Papá al banco de suplentes
Por un dia … y seguimos
ARRANCÓ EL VIEJO: HOY SOMOS TITULARES
[dropcap]H[/dropcap] ace años -desde que nacimos- que venimos escuchando sobre El Telar en la boca de papá. Hicimos actos de presencia en ciertas ocasiones, pero hasta ahí llegábamos.
A principio de año, organizaron desde la asociación una jornada de “puertas abiertas”, para que la gente conozca la institución y todo lo que abarca. Cuando volvimos, las tres estábamos impresionadas de todo lo que hacían. Cada una tenía una idea distinta, pero claramente superó todo lo que pensábamos. Así como nos sorprendimos positivamente por esto, también nos pasó lo contrario, nos dio mucha lástima y bronca la poca concurrencia que tuvo la jornada.
NO HAY EXCUSAS
Siempre escuchamos a nuestro alrededor hablar de la importancia de ayudar, de la solidaridad, y cómo cada uno quiere ayudar en la vida. Pero en el momento que le ofrecés específicamente algo para ver, conocer, para hacer, estas palabras desaparecen y aparecen las excusas. Ahí llegamos a la conclusión de que teníamos que hacer algo, que convoque a la gente, algo grande y que quede la marca… Con dos fines, que la gente conozca esta obra y recaudar fondos ya que sabemos las necesidades económicas de este país y que están afectando mucho a El Telar. Y lo más importante, la motivación interna de cada una de ponerlo en el banco de suplentes a papá por un rato, ponernos la camiseta nosotras, y salir a jugar.
EN CASA FUE UN TEMA
Y así se empezó a hablar en casa: hacer una cena a beneficio, no teníamos idea cómo, dónde, ni nada. Nos empezamos a juntar con la comisión directiva de El Telar para hacerles distintas propuestas. Cada uno desde su experiencia aportaba cosas. Y empezamos a delirar diciendo: “hagamos una comida para 500 personas”.
A medida que íbamos avanzando nos aparecieron muchísimas trabas. Realmente pensamos que iba a ser imposible llevarla a cabo. Pero con el impulso del viejo, vimos cómo es posible hacer lo que uno quiere y se propone.
Nos dividimos las tareas, cada una haciendo lo que más le divertía o mas fácil le resultaba, dividendo nuestros tiempos con los laburos, estudio, facultad, pero aportando al 100%.
A cada persona que le contábamos lo que estábamos armando, nos decía que estábamos locas, que 500 personas era muchísimo para una primera cena y sin experiencia de nuestro lado, pero seguimos igual… Tuvimos mucha gente dispuesta a bancarnos en esto y ponerse la camiseta con nosotras.
EN EL MÍTICO HINDÚ CLUB
Nos parecía FUNDAMENTAL que la cena se realizara en Don Torcuato, principalmente para no perder la identidad de donde viene El Telar, y así fue como papá propuso el Hindú Club que históricamente es un hito en el barrio. Hasta acá, ya teníamos: lugar, donaciones para la comida, los voluntarios para cocinarla, las bebidas, los sponsors que nos ayudaron económicamente para sustentar los gastos que íbamos a tener en la cena, los premios para las rifas y las subastas. Ahora el problema era cómo unir todo eso.
Entre nosotras fue fácil dividirnos, porque aunque nos ayudábamos mutuamente, tratábamos de no meternos en las tareas que cada una llevaba a cabo. Si bien tuvimos peleas, discusiones propias de los nervios y la adrenalina que manejábamos, formamos un buen equipo organizador.
ENTRAMADOS
A medida que nos involucrábamos más en la organización fuimos conociendo a fondo de qué se trata El Telar; nos quedamos impresionadas con las historias de vida que tocamos.
Por ejemplo, una chica que tuvo que dejar sus estudios por quedar embarazada y pudo finalizarlos, ya que contaba con una escuela para niños donde dejar a su hijo en buenas manos y en el mismo lugar donde ella estaba… Otra joven que hizo uno de los tantos cursos que brinda El Telar, al finalizar el bachillerato de adultos, descubrió que podía y se animó a ingresar a la universidad. Con su título de trabajadora social hoy es la responsable del espacio de escuela primaria para adultos que funciona
en la asociación.
El Telar lo podemos resumir en un sólido entramado de distintas instituciones, que con la misma ilusión de los inicios siguen trabajando en los barrios más carenciados de Don Torcuato, convencidos de que vale la pena seguir luchando por una sociedad más justa y solidaria.
Y creemos que la única manera de vencer la marginación NO ES LEVANTADO MUROS NI ALAMBRADOS, sino integrando a través de la educación, de la formación técnica, y de la formación integral de las personas.
LA EMOCIÓN DEL FINAL
¡La comida fue un éxito! Disfrutaron con nosotros, esa noche, casi 600 invitados. Podríamos ponernos a enumerar muchas situaciones y emociones que vivimos en el transcurso de la noche, pero no nos alcanzarían las palabras ni este espacio. Lo que sí queremos reafirmar es nuestro compromiso, y que a partir de esa noche, somos titulares de este equipo que ya lleva 25 años jugándosela por la gente y todos los años podrán participar en esta Cena Anual que quedó instaurada en los corazones de todos los que participaron.
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EN EL TELAR
Creemos en la cultura del trabajo, en la necesidad de la educación, en la importancia del deporte y en los valores evangélicos. Por esta razón nuestra estrategia de trabajo se basa en capacitar apuntando a la formación integral de las personas, acercando las herramientas que les permiten descubrir sus potencialidades, recuperar su autoestima y pensar un proyecto de vida desde una digna inserción social y laboral.
¿Cómo lo hacemos?
A través de una red integrada por nueve instituciones que prestan servicios totalmente gratuitos en distintos espacios de educación formal y no formal, deporte y arte. Estas instituciones son:
* Jardines de Infantes (2): Ambos de jornada completa donde los niños reciben desayuno, almuerzo y merienda.
* Centro de Educación Complementaria: Los alumnos concurren a contraturno a realizar sus tareas escolares y participar de talleres de lecto-escritura, arte e informática.
* Centro de Formación Profesional: Cursos de oficio con títulos oficiales de la provincia de Buenos Aires. Carpintería. Tornería. Gastronomía. Costura. Informática. Asistente de Familia.
* Bachillerato de Adultos: Bachillerato con orientación en Producción de Bienes y Servicios y especialización en Informática. Títulos oficiales.
* Centro Cultural: Talleres de Teatro, Cerámica, Canto y Guitarra, Circo, Murga y Malabares.
* Centro Integral de Desarrollo Infantil (CIDI): Espacio de socialización para menores expulsados del sistema educativo.
* Polideportivo Padre Ottorino Zanon: Un espacio de recreación y deporte en co-gestión con el Municipio del Partido de Tigre.[/notification]