ESPACIO HECHO POR Y PARA ADOLESCENTES
Juventud es deporte y así lo demuestran. Una experiencia en el Monumental con los sobrevivientes de la cueva de Tailandia y una visita a los Espartanos en el Penal 48.
Deporte sanador…
Deporte que salva vidas…
Deporte para alcanzar la libertad personal
Testimonios
diferentes y cortos…
como a vos y a mí nos gustan
Fútbol con
los chicos
tailandeses
“LOS CHICOS TAILANDESES”
El 23 de junio, 12 chicos y su entrenador de fútbol quedaron atrapados en una cueva en Tailandia durante dos semanas. El grupo estaba en un punto a unos 4 kilómetros de la entrada de la cueva Tham Luang, en el norte del país.
[dropcap]E[/dropcap] l recorrido para salir tiene partes en las que los niños debieron bucear (jamás habían usado un equipo de buceo), mientras que otras secciones se podían atravesar caminando.
Al equipo de rescate lo formaron buzos tailandeses y extranjeros.
Los rescatistas fueron sacando a los adolescentes de forma escalonada, de uno en uno, acompañados por dos buzos cada uno.
El gobierno de Tailandia especificó que los niños llevaron tanques de oxígeno y máscaras completas.
El plan requirió de «habilidades de alto nivel de los buceadores» y que los niños tuvieran «algunas habilidades de buceo, una mente fuerte y que no entraran en pánico».
Uno de los rescatistas murió al quedarse sin aire cuando les llevaba alimentos.
Tailandia 3
Argentina 3
Soy Lucas de Bony, fui uno de los más chicos que jugaron un partidito de fútbol con los chicos tailandeses.
No tengo hermanos pero tengo muchos amigos del fútbol y del colegio. Generalmente nos juntamos a estudiar y después a jugar con la Play. Voy al Oak Hill de Núñez y juego al fútbol en River.
Un día llega Darío Olmos, uno de los entrenadores, y nos dice que durante los Juegos Olímpicos Juveniles vendrían los chicos tailandeses que quedaron encerrados en una cueva durante varias semanas… Pero, además, que nosotros íbamos a jugar con ellos un amistoso el sábado. Fue una emoción enorme.
Nosotros los admiramos mucho, son unos héroes por cómo superaron esos momentos, pasaron hambre y frío. Son personas que han sufrido mucho, los vimos en la tele, estuvieron al borde de la muerte y ahora iban a jugar con nosotros.
Y llegó el día
Ramón Gómez es el que nos entrena, así que los 14 convocados fuimos con él. Yo estaba por cumplir los 13 años y entre los tailandeses también había uno de 12 pero los demás eran todos arriba de 15 años.
No era cualquier partido y Darío nos dio unas recomendaciones: nos inspiró el respeto con el que siempre tenemos que jugar resaltando que teníamos en frente unos chicos que pasaron una situación horrible, que si alguno se cae nosotros estuviéramos ahí para darles una mano.
En definitiva, nos dijo que era un amistoso y que no nos sintiéramos en la final del Mundial.
No fue un partido más
No fue un partido más y todos lo vivimos de la misma manera.
En lo técnico, la cancha era más chica, creo que tipo futsal. Fuimos dos equipos de siete que jugamos un partido de 20 minutos cada equipo.
El entrenador de los tailandeses jugaba con ellos, tendrá unos 25 años pero jugó tranqui.
Desde las reglas, la única diferencia que notamos fue que ellos hacían el saque de arco con la mano y lo respetamos, no se les dio una indicación contraria.
Resultado: 3 a 3.
Tercer tiempo
Fuimos a un salón y comimos juntos pero fue muy difícil comunicarnos, ellos no hablaban una palabra de castellano pero tampoco de inglés. El único que hablaba algo de inglés era el entrenador.
Compartimos algo acerca de esos días, de la admiración hacia el entrenador que les daba la poca comida que tenía y se quedaba él sin comer, los ejercicios que hacía para lograr la supervivencia.
Estaban su familiares y los nuestros y muchos periodistas; ahora tengo en casa la revista Gente pero les mando las fotos que sacamos entre nosotros.
El cierre
“De la nada”, el entrenador puso una frase en castellano en Instagram y nos invitó a todos…
Si pudiera mandarles un mensaje es que “son unos héroes que se la bancaron hasta el final. Gracias a Dios siguen con vida y pudimos vivir ese momento”.