Brindar es alegría

Patricia Lafratti

El típico café porteño de Corrientes y 9 de Julio. Carlitos Gardel nos sonríe desde un cuadro. Las dos llegamos un poco corriendo. Las dos queremos este encuentro.

MARÍA AMALIA CABALLERO | DRA. EN COMUNICACIÓN PÚBLICA | DIRECCION@SEMBRARVALORES.ORG.AR

¿Quién es Patricia Lafratti?, se preguntarán algunos. No es prime time, no aparece en ninguno de esos espacios que hoy están en pugna.
Trabaja en el periodismo desde hace 15 años, pero su vida tenía otros destinos y eligió transitarlos sola.
Bueno, sola no. Sus hijos, Florencia (14) y Tomás (4), marcan sus ritmos y sus horarios. Ella sabe, cada día, a qué hora quiere estar en casa con los suyos. Ser esa madre presente que sus hijos necesitan.
SV| ¿Cómo describirías el rumbo que va tomando tu trabajo?
PL| Cada uno tiene que encontrar dónde quiere trabajar. Yo quiero difundir las buenas prácticas dentro de los ámbitos de lo público y de lo privado. En televisión acompañaba en informativos
donde se privilegiaban los temas relacionados con la política y lo económico: yo siempre buscaba el mensaje positivo, la noticia solidaria y allí lo mío era un dato de color. Entonces, me di cuenta de que hay empresas que están haciendo cosas muy buenas, algo que va más allá. Está el cuidado del medio ambiente, pero también les interesa la ecología humana y es exactamente eso lo que quiero promover, quiero dar a conocer las buenas prácticas.

Me gusta la palabra brindar porque eso es lo que yo hago: brindar oportunidades, suena a alegría, a fiesta, ¡brindemos!

SV| ¿Hace mucho tiempo que hiciste este cambio?
PL| Hará unos 15 años que estoy en periodismo y en los últimos 7 u 8 años ya me dediqué a este tipo de programas.
SV| ¿Y en qué consiste exactamente lo que estás haciendo, cómo te organizás?
PL| Hay que investigar, eso depende del profesional. Al que me viene a contar que hace algo bueno yo le digo: «¡Felicitaciones!, pero ¿cómo lo aplicás, cuál es el impacto?»
Están los indicadores nacionales e internacionales que ayudan a que cada empresa mida su impacto y se pueda organizar. Pero la única manera de constatar resultados es a partir de que la comunidad recibe la acción, y eso es lo que recibe la empresa como indicador. No es solo marketing ni maquillaje. Mi pregunta es: ¿yo lo puedo aplicar?
Cada vez que me encuentro con una ONG que tiene una necesidad, hay un voluntario que levanta la mano, una empresa dispuesta a hacer. Tengo el don, la posibilidad.
Se trata entonces de investigar qué hacen las empresas en el área de Responsabilidad Social Corporativa y comprobar si esas acciones son aplicables a las demandas de las organizaciones de la sociedad civil. Lo mío consiste en salir de lo que es la negociación de productos y mostrar que se puede aplicar en otra parte de la comunidad que está necesitando esa misma acción.
SV| ¿Cuál es tu propuesta para la empresa?
PL| No le pido más presupuesto, ni que inicie una acción nueva o que cambie el foco en su acción de transversalidad de su responsabilidad social, sino que le muestro dónde lo puede aplicar,
algo que quizás él no está viendo. Porque me pasa esto: en mi espacio de radio, por las redes sociales, el teléfono, cualquier línea de contacto, llegan las ONG más chiquitas y dicen lo que están necesitando y la respuesta llega, las ayudas llegan, la comida llega. Pero yo quiero saber qué hace la empresa en su cadena de valor, que sea una colaboración que mueva a la gente, que genere compromiso. Que sean acciones sostenibles en el tiempo. Doy a conocer el testimonio de la gente que se mueve en este campo y esto contagia. Entonces, todo tiene que ver con la alegría, con la buena noticia. Me pasa algo maravilloso, tengo el poder de conectarte con quien necesita la ayuda y estoy brindando la oportunidad de colaborar. Y uso esta palabra «brindar», brindo posibilidades, suena a fiesta, a alegría.

[notification type=»note» title=»¿Qué es lo peor que puede pasar?»]Le doy valor a la acción. Porque, ¿qué es lo peor que puede pasar? Que no salga y si no lo hacés, igual no sale… No te quedes con la intención.[/notification]

SV| ¿En todo esto cuál es el papel del Estado?
PL| Cada vez hay más compromiso, se habla más la defensa en cuestiones que tienen que ver con las leyes, con la decisión política, con los sindicatos, con los trabajadores. Es algo que ahora se habla, y cada vez suena más fuerte. Falta mucho pero hay avances, encuentro un cuadro positivo.
SV| ¿Cuál es la participación de tu familia en todo esto?
PL| Mi hija Florencia me mira sorprendida. Me ve que hablo por teléfono con uno, y que con otro me río. Ella abre los ojos, le digo: «Ojalá dentro de unos años puedas vivir como yo, encontrar tu
misión, algo que realmente te apasiona».
A la vez, tenemos el proyecto personal de la cruzada solidaria.
Estamos todos involucrados. Es la única manera en que puedo sostener lo que hago.
Esta mañana me venía riendo en el subte, necesitaba dos voluntarios y saltaron de la nada. Es contagioso, la gente quiere hacerlo.
Esta es la energía que contagio.

Si tenés un buen producto, una buena producción,una buena idea, vende.

SV| ¿Y por qué las buenas noticias no ocupan los mejores horiarios?, ¿no tienen rating?
PL| Yo digo que es porque nunca se mostraron así. Nunca se manifestó como una herramienta para fortalecer la oportunidad que tiene el otro de poder colaborar, de que hay dirigentes en las
empresas que marcan esta nueva tendencia. Me dicen que la solidaridad no vende pero es mentira. Si tenés un buen producto, una buena producción, una buena idea, vende, difunde educación y solidaridad, contagia pero no en los términos que la televisión quiere ofrecer.
Fijate qué pasa dentro de ámbitos periodísticos como «Argentina Urgente» que tiene un espacio chico en Periodismo Para Todos pero conmueve y logra que gran cantidad de argentinos se movilicen
por el otro que no es mi vecino. Incluso, te sale decirle también al que vive en La Matanza: correte un poquito al lado, mirá lo que está pasando en el otro municipio, vos podés colaborar.
El desafío es las buenas noticias en el prime time, ¿por qué no? Yo siento tanta pasión con lo que hago…
Soy feliz cuando me levanto, me nutro de la gente con que trabajo.
Si yo me levanto con tanta pasión ¿por qué otro no? Me muevo con pasión desde un lugar independiente. ¿Quieren contarlo? Sí. ¿De qué manera? De una manera innovadora.

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