Eduardo Verástegui: el desafío personal y profesional

Eduardo Verástegui es definitivamente un tipo apasionado. Su vida se ha hecho con una pasión que contagia.

Cuando conocimos a Eduardo acababa de estrenar su primera película y venía de una conversión de vida profunda. De esas que uno piensa, ¿por dónde seguirá?

En su película, Bella, repetía esa frase que se ha extendido tanto: “Si quieres hacer reír a Dios, cuentale tus planes”.

En su vida, es una realidad, palpable, sorprendente. Escucharlo emociona, mejor digamos “conmueve”, sí porque siempre parece que lo que propone lo podemos hacer. Está al alcance de todos. Aunque, en él se dé de una manera tan especial

Escuchemos…

Siempre lo más fuerte es el testimonio personal, los hechos, por encima de las palabras.

Aunque no parezca así, las críticas son señal de que has dado un buen paso, tal vez el mejor de tu vida. Que vengan las críticas es señal de que estás tomado el camino bien.

Cuando tenía 28 años, les prometí a mis padres no trabajar en ningún proyecto contra mis valores, me cayeron muchos y muy tentadores por el elenco, por el director… Yo me decía, no puedo ser tan fanático, tan radical o ¿firme?, pero dije voy a cumplir lo prometido y escuché en mi interior la voz de Aristóteles: conócete a ti mismo. Entonces dije: Dios ayúdame. ¿Toda la vida va a ser así o, es para que  pase la prueba?

Sin trabajo

Me quedé sin trabajo cuatro años y perdí todo o, mejor dicho, lo que yo creía que era todo, porque en realidad gané lo que me faltaba: la libertad de decir no a este proyecto. ¿De qué otra manera te vas a dar cuenta de que sos fiel? Es fácil decir pero después ser consecuente ya no tanto.

 La libertad de decir no a este proyecto.

¿Cómo te vas a dar cuenta?, cuando viene un proyecto que te va a desviar y decís que no porque esto ofende a Dios en mi prójimo.

Fueron días increíbles, cuando empecé este nuevo camino. Tenía una vida llena de hábitos para “llegar”, para triunfar, a Hollywood y sentía que tenía que enterrar mi carrera era muy doloroso. Estuve muy confundido.

Al descubrir mis valores tuve que pedirle a Dios ayuda, porque me di cuenta de que soy débil. Me sentía el hombre más rico del mundo cuando no tenía ni para el alquiler, después de haber tenido todos los colores y sabores. Perdí a todos mis amigos, los que creía que eran mis amigos, no entienden, si ni yo me entendía.

Entre el Oscar y Bella

Mis papás no sabían nada porque no los quería preocupar. Unos días después, conocí  algunos con los mismos valores y creamos la productora, sin saber ser productor. El premio de Toronto a Bella, salvó muchas vidas, eran mujeres embarazadas que pensaban abortar y cambiaron su decisión después de ver la película. Un Oscar, lo ganás y te abre puestas, pero cuánto más vale una vida. Ese es el Oscar.

Ahí entendí que nunca hubiera logrado ser feliz, si no fuera fiel a mis valores, si en esos momentos, les hubiera hecho caso a mis amigos, a mi manager, al qué dirán. Me hubiera quedado ahí con una carrera mediocre, cero trascendente.

Borrón y cuenta nueva, esa fue mi consigna y la vida te tiene sorpresas. Aunque Bella no hubiera existido, cuando fuiste fiel a sus valores, ya te ganaste la lotería porque contrariamente a lo que a veces creemos que pensamos pero la realidad es que te lo “meten” por todos lados: no somos llamados a ser personas de éxito, somos llamadas a ser fieles a Dios, si viene el éxito que sea para servir a Dios y si no viene, para ser libre, para la tener paz que te da saber qué es lo correcto.

¿Qué aprendí con Little boy?

Algo que me pasó con Little boy.

Conversando con un empresario exitoso, un socio… me decía, la escena en la que el niño llora porque perdió a su papá me partió de manera especial porque tengo éxito y tengo mis hijas, pero no sé si mis hijas llorarían así por mí.

El niño llora porque lo amaba, porque compartían tiempo de calidad. A mis hijas, les doy todo, menos mi tiempo. Y eso va a cambiar, ¿de qué sirve que les des juguetes?

El valor de la familia se ha visto muy atacado porque es un ser vivo que está formado por seres vivos, entonces, atacando la familia, vamos más allá arrasando con los demás valores sociales.

Por sabido que parezca me gusta repetirlo, el valor de la familia es la base de toda sociedad sana, mil veces, es verdad. Amenazada, sí y le dan cada vez más duro, sin esposa, ni hijos, padre, madre, hermanos sobrinos. Todos somos familia.

Es la escuela del amor que empieza en casa. ¿Qué podemos hacer cualquiera de nosotros para proteger y promover a la familia?, darle más tiempo de calidad en familia.

Tiempo de calidad en familia

Encerrados, como estamos, por la pandemia “podrían estar” todos en casa pero “no están”, están prendidos al celu, es tan distinto a decir y hacer sentir ese: estoy aquí, ¿qué te pasa?, contame. Me gustan las redes, bien usadas.

Esta vida de encierro nos pide disciplina y respetarla. Entonces se valoriza el tiempo de calidad entre esposos y con los hijos porque hace que el niño se sienta amado y respetado por su papá y su mamá, eso hace que el niño se sienta protegido, seguro. Si no es así se generan conductas difíciles.

En familia, perdón

Pedir perdón es una necesidad cotidiana si no… es una bolita de nieve que colapsa todo. Más de una vez he visto a un padre de familia decir a los suyos venía por un camino pero ahora quiero seguir este otro, quiero que sepan que juntos vamos a pasar momentos fuertes.

Es importante para que todos caminemos por este camino. Al principio puede ser incómodo, puede cambiar el estilo de vida que llevábamos. Es un desafío increíble. También la esposa tiene que estar convencida y convencer acerca del valor de ese cambio. Familias formadas por personas íntegras que son las mismas en casa que en el trabajo o la vida social.

Soy de los que, por experiencia propia, están convencidos de que: la familia que reza unida permanece unida. Ahora que muchas familias han dejado de rezar en familia, hay muchas rupturas y cada ruptura duele mucho y a muchos, a la pareja, a los hijos, a los amigos de la pareja, a los amigos de los hijos.

Tal vez es momento de resetear prioridades. Si la esposa, los hijos, todo lo que tenés te lo dio  El, ¿qué hacés con tu tiempo?, dale su lugar y todo se acomoda.

¿Qué es el movimiento Viva México?

La gran movida de jóvenes y familias originada en México tras la gira de su última película: Inesperado, fue el motivo por el cual nos acercamos a esta charla con Eduardo Verástegui, como ven, el tema desbordó notablemente.

Nos cuenta que hubieran podido hacer un costoso lanzamiento de la película en los principales puntos de distribución del cine mundial. La decisión fue ir por otro camino, hacer lanzamientos en los 32 Estados de México.

Al cierre de cada función, compartíamos valores y la gente levantaba la mano y se sumaba es un gran movimiento nacional que no fundé yo, lo hizo la gente.

¿Querés hacer reir a Dios?, cuéntale tus planes…

 

 

 

[notification type=»warning» title=»Eduardo Verástegui (45)»]Actor, cirector y productor de cine. Fundador de Movimiento Viva México Sus películas: Bella, El circo de la mariposa, Cristiada, Little boy, Sound of freedom, Inesperado. [/notification]

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *