No soy de los fanáticos del running pero corrí una maratón de 21km adentro de casa. Fue mi boicot a la cuarentena y mi homenaje a mi hermana Vicky.
Por Alejandro Cholo Uriburu (23) – Estudiante de Administración (UBA)
[dropcap]S[/dropcap] i soy sincero, correr no es algo que me vuelva loco. No soy un fanático del running, ni mucho menos. Se imaginarán, entonces, que tampoco me entreno para eso. Me cuesta encontrarle un “por qué” hacerlo.
Por otro lado, siempre admiré a quienes tienen esa pasión. Siempre van por más, siempre buscando nuevas metas y superar sus propios límites. Los admiro, sobretodo, porque creo que refleja un poco lo que es la vida y la decisión respecto de cómo vivirla.
Los desafíos
La diferencia que la vida tiene con el running es que, continuamente, nos va presentando nuevos desafíos que no aceptan el «no» como respuesta. Ahí están.
La vida no nos pide un “por qué”. No tenemos la opción de vivivirlos o no. Son carreras obligatorias. Sólo podemos atravesarlas, correrlas.
A la vida no le importa si nos estuvimos preparando o no. Cuánto entrenamos o dejamos de entrenar. Si tenemos suerte, a veces, son carreras más cortas y por un camino llano y conocido. Otras son más empinadas y parece que nunca van a terminar.
Un desafío para Vicky
Hace poco la vida puso a mi hermana mayor en una de las carreras más difíciles para cualquier persona. Camino sinuoso y largo. Imposible de prepararse. Hace aproximadamente un año, a Vicky le descubrieron un sarcoma de partes blandas… básicamente, un cáncer.
Personalmente, nunca creí que fuese real. Fue difícil aceptar que mi hermana de 25 años vaya a morir. Hace tres meses y después de pelearla nueve meses intensos, se fue. Fue muy doloroso verla sufrir de esa manera… pero había algo que durante ese tiempo me hacía feliz. Y era esta pregunta: ¿Cómo puede alguien que sabe que muere lentamente vivir de esa manera?
Mi orgullo por Vicky
Estoy orgulloso de ella y por eso sonrío cada vez que la recuerdo. Por eso sonreí cada vez que me miraba. Gracias a Vicky aprendí a vivir intensamente.
Con su ejemplo, fui consciente de que puedo correr cualquier carrera. Lo que importa no es qué carrera nos toque, ya que no depende de nosotros. Lo importante es el amor con que damos cada paso. Actitud y alegría. Si me canso: freno y sigo. Si me caigo: me levanto.
Ella eligió cómo correr y claro que llegó a su meta. Gracias a ella hoy vivo un poco más. No tengo dudas.
Mi primera maratón
En este desafío que nos puso la vida a todos y en todo lugar al mismo tiempo, a mi primo maratonista (@joe_uriburu) se le ocurrió seguir sus carreras adentro de su departamento y alentar a sus seguidores a acompañarlo. Al principio pensé: “¡que locura!” Después lo seguí un poco y escuché más.No me llevó mucho tiempo darme cuenta de que no era una locura. Simplemente la vida le puso una carrera y decidió correrla.
Aunque quería apoyarlo, tenía miedo y me parecía imposible dado a mi falta de preparación. Enseguida recordé a Vicky. Me entusiasmé. Si ella no estaba preparada para semejante sufrimiento y vivió como nunca, cómo no voy a poder correr 21 km en mi casa. Sentía que ahora la locura era creer que no podía hacerlo.
Sentía que ahora la locura era creer que no podía hacerlo
Así que elegí hacerle un boicot a la cuarentena y demostrarle que no hay nada que no se pueda afrontar si hay amor para dar. Nunca tuve tantas ganas de correr. Y eso que no lo hacía, hasta ahora, ni con libertad para circular.
Me mandé. Armé el circuito en casa con sostenes para lámparas, que casualmente creaba ella, y con la quinta de mis hermanas, Coqui, concreté el sistema de hidratación y pusimos sonido arranque.
Con mi “por qué” en la cabeza y un par de fotos de Vicky alrededor se largó la carrera.
Me di cuenta de que para correr necesito una razón pero, para vivir sólo necesito una oportunidad. Y esa oportunidad la tengo cada vez que me levanto.
Pienso en Vicky y todas las personas que pasan por ese sufrimiento y tomo esa oportunidad bien fuerte. Sé que Vicky reconoció que eran sus últimas oportunidades y decidió vivir sin preguntarse por qué.
Si hoy no gasto tiempo en eso y pongo foco solo en el “cómo” es gracias a ella y a todos los que sufren lo mismo.
Gracias Alejandro, «Cholo», porque transmitiste con mucha claridad tus ideas y mañana, después de un nuevo amanecer, con tus palabras en mi corazón voy a correr mi carrera en casa!! Dsp te cuento cuántos kms. pude hacer !!!! Muy emocionante!!!!! Cariños para Coqui y tu lindisima familia!!!!!
Te felicito Cholo!! Buena iniciativa y, sobre todo, excelente tu forma de encarar la vida. Te mando un fuerte abrazo a la distancia. Abrazos para todos en tu casa. Tu primo Alfon, desde Salta.