Lic. Victoria Bayá Casal – piscóloga – @vbayacasal
Con el regreso a clases presenciales, llama la atención la cantidad de consultas por problemas de atención y dificultades de los chicos con el aprendizaje.
Finalmente volvió la ansiada normalidad y los horarios habituales a los colegios. Se acabaron las burbujas, aunque en algunas provincias todavía siguen yendo con barbijo. Con ella aumentaron las emociones, sentimientos encontrados y dificultades de nuestros hijos, tanto en lo social como en lo pedagógico.
Familias y colegios se están re-adaptando a la presencialidad completa.
Llama la atención la cantidad de consultas por problemas de atención y dificultades de los chicos con el aprendizaje. Desde mi mirada psicológica podemos observar un gran aumento de ansiedad y depresión en los adultos, que llevo a dificultades y cambios en las dinámicas de muchas familias.
Hoy nos vemos abocados a acompañar a nuestros hijos en la vuelta a esta presencialidad, donde vuelven a aparecer las peleas en los recreos con sus compañeros, de su mismo grado y de otros grados, y también las peleas en casa a la hora de sentarse a estudiar, muchas veces con resistencia a hacerlo.
- Hemos perdido la rutina escolar, y los hábitos de estudio.
- Cuesta recuperar también los hábitos del sueño. Son muy pocos los chicos que duermen 8 horas, el mínimo recomendado para poder rendir mejor,
- Las pantallas se apoderaron del tiempo de descanso de los chicos, sobre todo de los adolescentes, y
Durante estos dos años los docentes y familias han hecho un gran esfuerzo
Durante estos dos años los docentes y familias han hecho un gran esfuerzo por dar lo mejor para continuar con el proceso de aprendizaje, sin embargo, estamos viendo los daños que la pandemia dejó.
Ahora debemos cuidar nuestra ansiedad por ver a nuestros hijos responsables, aplicados, y motivados con el estudio. Cada persona es única, y así lo es también su capacidad de adaptación. Seguramente descubrirán los docentes diferentes dificultades de aprendizaje, y habrá que hacer una consulta con especialistas para diagnosticar si los mismos son fruto de lo vivido o una dificultad que debe ser abordada con tratamiento específico y adaptación curricular.
No siempre es un problema de atención, para que el proceso de aprendizaje. Como para que se dé ese proceso es necesario que haya un vinculo positivo con el docente, pero, en muchos casos, los chicos han perdido esa confianza y naturalidad, hay que darles tiempo para acomodarse a esta situación.
Para comprender necesitan sentirse cuidados, contenidos y comprendidos.
Pasan muchas horas del día en el colegio y debemos estar atentos primero a ver cómo se sienten, cómo les fue en los recreos, cómo se sintieron con sus amigos, con cada docente, con los directivos. Necesitan sentirse cuidados, contenidos y comprendidos para poder aprender. Seguro los colegios están preparados para acompañarlos, como lo han hecho siempre, pero hay chicos más tímidos o inseguros que necesitan tiempo para entrar en confianza y transmitir lo que les pasa.
Hace unas semanas me llamaron por uno de mis hijos, le dolía la cabeza y tuve que retirarlo. Como en piloto automático, ya venía pensando, si tendría fiebre, lo había notado cansado esa mañana, me imaginaba yendo a hisoparlo por si era COVID… Cuando llegué me contó, que su maestra de inglés, a quien conocía hace solo una semana, les había dicho que tenían examen sorpresa y se angustió tanto que se largo a llorar y le dijo que le dolía la cabeza mucho y si me podían llamar. Seguramente su maestra también en piloto automático, y con el fantasma que para todos fue un dolor de cabeza en estos dos años, siguiendo protocolo pidió a la secretaria que me llame.
A su manera, tuvo recursos para pedir ayuda y nos sirvió para conversar qué le pasaba, y su miedo a sentirse evaluado. Pudimos ver como en su 4to grado que está cursando, un 2do grado que fue virtual y un tercer grado muy cambiante, hace mucho que no tenia un examen, no sabia bien como seria y sólo la palabra lo paralizó. según él como a todos sus compañeros. Pudo bajar su ansiedad y exigencia por tener que hacer todo bien, al explicarle que por supuesto hay cosas que no va a saber, porque para eso va al colegio.
Hay cosas que no va a saber, porque para eso va al colegio.
Con esta vuelta a clases aparecen dificultades reales, pero también varias de ellas responden a sus temores por volver a clases, y la baja tolerancia a la frustración. Estemos atentos, abramos una puerta al diálogo, salgamos del piloto automático donde ponemos etiquetas, pidamos asesoramiento profesional ante la duda, y siempre busquemos crear un puente con el colegio para hacer un trabajo en conjunto con ellos buscando lo mejor para nuestros hijos que es lo que todos, padres y colegio, sin duda, queremos.
También los universitarios
Con respecto a la universidad, he visto muchos adolescentes que se han atrasado, han dejado la Facultad o tienen dudas respecto a su vocación. En alguna minoría por razones personales la virtualidad les resultó positiva. Pero, para la gran mayoría de alumnos universitarios -sobre todo los que con entusiasmo pensaban dejar su ciudad natal para trasladarse a otro lugar- a estudiar fue muy difícil esta cursada virtual.
Démosles tiempo -también a ellos- para redescubrir la vida universitaria, redescubrirse a sí mismos en esta nueva etapa de presencialidad. Ayudémoslos a darse otra oportunidad antes de tomar decisiones apresuradas por estos dos años sin poder cursar normalmente.
Gracias María Inés C.S por la foto de tus hijos, que expresan tan bien los sentimientos.