Adolescentes
[Orientación vocacional]
Al acabar el colegio, contando con más elementos de ayuda, cada vez es más difícil elegir una carrera. Surgen nuevos miedos e interrogantes.
Marina Malzov Foltran (22) Estudia Relaciones Públicas en la Universidad Estatal Paulista
Voluntaria de AIESEC
En medio de tantas opciones de carreras y universidades existentes hoy en día, los chicos pueden -muchas veces- quedarse asustados y perdidos. Graduarse en la escuela y elegir qué carrera seguir, aunque pueda parecer algo sencillo, es una tarea ardua.
Incontables preguntas pueden surgir en esa nueva fase: ¿debo elegir una carrera para cual pienso que tengo talento?; ¿debo escoger pensando en el sueldo?; no sé cuál es mi talento, ¿qué hacer?; me parece que todos mis amigos ya tienen sus futuros muy bien definidos, pero yo no. ¿Algo anda
mal conmigo?
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Con tantas preguntas no respondidas y con tantas sugerencias, algunas veces excesivas, de amigos y familiares, es necesario acordar que sí existen maneras más prácticas y confiables de encontrar buenas opciones de carreras y facultades.
Escuchar sus deseos y a su voluntad es un paso importante, pero no es el único. Una orientación vocacional hecha por un profesional especializado puede ser una gran ayuda en este momento de ansiedad e inseguridad.
Larissa Corulli, psicóloga y orientadora vocacional (Brasil), explica que la idea de la orientación vocacional no consiste en brindar al adolescente respuestas listas, sino en llevarlo por el camino del autoconocimiento para que pueda reconocer sus aptitudes, habilidades y preferencias. Para eso, la orientación incentiva la búsqueda de la información acerca de las distintas profesiones, explorando temas como: mercado de trabajo, día a día de los profesionales y características esperadas de cada una de las áreas.
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Sobre los beneficios de hacer una orientación vocacional, Larissa explica: “El período de elección profesional es muy delicado, pues eso sucede en una fase de transición en la vida del adolescente, lo que genera muchas angustias y miedos. Con la orientación vocacional él se sentirá más seguro para hacer su elección, pues tendrá conocimiento profundo de la profesión escogida, impidiendo que interferencias externas y voluntades ajenas prevalezcan sobre su deseo y conveniencia”.
– ¿Cuál es el mejor momento para buscar la orientación?
– El mejor momento para empezar una orientación vocacional es hacia el fin del secundario, fase en que el adolescente ya tiene madurez para reflexionar sobre el tema. Sin embargo, la búsqueda por conocer carreras puede comenzar tan pronto cuando el interés por el asunto pueda surgir.
– Y los padres, ¿dónde quedan en toda esta historia?
– El papel de los padres en esta etapa es ofrecer apoyo y seguridad a los hijos, estando junto a ellos, sea en los logros o frustraciones. Los padres quieren lo mejor para sus hijos y por esa razón acaban muchas veces interfiriendo en las decisiones para disminuir en ellos la posibilidad de sufrimiento. Pero es parte del proceso la búsqueda del conocimiento, los conflictos, la elección y sus consecuencias. Sólo así habrá mayor probabilidad de crecimiento y realización personal y profesional.
Los padres pueden ayudar a los hijos, por ejemplo, a que tengan contacto con profesionales, materiales y noticias acerca de las profesiones de su interés y apoyándolos en su decisión, sea cual sea. Si el hijo fue bien instruido a través de orientación vocacional, tendrá elementos para hacer una buena elección. Sin embargo, el acompañamiento ha de brindarse de manera sutil, para que el adolescente no se sienta presionado a elegir precipitadamente o a tomar una mala decisión por miedo de frustrar a los padres
EL PAPEL DE LOS PADRES ES OFRECER
APOYO Y SEGURIDAD A LOS HIJOS ESTANDO JUNTO A
ELLOS, EN LOS LOGROS O EN LAS FRUSTRACIONES