Eunice (7) hace sola su tarea

“Seño, ¡yo solita hago la tarea!” dice Eunice (7), alumna de la escuela Fe y Alegría en Resistencia, Chaco, emocionó con su mensaje de autonomía. Hablamos con su mamá, Carolina.

Por Lic. María Isabel Mullen . Periodista, fotógrafa y especialista en comunicación para ONGs y buenas causas. IG:@maria_mullen  twitter: @mariamullen

[dropcap]S[/dropcap]iempre estoy en comunicación con las familias de las escuelas de Fe y Alegría, ahora dos de mis hijas ya se hicieron amigas de Eunice por WhatsApp. Se intercambian dibujos, comentan, se felicitan y se mandan audios.

Aunque Buenos Aires y Chaco están a más de 800 kms. y estamos en tiempos de aislamiento y de muchas preguntas sobre el futuro de la educación, ellas crean una amistad que atraviesa todo y me deja pensando:

El mensaje llega desde Chaco, una de las provincias con mayor retraso en el ámbito educativo y habla una niña de una de las zonas de mayor vulnerabilidad. Qué hacemos con lo que nos toca, sigue dependiendo de nosotros.

En tiempos de fechas patrias (pasamos el 25 de mayo y se viene el 20 de junio), vale recordar que las buenas historias son las que escribimos juntos como país, como familia, como escuela.

«¡Hola, seño!, soy Eunice

Hace varios días, en plena cuarentena, circuló el audio de una alumna que cursa segundo grado en Fe y Alegría Resistencia, Chaco. La vocecita detrás del celular le dirigía un mensaje a su maestra Maria Rosa: “Seño yo solita hago la tarea ahora, ahora mi mamá ya no me tiene que ayudar. Yo ahora me vengo así a la pieza de mi mamá, me pongo en una mesita y hago yo la tareíta solita. Y escribo y todo, y ahí me quedo tranquila. O si no me voy a sentarme a mi mesa y a estudiar. Seño, ¡yo estudio muy bien!”.

Audio: https://www.instagram.com/p/B_fzJEYDm1L/?igshid=xvtnsgzwgjti

 El mensaje es una muestra ejemplar de autonomía para responder a los deberes escolares en pleno confinamiento; un gran desafío para las familias en la actualidad y un importante motivo de desgaste, más aún en contextos vulnerables. Eunice es la menor de tres, y su dedicación y la pasión que pone en todo lo que hace es conmovedora. Acaba de terminar una maqueta representando todo la escena del Cabildo el 25 de mayo de 1810.

Pasó noches preparándolo y se vistió de dama antigua antes de mandarle la foto de la tarea a su maestra.

Una familia que sale adelante

En diálogo con Carolina, su madre, cuenta que ella también se sorprende de Eunice. Viven a media cuadra de la escuela y los tres hermanos cursaron desde jardín en Fe y Alegría. “Me encanta la educación que se brinda ahí, los forman bien, los cuidan, les dan mucho amor; las aulas están hermosas y hasta tienen aire acondicionado que acá cuando llega el calor es muy pesado”.

Carolina se dedica a la confección de ropa y a la repostería. “Todo lo aprendí por internet, con tutoriales de YouTube”, explica.

Su marido, Alfredo, es herrero pero desde el año pasado tiene muy poco trabajo así que viven de las tortas y de la asignación universal.

“Yo les transmito a los chicos que nada es imposible; que lo que sueñen, lo intenten y lo intenten sin abandonar. Que busquen, que si no saben pregunten, que sean constantes”.

Lucas, el hijo mayor, tiene 19 y ya egresó. Estudió Mandatario del automotor, Reparación de PC, Barman y empezó la carrera de Criminalística. Ahora trabaja en un call center; se compró su moto y puso un pequeño negocio en la casa. Priscila, de 14, cursa el secundario y pronto se recibirá de profesora elemental de danza.

Autonomía y compromiso

Mientras conversamos, Eunice hace sus tareas sentadita en una mesa. “Ella se levanta y va solita a ver qué le mandaron para hacer -cuenta Carolina- ¡a veces se queja porque le gustaría más!”. Desde que comenzó la cuarentena el mensaje fue: «Después de que termines tus deberes podés ir a jugar». En su casa no tienen computadora, así que tuvieron que usar celulares.

La autonomía, el compromiso y entusiasmo de Eunice y de cada uno de sus hijos por el estudio, Carolina cree que se debe a que la vieron a ella misma estudiar y esforzarse mucho. El año pasado recién terminó el secundario.

Éramos tres varones y tres mujeres.

Mi mamá se quedó con los varones y a nosotras nos dio.

 

Su voz cambia cuando se adentra en el recuerdo de su infancia. A los siete años tuvo que dejar la escuela. “Éramos muchos hermanos de distintos lados; mi papá nos abandonó. Vivíamos en el campo y pasábamos hambre. Éramos tres varones y tres mujeres. Mi mamá se quedó con los varones y a nosotras nos dio. Nos criaron unas tías. La violencia estaba muy presente, no fui feliz. Pero me aferré a Dios y salí adelante”.

Carolina tuvo la capacidad de transformar su vida en un arco iris y a su familia, en una llena de valores. Ahora explica que su mamá, la “abuela”, es una persona muy distinta. “En esta cuarentena todos los días nos llama para decirnos que nos quiere y nos da su bendición. Cuando fue su cumple, con Eunice nos disfrazamos de payasos para la videollamada”.

Apasionada por dibujar

Eunice tiene una alegría contagiosa. Le gusta muchísimo dibujar y explica que dibuja muñecas para luego ir por lo más difícil: los rostros y el realismo.

Como que mis dibujos también son mis amigos.

Dibujar es como una pasión para mí – dice-. Cuando dibujo me siento tranquila y alegre. Como que mis dibujos también son mis amigos. Algunos como el dibujo del sol y el del puente, me llevaron mucho esfuerzo hacerlos y son los que más me gustan”.

Un sol y un puente. Dos imágenes con mucho significado. Su comida favorita es el guiso con fideos “moñito” y los ladridos del patio provienen de sus perritos Flor, Dior y Rey. Se podría charlar horas con Eunice sin aburrirse. Estos días estuvo trabajando en una maqueta para el 25 de mayo y el resultado es una obra de arte llena de detalles.

[notification type=»information» title=»Acerca de Fe y Alegría»] El Centro Educativo está ubicado en el Barrio Alberdi y fue el primero de Fe y Alegría en Argentina. Fundado 24 años atrás, brinda educación de calidad y gratuita para las familias más necesitadas. Hoy la organización, obra de los Jesuitas presente en 22 países, aquí cuenta con más de 6000 estudiantes de contextos vulnerables en 5 provincias. También brinda cursos y acompañamiento a mujeres privadas de libertad. En estos momentos Fe y Alegría Argentina recibe donaciones para sostener la ayuda a sus comunidades que atraviesan un momento muy difícil. Para donar: www.feyalegria.org.ar[/notification]

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