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De jóvenes para jóvenes es la consigna cuando se habla de sexo, de amor, de estilos de vida. Así lo entienden quienes están en Grupo Sólido.
[dropcap]P[/dropcap] atricio Videla está actualmente al frente de la Fundación Grupo Sólido, ha recorrido media América Latina contagiando amor y responsabilidad a chicos de todas las edades y a docentes. Se baja del avión que llega desde Perú y está atento a nuestras preguntas.
Lo primero que llama la atención es el nombre, ¿por qué se llaman Sólido…? Hoy que lo sólido no está de moda.
Es verdad, hoy vivimos una cultura que propone relaciones líquidas, fugaces, pasajeras. De allí lo 
acertado del diagnóstico del sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Nosotros experimentamos el dolor que esto nos deja y proponemos algo distinto, una cultura del encuentro profundo entre las personas. Así, podemos desarrollar amores sólidos, es decir, duraderos, generosos y felices. Cada época tiene sus propios desafíos y lograr esta cultura del encuentro es el principal desafío en la nuestra.
11 países, más de 30.000 personas;
más de 460 alumnos
y más de 300.000 seguidores en facebook
Hace un par de años hicimos una nota con ustedes, da la impresión de que han crecido no sólo en edad, sino también como grupo.
Es cierto, en los últimos años hemos logrado potenciar nuestro impacto a partir de la profesionalización de nuestro trabajo, a la formación, y gracias a la ayuda de mucha gente que se suma o colabora con nuestra causa. A través de nuestras charlas en 11 países diferentes, hemos hablado a más de 30.000 personas; más de 460 alumnos ya participaron de nuestros cursos y tenemos más de 300.000 seguidores en Facebook.
¿Cuál es el impacto que buscan?
Los programas que desarrollamos son: cursos online para renovar la educación en el amor; las redes sociales para difundir contenido valioso e ir generando una comunidad internacional de personas en la misma sintonía; y las giras, dando charlas en distintas ciudades, que ahora queremos llevar al siguiente nivel. Para renovar la educación sexual y afectiva creamos EGA: Educación Global en el Amor. Docentes de distintos países trabajan a través de nuestro curso online. También estamos recorriendo Latinoamérica.
Nuestra meta con esta gira es alcanzar antes de 2018 las 36 ciudades más importantes. Nuestra web y nuestras redes sociales se alinean con este objetivo.
¿Hablan de educación global en referencia a este mundo globalizado?
Sí, la Educación Global en el Amor es nuestra propuesta para renovar la educación a partir de los grandes cambios que se vienen produciendo por la globalización.
Sin dudas, este fenómeno cambió la faz del mundo, difuminando las fronteras, acercando las distancias, y es algo que no parece que vaya a detenerse. Vivimos en un mundo distinto al de nuestros abuelos, y probablemente el mundo de nuestros nietos sea diferente también.
Formar vínculos sanos, que impacten positivamente en cada uno, es algo determinante para la calidad de vida de la persona, entonces es urgente para nosotros llegar a todos con la capacitación que les permita lograrlo.
Por eso el concepto EGA revela algunas notas que queremos incorporar a la educación sexual y afectiva. Como por ejemplo, la universalidad. También la llamamos global por su visión holística de la persona. El amor nos atraviesa en todas nuestras dimensiones: corporal, afectiva, espiritual; al ser conscientes de ello, buscamos educar a la persona completa para amar. Así buscamos alcanzar esos amores sólidos, duraderos, felices. Se entiende que hablamos de una acción interdisciplinaria.
¿Nos estás diciendo que el amor se educa?
Exacto, queremos aprenderlo y también enseñarlo. Socialmente estaba instalado que hay que enseñar Matemática, Lengua, Historia, y que a amar se aprende por ósmosis. Y con gran sufrimiento, vemos que no es así.
En Panamá me impactó cuando una chica embarazada que vivía en un hogar para adolescentes en situación de riesgo me dijo: “Si yo hubiera tenido una mamá que me apoye, no que me dé cosas, le habría besado los pies. Pero no la tuve… Y ahora tengo que ser esa mamá para mi hija”.
No sólo estaba gestando a su beba, estaba preparándose para amarla bien, aprendiendo cómo.
¿El amor se aprende, entonces?
¡Claro! Es muy esperanzador saber que el amor se aprende, se construye. Cuando corté con mi primera novia, después de cinco años y medio de relación, estuve muy triste, creía que “se me había ido el tren del amor”. Muchas veces creemos en eso de la “media naranja”, esa persona ideal con la que todo va a salir fácilmente. Pero luego, uno va descubriendo que las historias de amor tienen más de trabajo que de magia, al menos las que perduran.
Hoy estoy casado con Clari, la mujer de mi vida, y queremos formar algo para toda la vida. En eso estamos y todos los días tenemos que aprender cosas nuevas que nos permitirán lograrlo.
¿Cuándo empieza esa educación?
La educación para el amor empieza desde chicos, aunque no necesariamente de modo directo. Por ejemplo, cuando ayudás a tu hijo a no ser malcriado, a no tener siempre inmediatamente lo que pide, lo vas haciendo más capaz de gobernar sus impulsos, y eso será clave para el desarrollo de sus relaciones en un futuro.
¿Entonces, a quiénes se dirigen?
Nuestra misión principal es con los jóvenes, universitarios y de colegio. Queremos inspirarlos y brindarles herramientas para que podamos vivir una cultura del encuentro real entre las personas.
El amor es encuentro, y en la medida en que podemos tener esos encuentros a niveles más profundos, podemos aumentar nuestra capacidad de amar. Ante la necesidad de incorporar al mundo adulto este cambio, ofrecemos el curso online “Educación Global en el Amor” para docentes. Es una oportunidad de sumar esfuerzos y potenciar a los distintos líderes para lograr un cambio más profundo en nuestra cultura.
Nos alegra poder decir que estamos increíblemente alineados con Patricio en esta búsqueda de un mundo mejor a través de la armonía en los vínculos, clave para la felicidad de las personas, es decir, la nuestra.
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ACERCATE
A través www.gruposolido.org/gira nos llegan invitaciones de quienes valoran nuestro trabajo en esta área y vamos alcanzando la capacidad para responder a distintos países y lugares.
Todos pueden ayudar en nuestra misión, como voluntarios, organizando una gira por su ciudad, y con su apoyo económico.
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