Comiendo Emociones, ¿mi alimentación es sana o es dañina?

Gloria Ceja Cervantes. Familióloga mexicana @UniónMujer

Estos dos años de pandemia van dejando su rastro y, si en algún momento nos preocupó tener uno kilos de más, ahora va en serio… ¿comemos por hambre o nos manejan las emociones?

El ser humano necesita del alimento para vivir, mantenerse sano y desarrollarse en plenitud. Actualmente las estadísticas en varias partes del mundo reflejan una situación nada favorable para el ser humano respecto a sus hábitos alimenticios. Estos últimos años se ha hablado mucho sobre la conexión que hay con la comida y las emociones. En mi opinión y yendo a lo personal, al uno a uno, más que un tema de moda, es un tema urgente que hay que atender.

«La prevalencia de la obesidad en adultos en América Latina y el Caribe se ha triplicado desde los niveles que había en 1975 como consecuencia de un cambio en la alimentación con un mayor consumo de comida rápida y ultra procesada, señala el nuevo informe de Naciones Unidas, el Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional 2019, redactado por las cuatro principales agencias de la ONU con autoridad en la materia, que han hecho un llamamiento a promover entornos alimentarios más saludables.»*

¿Cómo será el estilo de vida, hábitos alimenticios de las futuras generaciones?

Cada vez hay más alimentos procesados como fruto de la necesidad de obtener alimentos rápidos por la vida de prisa que llevamos actualmente. Con este panorama me gustaría que invitarlos a hacernos la siguiente reflexión:

Cuando tengo hambre, ¿Es hambre real (fisiológica) o es hambre emocional?

Ira,  tristeza, rabia, inseguridad, desaliento, frustración, culpabilidad, soledad,  preocupación, decepción… por nombrar algunas emociones que a veces sentimos los seres humanos en momentos de crisis o de estrés son las que nos hacen sentir el hambre emocional.

Cuando te sientes triste o estresado:

¿Corres por algo dulce /salado? Mucho ojo, quizá hay un exceso de cortisol presente en tu cuerpo, es la hormona que se activa para comer compulsivamente sin sentir saciedad. ¿Tienes deseos de comer alimentos calóricos, fritos? Ante el estrés crónico o por llevar vida acelerada y sin orden; el cortisol provoca este antojo de alimentos que al consumirlos pueden dañar tu salud y tu vida emocional creando un círculo vicioso. 

Al comer de esta manera lo hacemos para tratar de silenciar ciertas emociones incómodas o atoradas que necesitamos enfrentar o canalizar. Comer demasiado y subir de peso es una manera de protegernos ante las emociones de la ira, miedo, angustia, tristezas, etc.

Recuerda que el hambre emocional nunca será saciada con comida. Es el momento de saber identificar esta realidad, pedir la ayuda necesaria y ponernos manos a la obra.

¿Cómo puedo mejorar mi calidad de vida en relación con mis hábitos alimenticios?

  • Identivica si el hambre es fisiológica o emocional
  • Aprender a identificar y orientar mis emociones.
  • Hacer ejercicio.
  • Tomar agua natural.
  • Hacer cambios alimenticios.
  • Meditar, hacer oración, realizar un hobbie, tocar un instrumento musical, hacer actividades de altruismo y solidaridad.

.

Sobre todo procurar actividades que liberen las hormonas de la felicidad: endorfinas, serotonina, dopamina y oxitocina, ellas ayudan a mantener un estado emocional de alegría, plenitud, enfoque, positivismo y esperanza. Las cuales te motivarán a poner en acción tu fuerza de voluntad para llevar una alimentación sana y equilibrada. 

* FUENTE: newsun.org

#FamiliaTodoTerreno #EducandoEnCasa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *