[Cuando nos prohibieron ser mujeres… y os persiguieron por ser hombres]
Alicia Rubio es de esas personas que vale la pena conocer y su libro es la excusa perfecta para una charla que quiere ir a fondo.
María Amalia Caballero | Dra. en Comunicación Pública | direccion@sembrarvalores.org.ar
[dropcap]H[/dropcap] ay que ser valiente para decir cosas políticamente incorrectas. Por ejemplo: sostener que “los seres humanos somos una mezcla de biología y cultura, en una sociedad donde hay mucho dinero para desconocer la biología, en esa contradicción intrínseca en que vivimos en la cual hay que cuidar la ecología, el medio ambiente, la naturaleza y al mismo tiempo desconocer e intervenir violentamente la naturaleza humana. Algo tan sencillo y evidente como que somos varones y mujeres y que de esta manera vivimos y existimos desde hace millones de años.”
Así de clara y valiente es Alicia V. Rubio, quien sufrió escraches, perdió su trabajo, pero dijo lo que tenía que decir aunque los organismos internacionales y el poder económico trabajan, desde hace muchos años, en un plan global que lleva a distorsionar la realidad.
[button link=»» color=»green2″ icon=»» size=»large»] Compartiendo la experiencia [/button]
SV| Eras profesora de educación física y madre, ¿cómo influyó esta experiencia en tu investigación?
AR| Fui profesora de educación física durante 25 años en una escuela pública en España. Con mis colegas, realizábamos pruebas de condición física (resistencia, velocidad, fuerza, flexibilidad…) periódicamente a los alumnos. Más allá del ritmo de cada uno, las diferencias en la evolución entre varones y hembras resultan tan evidentes que es imposible ignorarlas.
La principal “enemiga”
de la ideología de género
es la familia. Familias
que, tal vez sin advertirlo,
están incorporando ese
mensaje.
De igual manera la respuesta ante el ejercicio y el deporte a medida que se avanza en la pubertad es muy diferente en los dos sexos. Sin embargo, mis colegas achacaban estas diferencias a la educación y los roles sociales negando los factores biológicos en el comportamiento humano. No entendía qué les pasaba a mis colegas. No estaba al tanto de esta teoría tan falaz que era capaz de captarlos. Cuando la ideología del género llegó a la escuela de mis hijos, me hice madre objetora. Este avasallamiento me llevó a investigar a fondo esta movida.
[button link=»» color=»green2″ icon=»» size=»large»] Desenmascarando el plan [/button]
SV| En tu libro das una visión más bien global del tema, ¿cómo nos lo explicarías?
AR| Yo lo comparo con un personaje de la mitología griega: la hidra de las mil cabezas que si lograban extirparle una, salían dos. Efectivamente, veo que estamos en un plan global que pretende llegar al año 2030 con su proyecto de control de la natalidad altamente avanzado. Se perfila un mundo no procreativo, principalmente a través del aborto, aumento de las parejas homosexuales y la mal llamada educación sexual. Porque el ser homosexual hoy implica todas ventajas: hay dinero, beneficios sociales, inversión para investigaciones manipulables. Claramente el dinero y el plan vienen desde los organismos internacionales y está financiado por asociaciones multinacionales como PlannedParenthood, que arregla directamente con los gobiernos los montos que se reinvertirán en el país a condición de que se instale desde las leyes y la educación esta “nueva cultura de género”. Es con dinero público que nunca llega de verdad a la sociedad.
SV| Incluís citas muy fuertes… Leí de Alison Jagger que “el fin de la familia biológica será el fin de la represión sexual”.
AR| Sí, claramente, la principal “enemiga” de la ideología de género es la familia. Familias que, tal vez sin advertirlo, están incorporando ese mensaje. Te pongo un ejemplo: al niño hay que sobreprotegerlo, darle todo resuelto para que, en lo posible, nunca llegue a madurar. El niño sólo tiene derechos, no deberes.
Así, cuando llegue a la adolescencia y reciba su descarga de hormonas, no pueda conocer el sentido de la sexualidad, ni su proyección social. Claramente es el trabajo de una psicología conductista que baja línea respecto de cómo actuar. Entonces les hablan de relaciones sexuales de cualquiera con cualquiera, en grupos, de cualquier manera… sólo importa que haya consentimiento. Entonces los chicos van naturalizando estos nuevos “derechos” y se convierten en clientes fáciles de las grandes industrias productoras de anticonceptivos, medicinas para las ETS… La propuesta es: placer sin deber.
SV| ¿Considerás la necesidad de que se brinde educación sexual a los chicos?
AR| Comparto una educación sexual, centrada en el amor, la responsabilidad personal, y el compromiso y el conocimiento de la biología. Recuerdo una feminista militante que estaría alrededor de los 30 años que puso de manifiesto sin ningún reparo que se acababa de enterar de que los hombres eran fértiles durante los 30 días del mes y las mujeres “apenas” 4. Reclamaba que sean ellos los que revisen el control de su fertilidad.
[button link=»» color=»green2″ icon=»» size=»large»] Violencia doméstica [/button]
SV| Otro tema preocupante es el de las mujeres que mueren víctimas de sus propias parejas.
AR| Quisiera también aquí desenmascarar algunos tabúes. Es inadecuado hablar de violencia de género para aplicarla exclusivamente a la mujer. Todos somos violentos al margen del sexo que tengamos. Te muestran a la mujer golpeada como ejemplo de violencia de género, imagen que nos indigna, evidenciando la superioridad física del varón, pero luego te dicen que la peor violencia es la psicológica, para la que estamos todos igualmente capacitados. Además de que las mujeres también matan, también golpean.
Mienten con las estadísticas. En España las falsean desde hace 10 años pero, en los últimos años, el porcentaje de hombres y mujeres en muertes por violencia de género era una media de 40 hombres muertos frente a 60 mujeres, mientras que para los niños que mueren por violencia doméstica, la relación es 33 en caso de víctimas de varones contra 66 niños asesinados por sus madres. Sin embargo, no se contemplan en las estadísticas. ¿Por qué? La mujer cuando es violenta llega a esos extremos. Esto, para hablar de la violencia física, porque si pasamos a la violencia psíquica las presión de las mujeres es claramente mayor por nuestros mecanismos mentales y porque somos -en general- más controladoras.
Cuando el muerto es el varón o los hijos a manos de sus madres o madrastras, pocas veces llegan a los grandes medios. Al menos en España, sólo lo cubre la prensa local.
[button link=»» color=»green2″ icon=»» size=»large»] Derechos [/button]
SV| Me parece que también vos reclamás derechos…
AR| Claro. Al extremo de que hay que pedir permiso para tener gustos o preferencias. ¿Tú qué prefieres, un hijo listo o tonto, lindo o feo, homosexual o heterosexual? Los vas a querer igual pero tienes preferencias. Y sólo en una tienes que dar explicaciones porque te prohíben tenerlas. Prefiero que sea heterosexual. ¿Por qué? Porque es mi experiencia de vida, tengo una vida plena y la felicidad que brinda el tener una familia. Amo la familia ecológica, natural.
Cuando nos prohibieron ser mujeres… y os persiguieron por ser hombres.
Editorial: Lafactoria.pub, 388 páginas.