Bebes
Esta vez, la lic. María Catarineu, especialista en bebes y primera infancia, nos habla del primer e íntimo contacto madre-hijo hasta su socialización
[dropcap]A[/dropcap] María le gusta hablar del nido, y nos cae bien esa comparación. Pero ¿cómo es ese salto del útero materno al mundo exterior?
SV| ¿Cómo describirías el primer contacto madre-hijo?
MC| Lo llamo nido interior, es el primer espacio de vida. Donde en silencio y oscuridad, se “alumbra” el nuevo ser. Desde allí late la intimidad de un ritmo constante sostenido por el compás del corazón materno. Podríamos decir que el líquido lo acuna, lo contiene. Envuelve todo el cuerpo del bebe: sus mejillas, su panza, sus piernas, todos sus pliegues y repliegues. Nada queda suspendido en el aire.
SV| ¿Cómo, cuándo se reconocen mutuamente?
MC| En el seno materno transcurre un tiempo donde dos empiezan a conocerse, a sentirse, en una secuencia única, diferente a todas las demás.
La primera voz que escucha el bebe es la de su mamá, percibe también su aroma, su calor; será la primera voz que reconozca al nacer. Allí se rozan, se encuentran.
SV| Es un momento de dudas y de miedos, ¿qué sugerís a las mamás que puedan sentir cierta angustia ante lo desconocido?
MC| Las animo a que se pregunten: ¿quién está ahí? Y que cerrando sus ojos lo imaginen: ¿se parece un poco a papá? Que sepan que juntos se nutren, se agrandan, se miman. Al cierre de la jornada, que recueste su cuerpo de costado sobre la cama y lo sienta “saltar”. Cada vez se hace más presente. Que le cante una canción de cuna para que resuene suavemente en su panza. Que esté atenta a percibir sus cosquillas, sus volteretas.
EL BEBE «ENFRENTA» EL PASO DEL LIQUIDO AL AIRE,
DEL CORDÓN A LA SUCCIÓN, DEL CALOR AL FRÍO,
DE LA OSCURIDAD A LA LUZ, DE LA FUSIÓN A LA
PROGRESIVA SEPARACIÓN
SV| ¿Cómo encarar los cambios que se dan en la mamá?
MC| Mi recomendación es que la mamá se permita concentrarse, ensimismarse con su bebe. Es algo que ocurre naturalmente pero que, a veces, por el ritmo de vida o el susto, sucede que ella no se habilita, no se considera con derecho a entregarse a lo que le está pasando. Va dejando de lado otros intereses y actividades. A gusto o a disgusto se retrae poquito a poco del mundo exterior. Esto la sorprende y vale la pena vivirlo así, paso a paso. Come más, duerme más, se vuelve emocionalmente más sensible requiriendo mayores cuidados de quienes la rodean.
QUE LO SIENTA SALTAR. QUE LE CANTE UNA
CANCIÓN DE CUNA PARA QUE LE RESUENE SUAVEMENTE
EN SU PANZA . QUE ESTE ATENTA A PERCIBIR SUS
COSQUILLAS, SUS VOLTERETAS
SV| Llegó el gran día, ya está en brazos.
MC| Seguramente, con anticipación, cada miembro de la familia se movilizó para generar un nuevo espacio. Y cada rincón de la casa, de alguna manera, estará “retocado” por la llegada del bebe que empezará a conocer su nuevo espacio. Para ambos es un gran cambio. El bebe “enfrenta” el paso del líquido al aire, del cordón a la succión, del calor al frío, de la oscuridad a la luz, de la fusión a la progresiva separación. Mientras, la mamá, que es la reguladora de todos estos cambios, lo arropa y con esta proximidad aminora la separación física reciente producida por el nacimiento.
El bebe necesita de esta envoltura maternal como experiencia de fusión, de unión con su madre.
SV| La verdad es que más allá de la ternura del momento, para los padres es difícil amoldarse a los ritmos del bebe y comprender sus necesidades y reclamos. ¿Cómo ayudarlos en estas circunstancias?
MC| No podemos pretender que esto ocurra en un instante sino que se va desarrollando gesto tras gesto, acto sobre acto. Así se despliega la función materna. La mamá decodifical as necesidades de su bebe y él comienza a experimentar la confianza.
Intenta poner en palabras lo que le pasa. Un gesto muy fuerte es sostenerlo con su mirada, él lo necesita. Además introducirá en su mundo al papá, a los hermanos, el chupete, el sonajero… después el llanto comienza a diferenciarse, como para distinguir cuál es su reclamo: chupete, comida, sueño.
SV| Adjudicás a la mamá esta funciones porque es algo que se va dando, ¿qué es lo más esperable del lado del padre?
MC| Yo te diría: ¿ quién contiene al que contiene? ¿Quién es el que colabora en forma activa para que se dé esa fusión madre-hijo? El papá es inicialmente el facilitador de esa primera envoltura, es el sostén de la mamá. Y más adelante comenzará a cumplir un rol de socializador que guiará al chico en sus siguientes pasos de acompañamiento familiar en sus diferentes etapas: del cuarto de los padres al propio cuarto, del espacio del regazo al espacio del suelo. Los bordes del “nido” se expanden.
Se van cubriendo de huellas propias. En ese juego de presentaciones y representaciones el bebe se organiza, se integra. La voz de mamá acompaña sus movimientos, le va mostrando su pequeño mundo.
El nacimiento implica el
tránsito del bebe desde un
hogar íntimo hacia uno
externo.
SV| ¿Qué lugar asignás a lo lúdico en la crianza de los hijos?
MC| Cuando la madre y el hijo se encuentran en ese nuevo espacio, surge entre ambos un “campo de juego que los une”. Los juegos cara a cara. Allí pueden encontrar el placer de estar juntos, es donde comienza la construcción de un vínculo que lo sostendrá en experiencias posteriores.
Vínculo de seguridad a partir del cual se abrirá el despliegue de los primeros aprendizajes.
SV| Tal vez hay algo que quisieras decirnos y no te lo estamos preguntando…
MC| Desde el seno del hogar se experimenta la confianza básica desde donde podrá, a lo largo de su vida, construir nuevos vínculos y crear “nuevos nidos”. Hablo de un entretejido artesanal, donde cada hebra se expande en el cobijo de lo cotidiano. Allí nace el asombro ante lo desconocido, porque que cada nuevo hijo inaugura una nueva mamá. En la relación con su familia van a conformar el espacio fundante de la persona
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María Catarineu – Especialista en bebes y niños en primera infancia
– Centro Médico Lirios del Talar
– mcatarineu@hotmail.com
– Fb: Rayuela Tiempo de Juego
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