Amor – Felicidad. Al rescate del noviazgo

Enrique Shaw y Cecilia Bunge, sus cartas

Sara Critto de Eiras, nieta de Enrique y Cecilia Shaw, ha tenido el coraje de abrir ese tesoro que son las cartas que se escribían sus abuelos y publicarlas en un libro: «Cartas de amor». Comienza en un incipiente noviazgo y culmina con la madurez del amor. Las cartas están ordenadas por temas sugeridos que nos «tocan» a todos.

El era marino y hacía viajes más o menos largos en tiempo y distancia. Así fue su noviazgo y los primeros años de matrimonio. En esas cartas Sarita (su madre es Sara Shaw) encontró claves que pueden iluminar a los matrimonios y a los jóvenes que están de novios o quieren encarar un proyecto de vida.

Si te acercás a la frescura del texto, podrían ser un wtsp o un comentario en las redes.

Decir cartas, parece hoy un lenguaje antiguo pero, si te acercás a la frescura del texto, podrían ser un wtsp o un comentario en las redes.

Un noviazgo con estilo propio

Los testimonios de estos períodos que pasaron separados nos llevan para conocer las bases del éxito en una entusiasmante relación.

Destaca el respeto mutuo a la libertad al deseo de que cada uno se desarrolle y crezca en el ámbito en el cual le nace moverse, hacia donde van sus intereses y su personalidad. El amor profundo que les hace extrañarse, sentir, aun a la distancia, lo mismo uno por el otro , no hay modo de calmar ese deseo de estar juntos.

Sin que importen los juicios o prejuicios: saldremos juntos, bailaremos juntos, nos divertiremos mucho juntos. Que nos llamen anticuados o como quieran. La convicción de ser el uno para el otro que no abre el juego a otras personas, no hay intromisiones en la relación de pareja. Las cosas las hablan entre ellos, Se aclara qué quieren decir, qué piensan y sienten en cada circunstancia. Así, no permiten que quede nunca una duda flotando en el aire.

Mientras otros pierden tiempo en esas dudas o sospechas, ellos piensan y construyen su amor y su proyecto.

Enrique propone a Cecilia el «coraje de ser felices».

Enrique le propone a Cecilia vivir con el “coraje de ser felices” y sin complicaciones mentales de ninguna especie, con sencillez, con fe y con esa fortaleza que es una de las cuatro virtudes cardinales

Abriendo y cerrando el evento

Gonzalo Tanoira, presidente de ACDE, abre el acto señalando el valor agregado de esta publicación. Conocemos a Enrique empresario, Enrique en la Marina, Enrique padre y nos faltaba conocer este Enrique, novio y esposo. Este libro, con material inédito, es una fuente de inspiración acerca de cómo vivían ese amor.

En este momento en que, el matrimonio está más desvalorizado, el amor es efímero, «paga más» un amor corto y después vemos.., encontramos un ejemplo de que el amor lo puede todo, siempre que hay amor hay una solución.

Los jóvenes le tienen miedo al amor, «no me quiero enamorar demasiado para no engancharme a los 25», Lo estamos viviendo como sociedad, es algo difícil y peligroso. Nos podemos encontrar personas de 40 ó 50 que asumen: se me pasó el momento, dejé pasar personas con las que hubiera sido feliz.

Al mismo tiempo, a quienes optamos por el matrimonio y vivimos en nuestro matrimonio: tomamos ese ejemplo: vivir el matrimonio como una vocación de servicio, de entrega, nos invita a ver en la cara del cónyuge el amor de Dios siendo fieles.

¡ Hay expandir!

En fin, para quienes tienen hijos o amigos que estén de novios, es un libro para leer juntos y compartir el amor y asumir el coraje de ser felices.

Otros testimonios

En el Encuentro estaban los hijos, nietos y bisnietos de Enrique Shaw. También, hijos y nietos de personas que trabajaron con él en la empresa.

Una ingeniera contó que su padre, inmigrante analfabeto, era el barrendero de la empresa. El hijo de un empleado, que dio testimonio en la Causa para la Beatificación, recuerda cómo Enrique salvó a su papá -y a tantos otros- para que no perdiera el trabajo. Y agrega que cuando les faltaban los fondos para comprar los instrumentos necesarios para la banda de rock quería formar para evangelizar, su padre extrañaba a Shaw porque, sin duda, el hubiera contribuido para que lo lograran.

Dos bisnietos vendían los libros en la entrada y dos bisnietas, a las que consultamos, nos dijeron que iban a llevar el libro a sus amigos para compartir una visión de amor diferente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *