Genios en cadena: Houssay y Leloir. Esfuerzo y Austeridad.

Habrás notado que nos gustan las “efemérides”. Los días 7 y 10 de abril recuerdan la salud y la investigación científica. Las dos fechas nos movieron a recordar lo bueno y a aprender.

María Lescano – Periodista

Sincerándonos, buscamos noticias inspiradoras que nos “aportan” salud en medio de tantas noticias tóxicas, de niveles tan dispares en el país y en el mundo. Nos sentimos empujados a abrir los ojos y saber que podemos hacer cosas muy buenas. Sólo que, requieren esfuerzo. El trabajo de cada uno cambia nuestra realidad más cercana, si contagiamos se expande… quién sabe hasta puede llegar.

Investigando para la salud

¿Sabías que el promedio mundial de investigadores está en 1.410 por millón habitantes y que en Argentina son 1.211? Este número es el más elevado en América Latina. ¿Será porque Bernardo Houssay (Premio Nobel de Medicina 1947) fue el fundador del CONICET?

Otros premios Nobel argentinos vinculados a la salud son Luis Federico Leloir – 1970 (Química) y César Milstein. 1984 (Medicina).

El Dr. Bernardo Houssay, dirigió la tesis doctoral de Luis Federico Leloir tras un encuentro “casual”, ya que Leloir vivía a media cuadra de la casa de su prima, la escritora y editora Victoria Ocampo, quien era cuñada del gastroenterólogo Carlos Bonorino Udaondo, médico y amigo de Houssay.

La personalidad de Leloir

Federico Leloir era el menor de ocho hermanos, no conoció a su padre ya que murió un mes antes de su nacimiento en París a donde habían viajado por cuestiones de salud. Se casó con Amelia Zuberbühler con quien tuvo 4 hijos. Su personalidad se recuerda como sencilla, amable y cercana.

Mientras vivía la investigación como una “aventura maravillosa”, sentía que era muy poco lo que podría hacer por el paciente en el ejercicio de la medicina.

Investigaba desde una silla de madera atada con alambre.

“Lo conocí en su laboratorio en donde investigaba en una silla de madera atada con alambre. Esto demuestra que su genialidad innata superaba cualquier adversidad”, dice Arturo Prins. Sin apoyo estatal ni privado, “atado a su silla” y concentrado en su investigación, así lo recuerdan en sus equipos.

Esto movilizó a Prins a trabajar en arduas campañas para recaudar fondos y construirle a Leloir un nuevo laboratorio. “Comenzamos a interesar a empresas y particulares quienes en forma desinteresada dieron su aporte”. De a poco, pero sin pausa se logró recaudar lo necesario para construir el laboratorio, que se encuentra emplazado frente al Parque Centenario en la Ciudad de Buenos Aires y lleva el nombre del Premio Nobel argentino.

El Dr. José Mordoh, discípulo de Leloir, desarrolló una vacuna terapéutica contra el melanoma…

Cáncer con Ciencia

Actualmente Arturo Pins es hoy el director ejecutivo de Fundación SALES que provee equipos científicos de aparatología, insumos, becas de formación, entre otras necesidades, gracias al aporte de más de 140.000 donantes históricos,

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