Nos escribe Paula Duprat de Dupou (Suscriptora)
[dropcap]14[/dropcap] mujeres. Ex compañeras procedentes de lugares como Ushuaia, San Pedro, La Pampa, San Luis, Buenos Aires y San Antonio de Areco.
14 “señoras” con equipaje cargado de vivencias alegres, tristes, placenteras, difíciles, desgarradoras y fortalecedoras, maletas de sabiduría y calidez rebosantes de recuerdos y comprensión humana.
14 mujeres. Con vidas diferentes: familias, profesiones, actividades, hobbies, caracteres… compartimos recuerdos con atenta y amorosa escucha, cantamos, nos reímos y hasta saltamos como adolescentes en las Salinas Grandes.
En la diversidad, nos entregamos al grupo y a la magia de la pertenencia, con la sabiduría, calidez y humanidad que nos aportaron los años, arrugas y canas, y también los valores inculcados hace años en el colegio, muchas veces, a pesar nuestro.
Inolvidable encuentro aderezado por los paisajes del Noroeste argentino. La calidez, sencillez y hospitalidad de sus habitantes fue, por unos días, nuestro “lugar en el mundo”. Gracias a cada una de las integrantes de lo que apodamos el “Éxodo Jujeño”, y a la tranquila compañía de Tommy, el hijo menor de Teo que, con síndrome de Down, es su pedacito de cielo, y fue también el nuestro.
Y recordé una canción de adolescentes:
“I am on the top of the world
looking down on creation
and the only explanation I can find /
Is the love that I’ve found ever
since you’ve been around,
your love puts me at the top of the world”
(The Carpenters)