Joaquín Debeljuh (Joa 26) siempre estuvo ligado a las ruedas, a los motores pero su sueño está ahí en la competición más desafiante: el Dakar 2022.
¡misión cumplida!! https://www.instagram.com/p/CY4_bHuI-Es/
Por María Amalia Caballero, periodista. direccion@sembrarvalores.org.ar
Lo más hermoso de la vida es acompañar a un hijo a cumplir un sueño, su sonrisa, sus logros, su crecimiento, todo eso es lo que acompañamos. Estamos acompañando, abrazando queriendo. Es la mayor fortaleza que le podemos dar. Habla Gabriela Taruselli, la mamá de Joa.
En la crianza de los hijos, los padres siempre vamos a tener miedos. Con Joa se fue dando gradualmente. En cada carrera, hasta que llega, hasta que bajan la bandera a cuadros y está todo bien. Ahí uno recién empieza a relajarse. La responsabilidad la fuimos llevando juntos. Nos gustaba el Dakar pero nunca nos imaginamos que iba a llegar. Ya tiene su número: El orgullo por el sueño cumplido, la emoción hace que el miedo quede un poco diluido. Nos dice Germán Debejuh, el papá.
Un deporte diferente
Vive en Acevedo, un pueblo chico de la provincia de Buenos Aires y allí fue creciendo en un deporte no tan conocido por la mayoría de los argentinos por eso nos dice:
–En este deporte, que es individual, la relación que se da entre los competidores es de amistad. Se generan vínculos muy buenos. Ahora yo me junto a acondicionar mi moto o a comer algo con el “Di María o el Kun Agüero” de este ambiente.
No sólo Pergamino es chico, el mundo es chico.
Me los encontré por un mecánico que compartimos en Pergamino, no sólo Pergamino es chico, el mundo es chico.
-¿Cómo es la carrera del Dakar?
-Son 14 días, corrés parás cada dos horas recargás, comés una barra o algo y seguís corriendo. Tenés tu equipo. Pero hay dos días que se llaman maratón, en los que nos quedamos solos los corredores, nos ayudamos entre nosotros, no hay ningún mecánico ni asistente. Todo entre nosotros.
Es un Ironman por día, son 8.500 km en 14 días, hay días que hacés 1000 km. Van los mejores equipos del mundo. De Argentina van tres que están en equipos profesionales, viven de eso, le dedican todo el tiempo.
Para los que vamos a nuestro primer Dakar, ganar es dar la vuelta entera.
-Generalmente se dice que el deporte forma la personalidad, desarrolla valores ¿cómo se da esto en un deporte individual?
-Yo cada día que me levanto es para el Dakar, después veo qué hago con la vida. Para algunos es la corrés y ya está. Y para mí no, para mí esto es la vida. Es una meta y vendrá otra. Me gustaría convertirme en corredor profesional. La formación va en el desafío continuo, en la responsabilidad de llevar las marcas, los sponsors todos lo que pusieron confianza en vos. Además tengo un ritmo de vida que me exige preparación física, conocimientos de mecánica.
Ganar no es todo, necesitás algo de viveza, sí pero también cerebro y manejo de las emociones, todo se pone a prueba en cada carrera. Son un reloj, la naturaliza y vos.
-¿Estudiás, tenés novia?
Si, estudio ingeniería informática y estoy en mi último año, empecé súper acelerado pero después con las competencias en el país, como Ruta 40, San Juan, y afuera en Marruecos y en Italia, se fue demorando un poco.
Mi novia se llama Betiana y me acompaña a todos lados, le gusta hacer deportes, salir en bicicleta.
-Contanos de vos que no te estamos preguntando.
– Algo que destaco es que todo nació de mí, mi padre jamás subió una moto, no es nada de motores,yo lo no quise desde chiquito. No me inculcaron.
-Ahora una anécdota, algo diferente…
Siempre pasan cosas divertidas. Pero esta historia es muy fuerte.
En Marruecos hay que tener cuidado porque tienen esa guerra eterna con Argelia. Cuidado con la frontera.
Llevábamos una hoja de ruta que pasa cerca de la frontera, nunca la vi pero aparecieron unos hombres gigantes en un jeep con unas ametralladoras ya cargadas para tirarnos
El francés el ruso, el alemán y yo hablo también algo de inglés. Ellos hablan francés o el idioma de ellos.
Éramos los cuatro de diferentes países, no podíamos entendernos entre nosotros ni hacernos entender que no íbamos a entrar no nos entendíamos con ellos ni entre nosotros. Momento, no puede estar pasando esto y perder el tiempo de carrera. El francés fue el que les supo explicar mostramos las tarjetas que llevábamos y que íbamos a doblar. Era el primer día, volver a mentalizar la carrera, enfocarse, dejar pasar el susto y seguir adelante.
Cosas locas te pasan en todas las carreras, acá en la Argentina más que todo.