ENTRE EL ESTUDIO Y EL DEPORTE

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Iván Pittaluga

¿Qué, cómo, cuánto, dónde estudian nuestros hijos? Para los padres, quien más quien menos, el  estudio termina siendo una preocupación.

MALE PINEDO | ORIENTADORA FAMILIAR | MALEPINEDO@YAHOO.COM.AR

 

[dropcap]L[/dropcap] legamos al final del primer trimestre, nos llega un boletín inesperado…Y empiezan las preocupaciones por resolver este problema. Sabemos que, con el tiempo, puede transformarse en un tema mayor.

La primera medida será sacarnos las dudas sobre posibles problemas de visión, audición, atención y otras dificultades. Luego viene la gran pregunta… ¿cómo los estimulamos para que sean buenos estudiantes?

Iván Pittaluga hace rato que investiga sobre el tema y ha hecho un trabajo valiosísimo para los padres: en una edición revisada de “Cómo cosechar buenas notas”, lanzó “Estudiando para ganar”. Un libro ameno, práctico, corto y divertido para que los chicos lean y comprendan la importancia de
algunas cosas básicas, para que el estudio, y el tiempo que le dedican a este, tengan un rendimiento positivo.entre el estudio y el deporte

A través de un paralelismo con el fútbol, Pittaluga nos va mostrando la utilidad de los hábitos de estudio, las estrategias a seguir, el reconocimiento de los “adversarios”, el valor del respeto y muchas cosas más.

¿Notas buenas y malas?

SV| Comenzás diciendo que las notas no son tan importantes, ¿lo más difícil es que lo entendamos los padres? ¿Por qué puede asustarnos tanto?

IP| Lo que me interesa transmitir es que si domina el arte de aprender, habrá adquirido una herramienta que le va a servir para toda la vida. Después de muchos años orientando a alumnos en sus estudios, he visto cómo cambia la vida de un chico cuando se hace protagonista de su aprendizaje, cuando se sabe capaz de pensar, de resolver problemas y de aprender de sus errores.

El amor de sus padres es
gratis (incondicional) pero la
libertad se la deben ganar
(con responsabilidad).

En esta visión del aprendizaje, las notas tienen un valor relativo. Si los padres se enfocan exclusivamente en ellas, el chico puede equivocarse tomando atajos: copiarse, presentar como suyos trabajos de otro, faltar a evaluaciones para evitar malas calificaciones, etc. Lo que sí funciona es exigir en el esfuerzo y poner límites, es decir, consecuencias si no se ha esforzado. De esa manera el chico será consciente de que el amor de sus padres es gratis (incondicional) pero que la libertad
que le den se la debe ganar (con responsabilidad).

SV| ¿Cómo estimular a los chicos para que tengan esta visión acerca del estudio? O… ¡¿cómo les hacemos leer tu libro?!

IP| El ejemplo ayuda mucho. Quie o decir, ¿qué se respira en el ambiente de casa? Los hijos son libres, por supuesto, pero hay más posibilidades de que sean lectores si ven que sus padres disfrutan leyendo o es más probable que vean el trabajo como algo valioso si sus padres comparten con ellos esa visión.

Respecto del libro, durante varios años estuve investigando acerca de textos sobre el estudio. Los hay muchos y muy buenos. Pero una dificultad que encontré en ellos fue su extensión y su carga teórica. El desafío era hacerlo ameno, amigable y práctico. Que se leyera fácilmente.

Pienso que la metáfora del fútbol permite al lector entender el juego del aprendizaje, comprender qué es lo que no está haciendo bien y cómo mejorarlo.

Unos amigos me contaron su experiencia: madre e hijo (12 años) leyeron juntos el capítulo tres sobre el horario para estudiar en casa y lo conversaron. No fue un examen ni un reto.  Compartieron lo leído. Al chico ahora se lo nota más responsable con eso.

SV| ¿Cómo explicar la diferencia entre lo que vos proponés en el libro y lo que ellos comúnmente llaman un “nerd”?

IP| Mi percepción es que un chico que aprovecha bien las clases, es responsable y normalmente consigue buenas calificaciones es respetado. Las complicaciones pueden darse cuando se carece de algunas habilidades sociales, pero la buena noticia es que así como se aprende a resolver ecuaciones, también se puede aprender a conectar con los demás, a ser empático y también, a poner límites.

SV| Qué importante el concepto de autoevaluación… 

IP| El libro ofrece un listado de preguntas para que el lector pueda valorar cómo está.

En el colegio donde trabajo, los tutores tomamos una encuesta parecida periódicamente y la completamos con la visión del docente: esto permite detectar qué tipo de ayuda necesita el alumno y qué conciencia tiene de su situación.

entre el estudio y el deporte 1En el caso de que se trate, por ejemplo, de una mala base en algún tema puntual de matemáticas, se refuerza el tema para evitar que el chico siga perdido mientras el resto sigue avanzando.

Tecnologías

SV|¿Creés que se volvió algo más común la pereza mental? ¿Tiene que ver con los dispositivos electrónicos?

IP| Hace treinta años que doy clases a adolescentes y no noto un cambio significativo en eso.

Pensar siempre costó, la ley del menor esfuerzo es más atractiva.

Me parece que ahora los alumnos manejan mayor información sobre la actualidad y eso permite conectar mejor con sus intereses, lo cual es positivo. También es evidente la dependencia que muchos tienen con el celular.

Una hora de estudio, con el celular activo, rinde muy poco. El tiempo en la Play, vuela y puede arrasar con el horario de estudio o de sueño. Hay que ayudar a los chicos a responsabilizarse de cómo usan su tiempo.

Confieso que cuando Iván me respondió esta pregunta sentí un gran alivio. Soy partidaria de no “demonizar” la tecnología y adjudicarle todos los males, sobre todo, cuando algunas veces los adultos no logramos manejarlas con coherencia entre lo que pedimos y lo que hacemos.

Lo importante es que, descartando dificultades especiales, el éxito en el estudio -que colaborará en gran medida con nuestra autoestima- ¡depende de cómo encaremos el partido!

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