Es un film de esos que se prestan a la discusión. Nada es demasiado grato ni fácil de digerir, pero las actuaciones y la tensión con que se va desarrollando la trama, atrapan de principio a fin.
Resumen: Una familia compuesta por un escritor casado con una mujer que vive literalmente “empastillada” y sus tres hijas. Solo una vive con ellos, las otras dos prácticamente han huido del hogar, sobre todo por la tensión que genera esa madre enferma.
La trama se complicará porque él fallece (mejor no decimos cómo) y en la cena posterior al entierro todos se vuelven a encontrar. Hay situaciones muy tensionantes, porque se van blanqueando cuestiones del pasado profundamente dolorosas.
Los diálogos son –en muchos casos– profundos, pero no hay que ocultarlo, muy penosos. El final… mejor anímese a verlo.
Mucho se ha cuestionado la actuación de Meryl Streep: algunos lo han encontrado francamente exagerado, casi llevado al borde de la parodia. En lo personal me pareció brillante, aunque siempre al límite de lo racional. Julia Roberts no le va en saga y se luce ampliamente.
En definitiva, estamos ante un film que no es fácil, pero que seguramente nos moverá a pensar y a discutir aspectos como las relaciones familiares, con los propios hijos y también, por qué no, la paciencia y sabiduría que a veces deben encarar los matrimonios.
Director: John Wells
Intérpretes: Meryl Streep, Julia Roberts, Ewan McGregor, Juliette Lewis
Género: drama
Erotismo: no hay
Violencia: no hay
Público adecuado: adultos
Calificación técnica: buena
Recomendación: durísima película que narra con precisión las situaciones de una familia disfuncional.