Chiquitos: La piel es sabia

El bebé toca todo. ¿Por qué alarga su manito para agarrar el dedo del papá o el pelo de mamá? Ya en la panza, antes de que se desarrolle el pensamiento, antes de que intervenga la mente, gobierna un entramado de sensaciones que le llegan a través de la piel.

 

Connie Georgalos – Psicopedagoga – Orientadora familiar

 

[dropcap]L[/dropcap] a piel es un órgano complejo y fascinante, no es sólo un órgano que recubre el esqueleto. A través de él, el bebé aprende a ser amado y a amar.

El sentido del tacto es el que le permite disfrutar de una caricia, el beso de mamá antes de ir a dormir o un abrazo de oso en el momento justo. La piel “pinchuda” de la cara de papá. También, el calor del sol y las caricias del viento.

Al igual que el placer, el dolor también lo siente en el cuerpo. La tensión corporal en el bebé se libera a través del llanto.

 

[button link=»» color=»pink» icon=»» size=»large»]Los secretos[/button]

El órgano sensorial que primero se desarrolla a nivel embrionario es la piel. También es el más extenso. La superficie que ocupa en el recién nacido es de 2.500 cm2 y llega a 19.000 en el varón adulto.

El mayor sentido de nuestro cuerpo, al menos el más extenso, es el tacto y es también el único que se ha desarrollado completamente al nacer. A diferencia de los otros sentidos, para percibir algo, el tacto necesita del contacto físico.

 

[button link=»» color=»pink» icon=»» size=»large»]Una necesidad biológica[/button]

El contacto emocional es una auténtica necesidad biológica, como los alimentos y el oxígeno. Investigaciones de la Universidad de Duke, Estados Unidos, demuestran que, en ausencia de contacto físico, todas las células del organismo se niegan a desarrollarse.
La estimulación táctil es necesaria para el desarrollo de los sistemas inmunitarios, digestivo y respiratorio del recién nacido. El sistema nervioso del cerebro depende también de las estimulaciones táctiles y de esto depende a su vez que los otros sentidos se desarrollen mejor. La vista, el oído, el gusto y el olfato serán más ricos en detalles cuanto más estimulada haya sido la piel.

 

A diferencia de los otros sentidos, para percibir algo, el tacto necesita del contacto físico.

 

La estimulación es recíproca. Ashley Montagu, en su libro “El tacto: la importancia de la piel en las relaciones humanas”, afirma: En la madre humana, la necesidad de contacto íntimo es, sin duda, mucho mayor y considerablemente más prolongada que en los otros mamíferos y tiene no sólo importantes funciones psicológicas, sino también fisiológicas, como el cese de hemorragia postparto, la contracción del útero, la reparación y expulsión de la placenta, la mejora de la circulación.

 

[button link=»» color=»pink» icon=»» size=»large»]Damos paz[/button]

 

En el contacto con su madre, el bebé se comunica. No basta con bañarlo, cambiarle los pañales y alimentarlo. Necesita que lo acariciemos, que lo besemos, abracemos y acunemos. Hacer upa no malcría, dice con énfasis la psicóloga Marta Martin, fundadora de Fundalam. Es que el niño se conoce a sí mismo y al otro a través del tacto.
De a poco, el bebé va a construir su realidad y descubrir el mundo que llegará tocarlo a él. Sólo su piel le enseña el mundo exterior, le dice si está en peligro, le hace saber si su madre y su padre le aman o no. En el cuerpo quedan atrapadas las emociones tanto positivas como negativas.

Aprendamos a “hablarle” a la piel del bebe con caricias cálidas, seguras y continuas. Él, al sentirse amado, aprenderá a amar. El cuerpo es el lugar donde recibimos amor y a través del cual lo damos.

 

 

Nuestra identidad y autoestima se van construyendo a través del cariño recibido. En el contacto corporal damos Protección, Amor y Seguridad – «PAS», que también se puede leer como PAZ.

 

«LA PIEL ANTE TODO»

En el contacto corporal damos Protección, Amor y Seguridad.[/tags]»El tacto es el sentido primero Es la piel la que sabe En los niños muy pequeños, ¡qué fácilmente se inflama! Enrojecimientos, eritemas, pústulas… ¿Microbios? ¿Infección? No, no. Mal tocados. Mal cargados. Malos cargadores. Mal llevados. Mal amados. Ah, sí, hay que cuidar esa piel, alimentarla. Con amor. No con cremas.”

Frederick Leboyer

 

 

Gracias: Foto principal de Josh Willink y a Jerónimo y Segundo(modelos de la foto 2)

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