El «riesgo» pileta

La pileta es un lugar de placer que disfrutamos en familia y con amigos. Sin embargo, cuando hay chicos, la pileta es también un riesgo, un potencial enemigo muy peligroso.

 

Ρara que el “riesgo pileta” esté lejos, muy lejos de los nuestros, es primordial que los más chicos NUNCA estén solos en la pileta. Es imprescindible que haya un adulto a cargo. Cuando los grandes son varios, al menos uno de ellos estará especialmente pendiente de los niños SIEMPRE, nos dice el Dr. Luis Agote, especialista a quien consultamos sobre el tema.

El responsable a cargo del cuidado de los niños necesita estar muy atento, cero celular o «cabeceada» al borde de la pileta. Muchos prefieren estar en el agua jugando con sus hijos. A estas edades los chicos suelen ser muy demandantes, el papá y la mamá tienen que conocer sus propios límites. Cuando están cansados o notan que decae su atención lo mejor es decir claramente, «se acabó» el rato de pileta.

 

[button link=»» color=»blue2″ icon=»» size=»large»]El «riesgo» bebe[/button]

Por duro que parezca, cuando un niño desaparece de nuestra vista, el primer lugar que hay que mirar cuidadosamente es la pileta, cada segundo es de oro.

Aunque los bebés sepan nadar y jueguen en el agua, recién a los cuatro años pueden desplazarse en el agua y salir solos de la pileta.

Cuando son más grandecitos y los vemos muy osados, advierte el Dr. Agote no importa que se “atoren” un poco con el agua para que le tomen respeto.

 

[button link=»» color=»blue2″ icon=»» size=»large»]Riesgos potenciales[/button]

Conviene estar advertidos ante situaciones familiares muy comunes que llegan a ser factores que aumentan la posibilidad de accidentes.

¿Cuáles?

  • el embarazo de la mamá,
  • el nacimiento de un hermanito,
  • la pérdida por el fallecimiento de un ser querido,
  • el cambio de la empleada con quien se había familiarizado,
  • las mudanzas,
  • el cambio de casa por las vacaciones.

[button link=»» color=»blue2″ icon=»» size=»large»]Prevención[/button]

El cerco

Si bien existe una gran variedad de ofertas de cercos, algunas muy estéticas, y podemos elegir la que mejor vaya con el estilo de la casa, la pileta y el jardín, más allá de su belleza, hay algunos datos para tener en cuenta que, nos aseguran que estará cumpliendo la función para la cual lo hemos elegido.

  • El cerco debe ser de 1,20 cm de altura y sin puerta.
  • Es preferible que tenga barrotes con una separación no mayor a 10 cm.
  • El alambre tejido no conviene porque se puede trepar.
  • Si tiene puerta, ésta debe permanecer siempre cerrada, y la llave lejos del alcance de los chicos.
  • Como los chicos pasan por espacios mínimos, es vital controlar los extremos del cerco.
  • Si hay perro, el cerco debe estar sobre superficie sólida de cemento o ladrillo, de lo contrario el animal escarba y fabrica una vía de entrada.

Los bracitos

Cuando están del lado de la pileta, los chicos necesitan andar SIEMPRE con bracitos, “alitas”.

No cualquier «alita» de las que se ofrecen cumple completamente su función, hay que estar muy atentos al momento de elegirlas. Si son las inflables, conviene que sean de doble aro, para atenuar el riesgo cuando se pinchan o desinflan.

También están los bracitos que incluyen un frente y permiten sostener no sólo el brazo sino también el pecho/pancita del niño.

C0mo en casi todo, esto depende mucho del chico y de las preferencias de los padres, algunos elijen directamente el chaleco salvavidas.

Último y no menor

Convendrá que en las casas que haya pileta al menos una persona tome un curso y sea práctico en resucitación cardio pulmonar.

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