Cada vez más, los padres se involucran en la educación que dan las escuelas, «no es ni nunca debió ser un depósito de chicos».
Edición: María Lescano – Periodista
Los padres cuánto más lejos de la escuela mejor, podía comentar un docente y estaba bien. Dejar hacer… Sin embargo hoy los padres están tomando un alto nivel de protagonismo. No hablamos de política partidaria, no es cuestión de quién está a cargo en un lugar o en otro, ni siquiera es cuestión exclusiva del colegio elegido. Los padres quieren participar, los padres participan.
Argentinos por la Educación, investiga y trabaja a fondo desde hace tiempo los temas vinculados a la educación y la pandemia, lejos de ser un tiempo de “descanso” un “parate” es y fue un espacio de reflexión además de un motivo y fuente de inspiración.
Todas estas visiones estaban en la mente de los cientos de padres de toda Argentina que desde todo el país acudieron a Rosario para intercambiar opiniones, sin duda. Pero, también para aprender. Porque la mente abierta al aprendizaje es la mente joven, la actitud que “vibraba” en este espacio. “Aún sin tener todas las herramientas, tenemos la voluntad de seguir creciendo”, manifiestan los padres.
Arriba el telón
Después de meses de preparación, intercambio de opiniones búsqueda de lugar, recursos, expositores. Llegó el momento de inaugurar en Rosario, el Tercer Encuentro Nacional de Familias por la Educación.
Ignacio Ibarzábal, Director de Argentinos por la Educación, y como tal tiene mucho que decir al respecto, Este encuentro es un hito. Un homenaje a la labor silenciosa de tantas familias durante tanto tiempo, a quienes en la pandemia entendieron que tenían esta responsabilidad y encontraron un rol. Esto recién empieza... Es un indicio de que hay cosas que están cambiando y que pueden cambiar en la educación argentina. Que estamos dispuestos a terminar con el individualismo, con la creencia que uno puede salvarse solo”, puntualizó.
El encuentro, que reúne a familias de todo el país, se desarrolló en el Centro Cultural Fontanarrosa durante este fin de semana del 1 y 2 de octubre. El acto inaugural contó con la participación de Belén de Gennaro, directora de Movilización Social; Marisa Crespi, referente de familias de Santa Fe, y Lucas Raspall, psiquiatra, psicoterapeuta y Subsecretario de Desarrollo Humano de Rosario.
También hubo un panel de especialistas integrado por Guillermina Tiramonti, Irene Kit y Mariano Narodowski donde se debatió el rol de las familias, los ejes centrales a discutir en materia de educación y los desafíos a futuro. La pandemia dejó en claro que las familias debían involucrarse. Debemos ver cómo seguimos con este nuevo actor fundamental que son los padres, las madres, la sociedad civil, consideró Narodowski, Tiramonti habló de la necesidad de que en las escuelas haya espacios para las familias y apuntó: Ninguna sociedad va a funcionar bien si no está educada. No se salva un niño por ir a escuela privada si vive en una sociedad sin educación. Hay chicos que salen de la primaria sin saber leer ni escribir, de la secundaria sin comprender lo que leen, el sistema está atrasado respecto a las exigencias del siglo XXI. El sistema está fallando en la regulación, en la socialización de las nuevas generaciones.
Según Kit, Las familias siguen confiando en la escuela, la confianza no se quebró ni aún en situaciones difíciles. Tenemos que tomar acciones ahora para incrementar esa confianza.
MANIFIESTO: La voz de las familias argentinas
Este domingo en el Monumento Nacional a la Bandera, las familias leyeron el “Manifiesto por la Educación”:
“Nos une un compromiso profundo para transformar la educación. El compromiso, la solidaridad y la educación son tres valores que representan a quienes nos unimos en este encuentro. Nadie se salva solo”.
Demandan un “sinceramiento” de las autoridades educativas: “Que en los distintos niveles del sistema educativo se dialogue de manera abierta de los problemas concretos que tenemos que resolver”.
“Los cambios que necesitamos se logran con la dirigencia, con los sindicatos, con los directores, con los docentes, con los estudiantes y con toda la comunidad escolar. Necesitamos un nuevo contrato familia-escuela. ¡La comunidad escolar incluye a las familias!”.
Trabajar para que cada vez más familias se involucren en la mejora del sistema educativo, empezando por el acompañamiento de sus hijos; colaborar con una participación activa y constructiva en las escuelas y participar del debate público con apertura a nuevas y distintas maneras de pensar la escuela; trabajar en red en todo el país siendo parte de la agenda federal educativa”. Madres y padres expresaron su voluntad de pasar de la queja a la construcción: “Queremos ser parte de la solución”.
Desafíos educativos:
-Los problemas de infraestructura,
-la formación y condiciones de trabajo de los docentes,
-la deserción escolar en secundaria,
-los bajos niveles de aprendizaje,
-el cumplimiento de los días de clase obligatorios en todas las jurisdicciones
Pese a la magnitud de los desafíos, el clima del ENFE fue de celebración y el Manifiesto expresa una mirada esperanzada: “En las historias, experiencias y visiones que compartimos en estos días encontramos la esperanza que nos impulsa a seguir (…) y construir desde la solidaridad, sostenemos esta confianza de que podemos lograr la educación que nuestros hijos merecen”.
Los padres y madres que participaron del Encuentro subrayan que la voz de las familias en educación llegó para quedarse. En el cierre del Manifiesto, trazan un horizonte compartido: “Queremos que nuestra escuela iguale oportunidades. Y que nuestra educación sea el principal puente para ese futuro mejor que anhelamos para las próximas generaciones”.
*Foto de su presentación en Universidad SXXI – Córdoba
ACERCA DE ENFE
Todas las actividades del ENFE buscan aportar ideas para responder una pregunta urgente: ¿cuál es nuestro rol como familias en la educación que necesitamos? El Encuentro Nacional de Familias por la Educación (ENFE) se realizó por primera vez en 2020 y, tras su masiva convocatoria, se repitió de manera virtual en 2021. En ese momento, madres y padres de todo el país unieron sus voces para hacer frente a la suspensión de las clases presenciales, y se comprometieron a seguir unidos para lograr mejoras en la educación. Esta tercera edición se lleva a cabo, por primera vez, de manera presencial.