El ambiente en casa se deteriora después de tantos días conviviendo 24/7. Entonces, juntos ponemos atención a esta consulta y respuesta: manejo de las emociones en la discusión.
Por Mariuqui Magrane. Asesora Familiar. consultorio@sembrarvalores.org.ar
[button link=»» color=»yellow» icon=»» size=»large»]PREGUNTA[/button]
Nos estamos peleando o discutiendo con mi mujer, más seguido en este encierro forzoso, con tres hijos adolescentes, en una casa chica.
Siento que se va desgastando nuestra relación. Estamos teniendo un mal ambiente en casa. Ahora que sabemos que sigue el encierro, me pregunto y te pregunto ¿podrán estas peleas romper nuestra pareja matrimonial?
[button link=»» color=»yellow» icon=»» size=»large»]RESPUESTA[/button]
¿Te puedo contar? Fui a visitar antes de la cuarentena a unos tíos que admiraba, por sus cincuenta años de casados. Mientras tomábamos un café con ella, le pregunté si en todo este tiempo se habían peleado mucho. Ante mi gran asombro me contestó que nunca habían discutido. A mí se me escapó un ¡qué aburrido!, me resultaba imposible imaginármelos siempre de acuerdo.
La realidad es que casi todos los matrimonios nos peleamos, pocas o muchas veces. Aunque no falte la excepción a la regla. Cumpliendo los 100 días de cuarentena, los ánimos están más difíciles, más sensibles, es más fácil pelearse.
Los casados sabemos que una discusión, con empatía de pareja, nos permite conocer más las realidades de cada uno y valoramos la posibilidad de poner sobre la mesa lo que está incomodando.
El desafío está en aprender a discutir con inteligencia emocional, diciendo de buena manera y en buen momento lo que duele y no echándole la culpa al otro, de todo lo que le pasa a uno.
Contrariamente a lo que podría parecer, si logramos que las peleas estén empapadas de empatía y poniendo en juego, no solo nuestra inteligencia y habilidad negociadora, sino también estando antentos, en primer lugar, al recurso a nuestra inteligencia emocional, con esta forma de pelearse se gana una mejor relación de pareja.
Reconocer nuestras diferencias es positivo, ayuda a conocerse mejor. A complementarse.
Reconocer nuestras diferencias es positivo, ayuda a conocerse mejor. A complementarse. Mientras los adjetivos negativos pueden llegar a herir y se sufre, tal vez, innecesariamente.
Entre tantas oportunidades de aprendizaje en los días que estamos viviendo, vale la pena destacar la posibilidad de aprender habilidades comunicacionales y psicológicas que nos ayuden a decirnos mejor las cosas, sin gritarnos, buscando los buenos momentos, intentando una crítica constructiva, sin descalificar al otro.
Si aprendemos a ver nuestras propias dudas y miedos, vamos transformando nuestro vínculo, sobre todo si aprendemos a perdonar, con grandeza de corazón.
Si aprendemos a ver nuestras propias dudas y miedos, vamos transformando nuestro vínculo
No queriendo ganar en todas, es lo posible que pensemos en esta pelea (en cada pelea) cómo puede mejorar la discusión. Cómo hacer para que los dos salgamos ganando… A lo mejor se trata de respirar profundo, intentar escucharse y intentar que los dos salgan mejor de cada pelea.
Una recomendación NO MENOR: Traten de no pelearse y menos gritarse delante de los hijos, suelen tomar partido por uno o por otro, eso los tensiona y desgasta. Se imaginan las cosas bastante peor de lo que son en realidad y, sin quererlo, los hacemos sufrir.
Encerrados en cuarentena, doy por supuesto que es difícil pero con un poquito de auto control se puede esperar a estar en la habitación con la puerta cerrada. El que esté más sereno hace un gesto al otro para que quede claro que se va a discutir pero no en ese lugar, ni momento con ese «público» que son los hijos.
Si vamos pensando, encarando este tema que me consultás, vas a encontrar muchas maneras de «bajar decibeles» a las discusiones y encontrar el lado positivo. Un ejemplo clásico consiste en evitar los comentarios agresivos falsa o ciertamente apoyados en una lista negra acumulada en años anteriores y, por supuesto, corregida y aumentada por nuestra imaginación.negras de años anteriores, generalmente con el tiempo, agrandadas en la imaginación. No
#NoTenemosQueEstarDeAcuerdo
#TeComprendoAunqueNoTeEntienda
#¿SabemosNegociar?
#DiscutamosConInteligenciaEmocional
#GanamosLosDosCuandoSabemosDiscutir
#EncierroFamiliar