Ideal para ver con niños
En Cines y en Disney+
Sinopsis
La historia de una familia extraordinaria, los Madrigal, que viven escondidos en las montañas de Colombia en una casa mágica de un pueblo situado en un enclave maravilloso llamado Encanto.
Público apropiado: Todos, es familiar.
Países: Colombia, EE.UU.
Dirección: Jared Bush, Byron Howard, Charise Castro Smith
Guión: Jared Bush, Charise Castro Smith, Lin-Manuel Miranda, Byron Howard, Jason Hand, Nancy Kruse
Música: Germaine Franco, Lin-Manuel Miranda
Fotografía: Nathan Detroit Warner, Daniel Rice, Alessandro Jacomini
Distribuye en cine: Walt Disney
Comentario
Los Madrigal son una familia muy especial. Alma, la abuela, logró salvar la vida cuando con su marido y sus trillizos buscaba establecerse en algún lugar y eran perseguidos por unos individuos armados. Una vela mágica obró el milagro, aunque el abuelo no sobrevivió. Alma logró integrarse en la comunidad de Encanto, una zona selvática preciosa de Colombia, donde con sus niños formó una maravillosa viviendo en Casita, y donde los tres hijos desarrollaron poderes mágicos, así como sus nietos. Pero no todos, la pobre Maribel no parece tener ningún don, lo que la deja en inferioridad de condiciones frente a sus hermana Isabela –“la chica ideal” con el don de que las flores florecen a su paso, y prometida con un apuesto joven de la localidad– y Luisa, sensible y fortachona. Maribel tiene una poderosa personalidad, pero ver a sus parientes con curiosos poderes como modificar el clima, transformarse en distintos personajes, tener un fino oído o predecir el futuro, podría crearle un complejo, aunque es cierto que la familia política –su padre, por ejemplo– tampoco tienen poderes. El caso es que intentando dar con su don especial, Maribel podría poner en peligro Casita y todo el entorno de Encanto.
Está claro que en Disney cada vez creen más en un mundo globalizado, donde hay que prestar atención a distintos entornos culturales para darles algo en lo que se reconozcan. China ha sido mimada con Mulan y Raya y el último dragón, e Iberoamérica, y más concretamente México, ha tenido una película vía Pixar, Coco. Ahora le toca el turno a Colombia a la hora de trazar un relato donde el marco de la familia resulta esencial, pero también, como en tantos títulos Disney, el de una adolescente enérgica e independiente, pero a la que toca madurar, o sea, no muy lejana de La Sirenita. Además, en el dramático arranque con elementos de pérdida de un ser querido, que pueden hacernos evocar Bambi o El rey león, se sugiere un tanto elípticamente el tema de la inmigración, con hombres armados que parecen vigilar fronteras señaladas por ríos, aunque también podrían ser simplemente bandidos, el equivalente a los cazadores de la citada Bambi. Además, de un modo ambicioso pero sin cruzar límites peligrosos, se ha querido homenajear el realismo mágico de las novelas de Gabriel García Márquez, porque los elementos de curiosos poderes se despliegan en el marco de una gran familia que afronta las típicas dificultades cotidianas.
Dirigen este largometraje número 60 de Disney Jared Bush y Byron Howard, que ya habían colaborado con fortuna en Zootrópolis, y a ellos se suma la debutante Charise Castro Smith. Logran una película de diseño de producción desbordante y con gran colorido, ya sea en los elementos de la naturaleza selvática, los alimentos, los vestidos, los utensilios de artesanía, o en los rasgos indígenas y de mestizaje típicos de la cultura hispanoamericana. En la versión original se utilizan con frecuencia palabras en español, y resultan hermosas la banda sonora y las canciones de Germaine Franco y Lin-Manuel Miranda, con ritmos de la cultura que se retrata, aunque sin dejar de jugar con el hip-hop mirandiano, y muy bien respaldadas por la coreografía correspondiente.
Aunque la trama sea bastante arquetípica, con protagonista decidida pero acomplejada, que a la hora de afirmar su personalidad, pone en peligro a la comunidad, funciona porque combina los elementos dramáticos con la vistosidad de las imágenes y los contrapuntos humorísticos; además, de algún modo se da un vuelco a la idea de los superpoderes, aquello de Spider-Man de que «todo gran don conlleva una gran responsabilidad», que aquí sería «la falta de un don conlleva una gran responsabilidad», porque toca descubrir que a las personas hay que quererlas tal y como son. De nuevo la animación es de primerísima calidad, con la novedad de un exotismo latino que deslumbra.
Fuente: decine21.com