIRES,
400 SALAS

Darín, abuelo

Entonces nos animamos, ya que la escena final de la película es la del propio Ricardo Darín con  una beba en brazos, donde se sugiere que es la nieta. Naturalmente, y dadas las circunstancias, surge la pregunta acerca de sus sentimientos como abuelo.

Y nos refiere: La niña es muy chiquita, es de un casting que hicieron, no la conocía de nada y, además, nos costó mucho esa escena porque la beba no paraba de llorar, tuvimos que silenciarla en la grabación. Pero me pasó algo increíble, yo veía que la nena era igualita a mí, morí de amor. Al llegar a casa busqué unas fotos de cuando yo tenía esa edad y era tal cual. Nos cuenta y se vuelve a conmover.

Esas eran mis preguntas, le digo. Y me responde: son las mejores preguntas.

GIL. SEGÚN EL DICCIONARIO ES UNA PERSONA
LENTA, SIN PICARDÍA,. PERO SE APLICA A LA
PERSONA HONESTA, QUE TRABAJA, CUMPLE
LAS NORMAS, PERO UN DÍA … EL ABUSO AL QUE
ESTAMOS EXPUESTOS SE CONVIERTE EN …

La película

Es un guión adaptado por Sebastián Borenstein del libro de Eduardo Sacheri La noche de la usina. Esta combinación Sacheri – Borenstein ya es exitosa de por sí.

En un pueblo perdido del interior del país, donde los trenes dejaron de pasar hace ya muchos años dejando sin trabajo y “anclados” allí a varios de sus pobladores, un grupo resuelve relanzar la actividad mediante la creación de una cooperativa. Pero son estafados en el inolvidable “corralito” que sufrió la Argentina en 2001, un crash económico como en distintos momentos atraviesa un país u otro.

La bronca se hace sentir y traman un plan para recuperar lo robado. Solo eso; lo demás se entrega como donación. Se templan los espíritus para defenderse de la violencia y los deseos de venganza.

Con música por momentos folklórica o temas del rock nacional, un rasgueo de guitarra que acompaña el paisaje de campo maravilloso, los ríos, la llanura, por ahí un montecito y la antigua estación de tren que una vez y otra nos muestra el cartel del pueblo: Alsina.

Experiencias de filmar en un pueblo

Sentíamos que habíamos llegado con un circo o que  hacíamos un auténtico desembarco. Obviamente llamábamos la atención y a mucha gente le divertía venir a vernos. Claro, hubo escenas filmadas bajo la lluvia, metidos en el barro, de noche, allí estaban y su comentario sonaba a reconocimiento. Ahora vemos que es difícil ser actor, que el trabajo muchas veces llega a ser duro.

Sin embargo, Ricardo Darín suma a la descripción de esta situación hecha por sus compañeros: Filmar en un pueblo así es llevarles cultura, hacer historia. Por años ellos recordarán que fueron parte de esto.  Que de su pueblo salió esta película.

Que llegaron con su mensaje a Toronto, a San Sebastián y quién sabe a cuantos lugares más. Solo en Buenos Aires se llenaron 400 salas de cine, un número que marca un record.

Queríamos saber cómo les “tocó” a los actores revivir ese momento del corralito. Y sale a relucir una escena en que Verónica Llinás, mujer de Darín, amenaza con una ametralladora a un vecino que encara a su esposo por la pérdida de su dinero. Y ella nos dice: Viví un momento muy “catártico”, sentía que estaba descargando esa furia guardada contra quienes nos estafaron de semejante manera. Me di cuenta del desgaste emocional que siente una persona que llega a ese estado de violencia porque yo lo sentí en mí. Durante la filmación estuve permanentemente muy contenida.

Cuando la crisis nos toca a todos, se desdibujan las fronteras, estamos todos enfocados en el mismo conflicto.

Aprovecha Darín para comentar algo más: Cuando la crisis nos toca a todos, se desdibujan las fronteras y todos estamos enfocados en el mismo conflicto. La novela me gustó muchísimo, se percibe emocionalmente. Me gusta también eso de la película. Toca todos los personajes, a todas las capas sociales. Es en estos acontecimientos, nos sentimos afectados y reaccionamos en forma comunitaria.

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