¿Educación Sexual Integral en nivel inicial? La “pregunta del millón” tiene respuesta.

Por Claudia Córdoba * @teenStar

El programa del Ministerio de Educación incluye ESI desde el nivel inicial, ¿será demasiado? Propuestas positivas: desde TeenStar

Los docentes de inicial son pioneros en el tema. Veamos…

Cuando hablamos de ESI en niños pequeños la inseguridad, el desconcierto o el temor son las principales sensaciones que atraviesan a docentes y directivos del nivel y más aún a los padres. Desde Rosarito Vera hasta hoy, la docencia en nivel infantil es pionera, de avanzada en los temas.

Nos remontamos a nuestras épocas de “jardín”, cuando el juego, las canciones y los cuentos son los recursos facilitadores de aprendizaje. Allí donde crecer no duele ni asusta, dónde el olor a galletita y masa de sal, perfuman los primeros años de escolaridad.

Un rompecabezas muy valioso.

En el jardín el niño inicia el proceso de identificación, de autonomía e independencia de sus padres. Socializa con sus pares y reconoce a sus docentes como referente de contención, seguridad y autoridad. Así formaliza un proceso de aprendizaje interminable.

Mi propuesta es imaginar al niño como un rompecabezas que comienza a armarse de adentro hacia afuera. Identificamos en esas primeras piezas, la dimensión emocional, intelectual, espiritual, social y física, esta última quizás la más visible.

 En el nivel inicial docentes y familia tenemos la oportunidad de otorgarle al rompecabezas un marco, una base, que lo contenga y que sostenga cada una de esas piezas.

Cuando apenas hay algunas piezas encastradas ¿podemos visualizar la hermosura del creciente puzzle?

¿Vemos en esos pequeños al adolescente que será?

Quizás allí esté el desafío.

Siempre será el mismo rompecabezas en distintos momentos de construcción, siempre será la misma persona en distintas etapas evolutivas.

En la sala siempre se trabajó ESI

Cuando acompañamos a los niños y niñas en el proceso de control de esfínter, estamos trabajando ESI, cuando enseñamos sobre el cuidado del cuerpo al lavarse los dientes, lavarse las manos antes de merendar o desayunar, estamos enseñando ESI.

Los niños van construyendo la noción del valor de su propio cuerpo y del cuerpo del otro, van reconociendo al otro en su alteridad, desarrollan la empatía y utilizan el cuerpo para expresar emociones, identificando y aceptando debilidades y fortalezas.

Cuando les enseñamos a respetar el turno para hablar, a respetar el lugar en el tren para salir al patio, a cantar antes de merendar estamos construyendo la base del rompecabezas, estamos enseñando ESI

Ese niño está delineando al adolescente que será y que necesitará respetar sus  propios tiempos y el tiempo de los demás para desarrollar la habilidad en toma de decisiones asertivas, para controlar sus impulsos, para elaborar respuestas y no reacciones frente a estímulos, para gestionar las emociones, para respetar a un otro distinto de sí mismo.

Al momento de escuchar los cuentos, de escuchar atento la voz de su maestra, al imaginar y desplegar el pensamiento mágico los niños y niñas van desarrollando la creatividad, van estructurando alternativas resolutivas a dificultades sencillas y prácticas. En esos cuentos con enseñanzas que seleccionamos minuciosamente, se esconden ejercicios y estrategias para que los chicos se inicien en la resolución de problemas.

Cuando los pequeños aprenden a colgar sus mochilas, a identificar sus pertenencias, a reconocer sus nombres: hablamos de identidad, hablamos de autoconocimiento, hablamos de ESI.

El niño o niña de hoy va esbozando al adolescente del mañana, cuando se siente seguro de quién es, del sitio al que pertenece, del espacio que ocupa.

Las canciones son recursos educativos infalibles para transmitir valores, conceptos contenidos como el conocimiento del propio cuerpo y del cuerpo de los demás, identificar diferencias y semejanzas, derechos, identidad, inclusión, sentimientos y mucho más.

A través de estos recursos estimulamos los sentidos y desde allí los vinculamos con las sensaciones y sentimientos, lo que les gusta y lo que no. Así trabajamos la capacidad de decir SÍ y decir NO. Capacidad tan necesaria en la adolescencia para la prevención de la violencia, abusos y mucho más.

Las estrategias como el descubrimiento, la observación y la investigación son fascinantes para abordar las ciencias. El recurso del método científico, con el cual los niños en el jardín, van desarrollando la capacidad de, preguntar, investigar, elaborar hipótesis, experimentar y concluir.

Fabuloso método para fortalecer la organización de ideas, para desarrollar el juicio crítico, favorecer la investigación y la curiosidad, habilidades que en la etapa de la adolescencia colaboran para que los jóvenes tomen decisiones libres e informadas respecto de sus afectos y su sexualidad.

Y colorín colorado…

Estos son sólo algunos de los ejemplos que sintéticamente puntualizo para demostrar que las “Seños de jardín” somos pioneras en Educación afectivo-sexual, somos expertas aliadas de padres y madres que entienden que la base del rompecabezas debe ser fuerte y segura para que las piezas puedan encastrar naturalmente.

Es ahí, en la primera infancia dónde debemos cimentar la educación afectivo-sexual para que cuando esos niños alcancen la pubertad, etapa de tantos cambios e inseguridades, lo hagan con confianza y fortalecidos.

La pregunta del millón es una pregunta retórica: las docentes de Inicial lo sabemos, somos pioneras en Educación Afectivo-Sexual.

Claudia Córdoba

 

-Docente Nivel Inicial

– Especialista en Neurociencias del aprendizaje

– coordinadora de formación de Teen Star Argentina

– Diplomada en Políticas Públicas.

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