Por Cecilia Palavecino – Coach Familiar y de Pareja @ceciliazpalavecino
El vínculo llamado apego, está muy desarrollado con relación a la crianza de los hijos, especialmente los más chicos. ¿Por qué no vivirlo entre marido y mujer?
Cuando se habla de “apego” pensamos en ese bebe que nace y se pone sobre el cuerpo de su madre y en su desarrollo o en chiquitos y chicos, hasta la adolescencia.
Pero, ¿qué es apego?
Apego significa tener algún referente a quien poder acceder. ¿Y quién no lo necesita? Todas las personas necesitamos tener ese vínculo atento con el “otro”.
Es así como la psicóloga e investigadora Susan (Sue) Johnson creó la llamada Terapia Focalizada en la Emociones (EFT) a partir de su teoría sobre la importancia del apego en una relación amorosa, confirmando con sus estudios y trabajo en equipo que: también los adultos necesitamos un vínculo estable y seguro. La diferencia consiste en que con los niños la relación es vertical y en la pareja es horizontal. Ya no somos dependientes del otro, sino que en esa horizontalidad somos INTERDEPENDIENTES y en ese “apego” nos fortalecemos, crece la seguridad en nosotros mismos.
También los adultos necesitamos un vínculo estable y seguro.
El cerebro al mando
Nuestro cerebro está cableado para relacionarnos, conectarnos emocionalmente resulta vital. Si bien lo espontáneo es fantástico, al mismo tiempo el vínculo de pareja necesita cuidados, su crecimiento necesita trabajo y no por eso es menos auténtico, al contrario.
¿Qué quiero decir con esto?
Que a veces tenemos detalles con el otro o acciones hacia nuestra pareja que pueden costarnos y, en determinados momentos, serán la inteligencia y la voluntad las que actúen, incluso por encima de la emoción. Pero, lo hacemos porque sabemos que hace feliz al otro, le agrada.
Sin embargo, no será menos “automático” porque necesitemos hacer un esfuerzo para recordarlas. No es menos valioso, me atrevo a decir que al contrario. Me apego a esa frase: lo que cuesta vale y al revés: lo que vale cuesta.
Un MAPA DE RUTA
Sugiero tres características “clave” que nos marcan un camino:
❤ DISPONIBILIDAD: significa “estoy ahí para vos”, en el momento en que vos me necesites, con todos mis sentidos, mi escucha y mi mirada. Sin que se nos pierda en una pantalla.
❤ RESPONSIVIDAD: consiste en la capacidad para dar la respuesta que la pareja está esperando. Está íntimamente relacionado con los lenguajes del amor que describe Gary Chapman. Emprendemos el desafío de descubrir el lenguaje de nuestra pareja.
❤ INVOLUCRAMIENTO EMOCIONAL: es empatizar y sintonizar en la emocionalidad del otro. No significa buscar una solución al conflicto del otro sino acompañarlo en las emociones que va transitando nuestra pareja.
Este lenguaje no pasa solamente por las palabras, cobran importancia nuestros gestos, en el amor el lenguaje no verbal es muy significativo. De ahí la necesidad de encontrar el mejor canal de comunicación con el otro. Digamos lo de una vez: es quererlo tal como quiere ser querido.
Quererlo tal como quiere ser querido,
Quererla tal como quiere ser querida.
¿Por dónde empezar?
- Reemplazamos los RECLAMOS por PEDIDOS. Mientras que los primeros nos alejan, los segundos nos acercan, es una manera positiva de decir “necesito que me ayudes”.
- Todos somos VALIOSOS EN NUESTRA ESENCIA. Por eso, no es lo mismo lo que el otro hace a lo que el otro es.
- ¿Levantamos muros porque no queremos que nos cambien?
Es la persona que elegiste para amar y ser amado, ¿si revisamos esos canales de conexión y reconexión?