MARÍA LESCANO| PERIODISTA | MARIALESCAN@YAHOO.COM.AR
[dropcap]N[/dropcap] o son los sistemas sino, más bien, lo que cada uno puede hacer en el cuidado del medio ambiente que le rodea. Con este objetivo se reunieron gobernadores y alcaldes de más de 70 ciudades de distintos países para asumir su compromiso de trabajar junto a los líderes religiosos en su pedido para que la ONU considere la esclavitud moderna y la trata de personas como un delito de lesa humanidad.
Buscan también ejercer presión moral sobre esa organización para asegurar que los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que serán aprobados por la ONU en septiembre y en la XXI Conferencia de las Partes de París (COP21) en diciembre, asignen un peso suficiente a estas dos urgencias dramáticas.
Maestra de ceremonias
La modelo Valeria Mazza ofició de maestra de ceremonias en una reunión oficial del Modern Slavery & Climate Change – The commitment of the cities. Fue invitada por el Papa Francisco para asumir esa función y reclamar la contribución activa de los gobiernos locales contra este delito atroz. Los alcaldes y las autoridades locales tienen un rol importante que desempeñar.
Valeria hizo gala de un absoluto dominio del inglés e italiano y tuvo una destacada labor como conductora del encuentro.
Emergencia mundial
Las primeras dos ponencias ilustraron e introdujeron a los asistentes a cada una de las emergencias.
La presidenta de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, profesora Margaret Archer, expuso sobre la trata de seres humanos y las recomendaciones de la Academia.
Por su parte, el profesor Ramanathan, miembro del Consejo de la Pontificia Academia de las Ciencias, habló sobre el cambio climático y su impacto en los grupos sociales más vulnerables y postergados del que se ocupa la encíclica ‘Laudato si’.
A ellos siguieron los testimonios de dos sobrevivientes de la trata de personas, Karla Jacinto y 
Ana Laura Pérez Jaimes, cuyas historias estremecieron a todo el auditorio.
Al final del encuentro, los alcaldes y gobernadores firmaron la “Declaración de Intendentes”, que junto a la “Declaración Religiosa” que Francisco firmó junto a los líderes de las religiones más representativas del mundo, serán llevadas a la ONU para su tratamiento.
Crecí mil años
Al finalizar el encuentro Valeria comentó: “Estoy exhausta, pero feliz. Ha sido una vivencia increíble que no olvidaré jamás. Siento que en un solo día aprendí y crecí mil años”.
Y siguió: «Francisco estuvo muy cariñoso conmigo. Fue un gran honor que haya pensado y confiado en mí para ser parte de este encuentro mundial. Su preocupación por estos temas es el motor que impulsará al mundo para encontrar soluciones. Todos, desde nuestros lugares, podemos hacer algo al respecto. Francisco me preguntó por mis hijos y por Alejandro. Le pedí que me firme un ejemplar de su encíclica ‘Laudato si’ que llevo a casa para compartir con mis hijos. Y para seguir rezando por él».
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info www.endslavery.va
Sembrar Valores en Familia Nº 55: «¿Esclavitud en el Siglo XXI? Trata de personas».
Especial Familia, pp 5 a 12.
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